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Medio centenar de fondos españoles pierden todo el dinero invertido en Espirito Santo
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Medio centenar de fondos españoles pierden todo el dinero invertido en Espirito Santo

La decisión del Gobierno luso de que accionistas y bonistas junior asuman las pérdidas salpica ya a medio centenar de vehículos españoles. Y habrá más

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Esta vez sí, los grandes inversores institucionales están asumiendo las pérdidas de la banca. Ya sea como accionistas, o como inversores en deuda subordinada, la realidad es que casi un centar de fondos y sicavs españoles han desvelado estar expuestos a la quiebra de Espirito Santo. Y si se cumple el guión marcado el domingo por las autoridades portuguesas, este contagio se saldará con la pérdida de todo o prácticamente todo lo invertido.

En concreto, más de un treintena de vehículos han confesado ya ante la CNMV -Comisión Nacional del Mercado de Valores- haber quedado atrapados en la desmembración de la primera entidad portuguesa, mientras que unos 25 vehículos figuran como accionistas. Pero todo promete que estas cifras se irán incrementando, sobre todo, porque deberán ir desvelándose las inversiones en deuda subordinada de la entidad.

Santander, BBVA, March Gestión, Banco Madrid, Barclays, Bankinter, Inversis, Popular, UBS, Deutsche Asset & Wealth Management, Renta 4, Gesiuris, Unigest y la propia gestora de Banco Espirito Santo aparecen con diferentes vehículos españoles invertidos en deuda o acciones, en cualquier caso, papel mojado a estas alturas.

Alguno de los vehículos afectados son muy conocidos, como BBVA Bolsa Europa, que con un patrimonio de 275 millones al cierre de junio, es uno de los vehículos destacados dentro de la gestora del banco presidido por Francisco González. No obstante, al cierre del primer semestre y según la información enviada a la CNMV, su exposición a BES sólo representaba el 0,3% de su cartera, al tener invertidos 818.000 euros.

Muy superior es el impacto para March Valores, ya que los 1,52 millones que tiene en acciones de la entidad lusa equivalen al 2,58% de su cartera. En ambos casos llama la atención que haya apostado por adquirir titulos de BES justo en el segundo trimestre del año, cuando las dudas sobre el valor ya estaban sobre la mesa.

Y es que eran muchas las voces que en los últimos tiempos, después del duro castigo que ya arrastraba el valor, apostaban por entrar y comprar títulos, unas acciones que ayer mismo Citi pasó a valorar en prácticamente cero.

El mecanismo que ha diseñado Europa para los futuros rescates bancarios y que ya se está aplicando en Banco Espirito Santo contempla que asuman las pérdidas los accionistas y los tenedores de deuda subordinada o bonos junior, lo que extiende las réplicas del terremoto más allá de las fronteras naturales, ya que muchas veces este tipo de papel se compra a través de sicavs luxemburguesas, lo que hace que todavía hoy se desconozca realmente el alcance de este rescate.

Además, el banco lisboeta no es el único que acudió en el pasado a emitir este tipo de papel, sino que también lo hicieron otras sociedades ahora malditas, como Espirito Santo Financial Group (ESFG) o Espirito Santo Financiere (ESF), con varias emisiones de bonos y pagarés que han sufrido un auténtico desplome en el último mes, como puede verse en las dos imágenes adjuntas.

Uno de los casos más significativos es un bono de ESF emitido en 2013 y con vencimiento en junio del próximo año, al 5,25%, que sólo ayer se desplomó un 33,3% y que en el último mes ha pasado de los 100 puntos a apenas 11,75 enteros.

Como ESFG y ESF declararon su debacle hace ya dos semananas, las posiciones que se han ido destapando están relacionadas con inversiones en deuda de este vehículo, y con la participación accionarial en Banco Espirito Santo, cuyo desplome en lo que llevamos de año se cifra en un 87%, pero todavía están por salir los tenedores de deuda subordinada de la propia entidad.

Comprobar que los tenedores de bonos junior van a perder toda o casi toda su inversión "está tensionando los diferenciales de esta deuda en el sector financiero y, aunque todavía no es preocupante, sí que ha habido volatilidad y se están viendo caídas del precio de los bonos", señala una fuente de una entidad española, aunque también matiza que "ahora mismo no hay mucho mercado".

Sea como fuere, la realidad es que, por si quedaba alguna duda, Europa está decidida a que no se repitan los errores del pasado y que sean los inversores también quienes paguen la factura de las quiebras bancarias y no sólo los ciudadanos -ya que éstos, mientras el Estado no consiga recuperar el dinero del rescate, son los que hacen frente, ya sea con un mecanismo o con otro-.

Esta vez sí, los grandes inversores institucionales están asumiendo las pérdidas de la banca. Ya sea como accionistas, o como inversores en deuda subordinada, la realidad es que casi un centar de fondos y sicavs españoles han desvelado estar expuestos a la quiebra de Espirito Santo. Y si se cumple el guión marcado el domingo por las autoridades portuguesas, este contagio se saldará con la pérdida de todo o prácticamente todo lo invertido.

Inversores Portugal Rescate Sector Financiero Santander Renta 4
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