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Popular pretende recomprar las tarjetas de Citi y sopesa sacarlas a bolsa
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ADMITE QUE NO CUMPLIRÁ LAS PREVISIONES DE BENEFICIO

Popular pretende recomprar las tarjetas de Citi y sopesa sacarlas a bolsa

El Popular pretende recomprar el negocio de tarjetas de Citi que vendió a Varde y hacer compras en EEUU. La cruz es que las provisiones le impedirán cumplir las previsiones de beneficio en 2015

Foto: Ángel Ron, presidente de Banco Popular
Ángel Ron, presidente de Banco Popular

La operación de las tarjetas de Citi fue un auténtico pelotazo por parte de Ángel Ron: adquirió el negocio, lo empaquetó con las tarjetas del propio Popular y vendió el 51% a Värde Partners con una plusvalía de 400 millones (y dejó de consumir capital). Ahora, el Popular (ver cotización) pretende "recuperar el control" de un negocio que asegura que este año le va a generar 40 millones de beneficio y que llegará a los 80 cuando coja velocidad de crucero. Y después, se plantea como una posibilidad sacarlo a bolsa.

Ha sido uno de los anuncios que ha realizado este miércoles el presidente del sexto banco español en el Foro Europa Press celebrado en Madrid. También ha mostrado su voluntad de acometer adquisiciones en EEUU para fusionarlas con la entidad que ya tiene allí, Total Bank, y también en México, donde "no se puede crecer de forma orgánica y la única forma de ampliar nuestra presencia es con compras".

En el lado negativo, Ron ha reconocido que el beneficio del primer trimestre estará por debajo de 150 millones porque tendrá que hacer más provisiones de las que pensaba ante la presión del mercado por la falta de cobertura de sus activos inmobiliarios: "Nos dicen que estamos por debajo de la media en provisiones, pero sin ayudas públicas y en niveles suficientes como confirmó el análisis de balances del BCE". No obstante, lo ha vendido en positivo: "Pero queremos ser prudentes y, como tenemos una capacidad muy fuerte de generación de beneficios, preferimos acelerar las provisiones y despejar así el resto del año".

De esta forma, Ron asume la previsión de su colega del Sabadell, Josep Oliu, que avisó en la presentación de resultados del primer trimestre de que la necesidad de sanear los balances mediante provisiones no iba a reducirse en 2015, al contrario de lo que anticipaba el resto del sector.

Este incumplimiento de las previsiones de beneficios que tenía el mercado le impedirá elevar su pay-out (porcentaje del beneficio que se reparte como dividendo) este año, aunque mantiene el objetivo de llegar al 50% en dos años. Y también de pagar todo el dividendo en efectivo, ya que "el scrip dividend es una anormalidad de los tiempos de crisis", a su juicio.

Asimismo, esta situación de resultados también retrasará la recuperación de la rentabilidad del banco. Esta misma semana, la AEB ha reconocido que el sector puede tardar 10 años en volver a dar ROE (rentabilidad sobre recursos propios) del 10%. Ron ha admitido que es una posibilidad, pero le ha quitado importancia: en su opinión, las mayores exigencias de capital de la banca reducen su riesgo, lo que a su vez rebaja la exigencia de rentabilidad de ese capital. Ha llegado a compararlo con la de una eléctrica, aunque espera que "se sitúe entre lo que había antes de la crisis y el ROE de una utility".

Rato: una cuestión puramente personal

Respecto a la actualidad, ha querido separar el 'caso Rato' de la banca, ya que "se trata de algo relacionado con su actividad personal y nada tiene que ver con la actividad bancaria". De hecho, ha insistido en que es importante que se explique a la sociedad por qué siguen aquí las entidades que han sobrevivido mientras que otras han desaparecido o han sido rescatadas.

Finalmente, ha insistido en su mensaje de que hay que evitar aventuras políticas y que el nuevo Gobierno debe cumplir sus compromisos para mantener la credibilidad de España. En este sentido, ha asegurado que la posible anulación de los créditos fiscales de la banca (DTA) "no está en el radar de las principales preocupaciones de la banca".

La operación de las tarjetas de Citi fue un auténtico pelotazo por parte de Ángel Ron: adquirió el negocio, lo empaquetó con las tarjetas del propio Popular y vendió el 51% a Värde Partners con una plusvalía de 400 millones (y dejó de consumir capital). Ahora, el Popular (ver cotización) pretende "recuperar el control" de un negocio que asegura que este año le va a generar 40 millones de beneficio y que llegará a los 80 cuando coja velocidad de crucero. Y después, se plantea como una posibilidad sacarlo a bolsa.

Ángel Ron