Rusia inyecta 6.000 millones para proteger al rublo de la caída del crudo

El desplome de los precios del petróleo, principal sustento de la economía rusa, ha ahondado en el castigo que viene sufriendo el rublo en lo que va de año. Rusia ya no sabe qué hacer para frenar la sangría y las intervenciones del país en el mercado de divisas ya superan los 6.000 millones de euros para frenar la mayor fuga sufrida por la moneda en siete meses.

Según consta en los registros del banco central del país, el pasado 9 de octubre gastó otros 34.640 millones de rublos (862 millones de dólares) que se suman a las intervenciones anteriores. Y es que el precio del petróleo, que junto al gas natural supone al menos la mitad de los ingresos del país, retrocedió la semana pasada un 4,4%, su mayor caída desde el pasado mes de enero, tras confirmarse el fuerte incremento de los inventarios en Estados Unidos.

El aumento de la producción unido a la caída de la demanda llevó el precio del Brent de referencia en Europa a su nivel más bajo desde diciembre de 2010 tras perder los 89 dólares por barril. Hoy cotiza en los 88,98 dólares. Eso mientras el West Texas se vende en los 84,7 dólares. No en vano, el boom del shale-oil (petróleo en los esquistos de las rocas) en Estados Unidos y el incremento de la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que está llevando a cabo las mayores extracciones en 13 meses, están abonando el terreno para un mercado bajista.

La última inyección del banco central de Rusia llega después de que la semana pasada decidiera ampliar la banda de cotización del rublo en un intento desesperado por defender su divisa. Se trata de la mayor intervención del mercado desde que el presidente Vladimir Putin decidió la incursión en Ucrania el pasado mes de marzo. En las últimas sesiones, el rublo ha caído a mínimos históricos contra el dólar, hasta los 40 rublos por billete verde y contra el euro también roza sus mínimos históricos, por encima de los 50 rublos por euro.

La divisa rusa acumula una caída superior al 20% frente al dólar desde enero y se encuentra en su nivel más bajo desde el impago de su deuda en 1998. De esta manera, el rublo es, a excepción del peso argentino, la divisa que peor comportamiento muestra en el año. Por eso, en lo que va de año el banco central lleva inyectados más de 44.000 millones de dólares para sostener su divisa.