Axel Kicillof entra en escena para retomar las negociaciones con el mediador de EEUU

Lo de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy" parece que no va con Argentina. Y mucho menos con Axel Kicillof. El ministro de Economía argentino se ha hecho de rogar y hasta la víspera no ha movido un dedo -de cara al exterior- por solucionar el litigio que enfrenta al país con los "fondos buitre".

Así, Kicillof ha sido el último en llegar a la reunión que han mantenido este martes los representantes de Argentina con el mediador Daniel Pollack, designado por el juez estadounidense que lleva el caso, Thomas Griesa. El ministro no ha querido hacer declaraciones a su llegada al despacho del mediador en Nueva York, en los que ha entrado a la una de la madrugada hora española.

Ya con Kicillof en escena, se retomará la reunión con Pollack, quien ya ha estado negociando con la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona; el secretario de Finanzas, Pablo López y el secretario de Legal y Administrativo del Ministerio de Economía, Federico Thea.

De dicho encuentro, que comenzó a las 17 hora española, no se sabe nada a esta hora. Sólo que al país se le agota el tiempo para evitar caer en "default" o suspensión de pagos. De hecho, le quedan horas: tiene hasta este miércoles para conseguir llegar a un acuerdo con los fondos especulativos de inversión, que reclaman al país sudamericano el pago de la deuda en mora por un valor de 1.500 millones de dólares.

Pero ante todo Argentina no pierde la fe, ya que espera que Griesa otorgue una medida cautelar que permita al país la reestructuración de la deuda total con sus acreedores. Así lo afirmó este martes el jefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Fernández, Jorge Capitanich, que además añadió que en el litigio existe "una actitud beligerante y de mala fe que no permite resolver el problema".

Tras varias semanas de reuniones con el mediador, no ha habido novedades en el caso. Tanto Argentina como los fondos siguen defendiendo sus posturas. El juez Griesa, por su parte, también sigue a la espera de que ambas partes lleguen a un acuerdo. Sus últimos movimientos radican en la aprobación excepcional del pago de bonos de deuda reestructurada por parte de Citibank, con el objetivo de no interrumpir el cobro de los bonos emitidos para pagar la expropiación de Repsol.

El país esta a horas de solucionar su litigio. De no ser así, el "default" será inminente.