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"El BCE necesita que el QE sea de, al menos, 500.000 millones para ser creíble"
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ALBERTO GALLO, DIRECTOR DE ANALISIS DE RBS

"El BCE necesita que el QE sea de, al menos, 500.000 millones para ser creíble"

Alberto Gallo, director de análisis y estrategia macro de RBS, no duda que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará el próximo jueves su esperado QE

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Alberto Gallo, director de análisis y estrategia macro de RBS

Alberto Gallo, director de análisis y estrategia macro de RBS, no duda que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará el próximo jueves su esperado programa de expansión cuantitativa (QE). Pero va un paso más allá. Entiende que si se ha alcanzado un consenso con los principales opositores, con Alemania a la cabeza, este pasa por compartir el riesgo que supone la compra de deuda soberana con los bancos centrales nacionales, que tendrían que asumir parte de esas adquisiciones. Además, para que sea creíble, el tamaño del QE no puede ser inferior a los 500.000 millones de euros y necesita sorprender a los mercados para que tenga impacto.

PREGUNTA: Si Draghi finalmente anuncia su QE, ¿este será real, es decir, habrá accióno como en ocasiones anteriores la mera promesa cumplirá su cometido en el mercado sin necesidad de activarlo?

RESPUESTA: Creo que el BCEva a anunciar un QE (programa de flexibilización cuantitativa) el 22 de enero. Es decir, va a comenzar a comprardeuda soberana y otros bonos con 'grado de inversión' entre bonos corporativos y bancos desarrollados como delBanco Europeo de Inversión(BEI). Para ser creíble,el plan necesita ser de, al menos, 500.000 millones de euros, y el BCE necesita compartir parte del riesgo de esos bonos con los bancos centrales nacionales, que comprarían los activos.

P: El miércoles pasado hubo una reunión a puerta cerrada entre el presidente del BCE, Mario Draghi, la canciller alemana, Angela Merkel, y su ministro de finanzas, Wolfgang Schäble. Cabe pensarque Alemania habrá puesto sus condiciones al QE. ¿Cuáles pueden ser?

R: Definitivamente hay un alto grado de compromiso. El señor Draghi ha tratado de lograr el consenso entre los miembros del Consejo del BCE, en el que algunos miembros como Weidmann o Lautenschläger estaban en contra. El compromiso puede haber llegado por el lado del tamaño del programa, pero especialmente por el lado de compartir el riesgo, es decir, los bancos centrales nacionales asumirán parte del riesgo de los bonos que ellos mismos comprarán.

P: Si tampoco funciona el QE... ¿Qué se puede esperar entonces?

R: La mayor parte de los inversores que han sido encuestados (51%) esperan que el QE sólo afecte a los mercados financieros, pero que no llegue a la economía real. Alrededor de un 25% no cree que vaya a funcionar en ningún caso. Con todo, el BCE necesita comunicar claramente sus compromisos, ya que de lo contrario los mercados caerán en una espiral de volatilidad.

Creo que el BCE necesita sorprender a los inversores si quiere impactar. Pero el poder de la institución europea es limitado: es necesario que haya máspolíticas fiscales y reformas, y algunos países en Europa todavía están retrasados. Europa ha perdido un 18% de inversión desde que comenzó la crisis y para incentivar la inversión, los gobiernos necesitan recortar impuestos y reducir el gasto, y hacer reformas como ha hecho España.

P: El euro ya ha caído por debajo de las previsiones de los analistas, que lo situaban en la banda de 1,20-1,25 dólares. ¿Alcanzará este año la paridad con el dólar?

R: Veremos el euro en los 1,13 dólares para finales de 2015 e, incluso, por debajo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que un euro débil ayudará a las exportaciones, pero no es la solución a la crisis.

P: ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la Eurozona este año?

R: Creo que el mayor reto al que se enfrenta la Eurozona este año es político. No en vano, la recesión ha golpeado a mucha gente, con un alto nivel de desempleo y bajos, pero los mecanismos políticos se han vuelto relativamente racionales. La confianza en las instituciones democráticas está cayendo en tanto que muchos gobiernos son incapaces de tomar decisiones a largo plazo y sólo piensan en las elecciones.

En Italia, por ejemplo, en la encuesta que pregunta a la gente cuál es su forma preferida de gobierno muestra que "la democracia" ha caído del 74% al 66% en 2014. Después de años de recesión y con la débil respuesta de los gobiernos, que sólo se apoyan en el BCE para retrasar sus problemas, el riesgo es que la gente se decante por opciones radicales.

P: Finalmente, hay economías como la española que han cogido velocidad de crucero, pero si la economía del resto de la región no se activa, ¿puede descarrilar la recuperación de España o es lo suficientemente sólida para resistir?

R: La recuperación de España parece sólida. Ha comenzado la creación de empleo, la pregunta es si se va a acelerar lo suficiente como para calmar las presiones centrífugas políticas. Podemosa escala nacional y la cuestión catalana a escala regional son dos clases de riesgos políticos que los inversores están siguiendo muy detenidamente. A diferencia de Grecia, España no necesita reestructurar su deuda, pero necesita crecer y dar la vuelta a su elevado déficit, que todavía se encuentra alrededor del 6%.

Alberto Gallo, director de análisis y estrategia macro de RBS, no duda que el Banco Central Europeo (BCE) anunciará el próximo jueves su esperado programa de expansión cuantitativa (QE). Pero va un paso más allá. Entiende que si se ha alcanzado un consenso con los principales opositores, con Alemania a la cabeza, este pasa por compartir el riesgo que supone la compra de deuda soberana con los bancos centrales nacionales, que tendrían que asumir parte de esas adquisiciones. Además, para que sea creíble, el tamaño del QE no puede ser inferior a los 500.000 millones de euros y necesita sorprender a los mercados para que tenga impacto.

Mario Draghi