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Renminbi vs. Dólar: el duelo entre EEUU y China se libra en el tablero de las divisas
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china disputará la hegemonía del billete verde

Renminbi vs. Dólar: el duelo entre EEUU y China se libra en el tablero de las divisas

El dólar es el dólar. Pero resulta inevitable que el renminbi chino dispute su hegemonía al 'billete verde'. El pulso ya está en marcha. E irá a más próximamente

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“Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte temblará el mundo”. Y Napoleón Bonaparte no estaba equivocado. El presidente de la República Popular, Xin Jinping, puso en marcha el despertador de China en el último Congreso Nacional del Partido Comunista, que se celebró a finales de 2012, para acometer una serie de reformas de calado con el fin de situar al país en lo más alto de la economía mundial.

Así, China está poco a poco acercándose a su objetivo: convertir el renminbi o yuan en divisa de reserva mundial disputando la hegemonía del dólar. Por lo pronto, ya ha conseguido robarle a Estados Unidos el título de mayor economía del mundo en términos de Producto Interior Bruto (PIB) a paridad de poder adquisitivo, según ha confirmado esta semana el Fondo Monetario Internacional.

Los últimos avances que vistos en esta dirección no son casuales. Hace dos semanas el Banco Popular de China dio su autorización a la plataforma de negociación de divisas del país -China Foreign Exchange Trade System (CFETS)- para que el cruce euro/yuan se pueda negociar directamente en el mercado interbancario.

Antes de eso, ya había abierto bancos de liquidación (clearing Banks) en París y Luxemburgo, lo que facilita la liquidación de transacciones en Europa, y había alcanzado en julio nuevos acuerdos de swaps sobre divisas (venta y compra simultánea de una moneda por otra para cubrir operaciones) con 25 países.

De esta manera, China facilita el uso del renminbi como divisa de liquidación para que gane terreno en las cuotas de mercado internacional afianzando las relaciones comerciales porque, en primer lugar, si éstas dependen sólo del billete verde, cuando se produce una escasez de dólares en el mundo tienes un problema; y en segundo lugar, al consolidarse como medio de pago global, el yuan se acaba convirtiendo en divisa reserva.

"Es el movimiento natural en el momento en que China se ha convertido en una de las mayores países comerciales del mundo", explica a El Confidencial Tai Hui, director de estrategia en los mercados de Asia de JP Morgan Asset Management. "Esto también implica que los exportadores e importadores en todo el mundo tengan una opción más que les ayude a gestionar su riesgo cambiario", asegura.

Actualmente, el dólar y el oro ejercen como las principales como divisa reserva y el renminbi quiere cohabitar con ellos, ya que los beneficios para China son muchos. Por lo pronto, si la moneda china se erige como divisa reserva, todo el mundo la aceptará como medio de pago, con lo cual se incrementará la demanda de renminbis y esto hará que la moneda se revalorice.

Los bancos centrales aceptarían entonces acumular más renminbis en su balance de reservas estratégicas. Pero este acopio no se lleva a cabo en activos líquidos, sino a través de bonos emitidos en esa divisa. De esta manera, China vería bajar su curva de tipos y con ello sus costes de financiación.

Y es un hecho que el uso del renminbi se está extendiendo. Atendiendo a los datos, el 25% de las transacciones comerciales se liquida en yuanes. Así, en el Índice de Internacionalización el yuan se ha elevado del 0,92% en 2012 al 1,7% en 2013. “En 2020 será la segunda divisa más utilizada y cohabitará con el dólar”, augura Alex Fusté, economista jefe de AndBank.

Pero todo esto tiene un impacto directo sobre Estados Unidos: si los bancos centrales aceptan otra divisa como reserva tendrán que hacer hueco en sus balances, para lo cual se desprenderán de dólares y esto provocará una fuerte presión vendedora.

“EEUU va a hacer todo lo posible y lo imposible para evitarlo, porque los beneficios de ser la única divisa de reserva son infinitos. De entrada para EEUU tener un coste de financiación mínimo, con la deuda mastodóntica que tiene, es fundamental”, explica Fusté. “Pero si el dólar deja de ser la única divisa de reserva y los bancos centrales compran menos treasuries (bonos USA) subirán sus rentabilidades y el impacto en su deuda será brutal”, afirma el experto.

Pero las consecuencias de los ambiciosos planes de China no se reducen a EEUU, aunque sea el mayor damnificado. "A corto plazo el impacto es limitado, pero en el largo plazo esto conectará a China más estrechamente con los mercados globales de manera que las políticas monetarias de China impactarán más significativamente en los mercados que sólo por el comportamiento de su divisa", explica Hui.

No en vano, si China quiere que el renminbi se convierta en divisa de reserva necesita lograr que su mercado de deuda sea estable. Para eso tiene que mantener controlada la inflación en el país, porque si se convierte en divisa de reserva el mercado comprará sus bonos. En este sentido, Fusté afirma que para lograrlo se van a dedicar a exportan desinflación al resto de países. “El mundo, por tanto, va a seguir siendo desinflacionista y esto va a beneficiar a toda la renta fija –asegura el experto-, que va a ser atractiva en tanto que los precios van a seguir siendo altos durante un largo periodo de tiempo, a excepción de EEUU”.

“Por eso, en cuanto suba un poco la rentabilidad hay que comprar. Si te ofrecen un 2% entra, porque los bonos están caros, pero van a estarlo mucho tiempo”, concluye.

Por lo tanto, China está llamada a cambiar el orden económico mundial y no se trata de un proceso a largo plazo, sino que es ya una realidad. El país está dando pasos de gigante. A la internacionalización del renminbi hay que sumar una serie de reformas de calado sobre el sistema bancario, vivienda, crédito -estableciendo prohibiciones para aquellas empresas y sectores con sobrecapacidad, que acaba en sobreendeudamiento, lo que hace que esas empresas caigan y arrastren a los bancos- y sobre los mercados financieros (permitiendo comprar a los inversores extranjeros más activos chinos y a los chinos más activos internacionales). El amanecer ha llegado para el gigante asiático.

“Allí duerme un gigante. Dejémoslo que duerma, porque cuando despierte temblará el mundo”. Y Napoleón Bonaparte no estaba equivocado. El presidente de la República Popular, Xin Jinping, puso en marcha el despertador de China en el último Congreso Nacional del Partido Comunista, que se celebró a finales de 2012, para acometer una serie de reformas de calado con el fin de situar al país en lo más alto de la economía mundial.

Reserva Federal