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Los cinco síntomas que delatan el retorno del pesimismo a los mercados financieros
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Los cinco síntomas que delatan el retorno del pesimismo a los mercados financieros

El mercado ha cambiado del optimismo al pesimismo en un tiempo récord. Enganchados a los mimos de los bancos centrales, cualquier revés exacerba el miedo

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Es una de las herencias de las históricas condiciones monetarias y financieras de las que ha disfrutado el mundo en los últimos años. Consiste en que el mercado se ha vuelto hipersensible. Pasa del optimismo al pesimismo a toda velocidad. Y en las últimas semanas se ha podido comprobar con su rápido viraje hacia el segundo estado. Como en lo meteorológico, el panorama se ha llenado de nubes de repente.

La ralentización de las economías china y europea –con sus dos locomotoras, Francia y Alemania, en el dique seco-, a pesar de la latente recuperación en Estados Unidos, ha supuesto un jarro de agua fría que ha calado los huesos de losinversores, sin olvidar los crecientes escalofríos que generala amenaza de la deflación o caída general de los precios. Este contexto, que ha enviado señales cada vez más preocupantes desde septiembre, ha alterado el estado de ánimo de los inversores. Y hay cinco síntomas que delatan el retorno del pesimismo.

1. Renta variable. Las bolsas son las que más están acusando el impacto de estos malos presagios, con una desbandada de los inversores a uno y otro lado del Atlántico. En Europa, cabe resaltar que las bolsas más castigadas están siendo las centroeuropeas, con la alemana a la cabeza. El índice Dax ha perdido esta semana el nivel de los 9.000 puntos y cotiza en mínimos de hace un año. En lo que va de ejercicio, se deja más de un 7%. Por su parte, el Cac 40 francés ha retrocedido a su nivel más bajo desde diciembre y en el acumulado del año arroja un descenso del 5%.

Entre los periféricos, aunque el Ibex 35 español y el FT/Mib italiano se mantienen en positivo en 2014, también han corregido lo suyo. El Ibex se ha dejado un 8% en el último mes y el Mib, cerca de un 10%.Nicolás López, de M&G, indica que la razón de esta diferencia puede radicar en la composición de los índices bursátiles. “En España eItaliatienen más peso los sectores defensivos, como el financiero o el eléctrico, mientras que en Alemania tiene más peso el industrial, que está másligado al ciclo y, en estos momentos, la industria alemana está estancada”.

¿Y en Wall Street?Aunque allí la resistencia es mayor que en el Viejo Continente, las fisuras han comenzado a salir a la luz. En la última semana las caídas han sido fuertes, y sólo la Reserva Federal (Fed) ha dado un respiro con unas actas en las que todavía se prevé un “tiempo considerable de tipos bajos”. No obstante, las dudas están ahí: en esta semana, sus tres índices principales –Dow Jones, S&P 500 y Nasdaq- han retrocedido alrededor de un 2%. Aunque todos se mantienen al alza en el acumulado anual, el Dow ya sólo se salva por medio punto.

2. Volatilidad. Un buen indicador para medir el sentimiento inversor es el índice VIX, también conocido como índice del miedo, que mide la volatilidad presente en los mercados. Pues bien, este índice se mueve por encimade los 19 puntos, su nivel más elevado desde el pasado mes de febrero. El analista técnico de El Confidencial, Carlos Doblado, ya avisaba en uno de sus post que el índice VIX ha vuelto a poner sobre la mesa a los fantasmas y que la situación técnica recuerda a lo sucedido en la primera parte de 2011.

3.Materias primas. Las materias primas también se suman a esta renovada corriente de pesimismo. Y con una muy clara a la cabeza: el petróleo. Con un mercado abastecido para una recuperación más fiable, la cotización del crudo se está enfriando por el convencimiento de que la demanda caerá como consecuencia de un menor crecimiento.

Estas expectativas han provocado que esta semana el barril Brent, de referencia en Europa, haya llegado a caer hasta los 88,1 dólares, el precio másbajodesde 2010. Aunque ha cerrado la semana cerca de los 90 dólares, desde junio acumula una corrección superior al 20%. En EEUU, el barril WTIse mueve por debajo de los 85 dólares, con lo que se encuentra en mínimos de 2012.

Pero la estampida no se ha sentido solo en el crudo. También ha alcanzado a las materias primas industriales; en los dos últimos meses, el cobre y el aluminio han corregido más de un 7% y el níquel, más de un 15%. Y el castigo se ha notado igualmente en los metales preciosos: la onza de plata ha llegado a caer hasta los 17 dólares y la de oro, hasta los 1.192 dólares, los precios más bajos desde 2010 en ambos casos.

4. Deuda. El dinero que está saliendo de los activos con más riesgo busca refugios para encarar las turbulencias actuales. Y uno de esos destinos está siendo la deuda pública, que ha vuelto a llenarse de mínimos históricos. Como precisa José Luis Martínez, estratega de Citi en España, se ha producido un “récord de entrada de dinero en fondos de renta fija en la última semana y cerca de un récord de salida de dinero de fondos de renta variable a nivel mundial”.

En Estados Unidos, el rendimiento del bono a 10 años ha caído al 2,3%, el nivel más bajo desde junio de 2013, es decir, desde el mismo momento en el que la Reserva Federal (Fed) comenzó a preparar el terreno para retirar progresivamente (tapering)su tercer programa de expansión cuantitativa (QE3). Y en la Eurozona, el bono alemán ha llegado a caer por debajo del 0,9% y el español se ha acercado al 2%, con lo que se han movido en los niveles más reducidos de la historia.

5.Divisas. Otra forma de ver cómo está cambiando la tendencia se encuentra en las divisas. Tomando como referencia las dos principales, el euro y el dólar, se puede observar cómo las tornas se han dado la vuelta en cuestión de pocos meses. Si el euro comenzó el año con fuerza –incluso rozó los 1,40 dólares a comienzos de mayo-, lo ha perdido a toda velocidad y ahora se cambia a 1,26 dólares. Es decir, el euro se ha depreciado alrededor de un 10% en cinco meses. Ahora, es la Fed la que tiene la misma preocupación que tuvo el BCE en su día, que una divisa demasiado fuerte lastre sus opciones de recuperación.

Es una de las herencias de las históricas condiciones monetarias y financieras de las que ha disfrutado el mundo en los últimos años. Consiste en que el mercado se ha vuelto hipersensible. Pasa del optimismo al pesimismo a toda velocidad. Y en las últimas semanas se ha podido comprobar con su rápido viraje hacia el segundo estado. Como en lo meteorológico, el panorama se ha llenado de nubes de repente.

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