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No es calderilla: cuánto le cuesta realmente a tu bolsillo la fórmula del dividendo flexible
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la letra pequeña de la remuneración

No es calderilla: cuánto le cuesta realmente a tu bolsillo la fórmula del dividendo flexible

Más allá del debate de si el 'script dividend' es una retribución, ya que se amplía capital, está la realidad de las comisiones y retenciones fiscales que existen

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Dicen que es peor una media verdad que una mentira, y por lo que respecta al dividendo, la media verdad consiste en decir que cobrar el dividendo en acciones no tiene coste para el ahorrador. Y no sólo por el eterno debate de si esta fórmula de remuneración es realmente tal, ya que, al fin y al cabo, consiste enrepartir la misma tarta en porciones más pequeñas, sino porque también tiene un impacto directo para el bolsillo del ahorrador en forma de comisiones.

Aunque es cierto que el cobro en acciones tiene como ventaja, frente al efectivo (vía venta de derechos), su nula tributación, también es cierto que la mayoría de ahorradores terminan pagando entre un 0,1% y un 0,5% de comisión por la gestión que realiza subróker, ya que, al fin y al cabo, el cobro en títulos es una ampliación de capital, y este tipo de operaciones son una fuente clásica de ingresos para las entidades que operan en bolsa -y de pago para los inversores-.

Los defensores del cobro en acciones argumentaránque también suele pagarse una comisión por el cobro de dividendos, con lo cual, tanto monta. Y es verdad, pero con la diferencia de que en este caso se descuenta sobre el dinero que se ingresa, mientras que en el anterior, el ahorrador tiene que hacer frente a la comisión sin haber recibido a cambio ningún dinero, sino unos títulos surgidos de dividir las acciones que ya tenía en unas pocasmás.

Las compañías que se han acogido a esta fórmula de remuneración tienden a destacar la penalización fiscal del cobro en efectivo y a resaltar las bondades del cobro en acciones. Sin embargo, la realidad es muy distinta y según qué tipo de ahorrador se sea, puede darse la situación de no tener que tributarsi se venden los derechos a la compañíay, en cambio, verse obligado a pagar una comisión por la ampliación de capital si se queda con las acciones.

Éste es el caso de una persona que perciba por dividendo menos de 1.500 euros anuales. En su caso, está exento de tributar este dinero, con lo que en su caso, la clave estará en mirar qué comisión le cobra su bróker por dividendos o por ampliaciones de capital, más allá del interés particular que pueda tener por recibir efectivo o títulos.

En este punto, se debe recordar que el borrador de la reforma fiscal contempla retirar esta excención, algo que en cualquier caso, si llega a materializarse, no entraría en vigor hasta 2015, por lo tanto, no tendrá impacto en los dividendos que se perciban este año. A cambio, la reforma también contempla un abaratamiento de la tributación del ahorro.

Actualmente, para quienes superen esos citados 1.500 euros, se tributa al 21% hasta los primeros 6.000 euros; al 25% hasta 24.000; y al 27% por encima de esta cifra. Según el borrador, estos listones se bajarán el próximo año al 20% para el primer tramo; al 22% hasta 50.000 euros; y al 24% a partir de esta cifra. En 2016, se pagará un 19% por los primeros 6.000 euros; un 21% hasta 50.000 euros; y un 23% por encima de esta cantidad.

La tercera opción que contempla el dividendo flexible consiste en vender al mercado, en vez de hacerlo directamente a la empresa de la que se es accionista. Aquí, además de seguir la cotización de los derechos durante el tiempo que están en mercado, para desprenderse del derecho a un importe superior al que paga la sociedad, se debe tener en cuenta la comisión que también cobra el bróker, al tratarse de una operativa de bolsa en el mercado.

A cambio, cuenta con la ventaja de diferir el pago de impuestos, ya que ésta se retrasa hasta la venta de las acciones y, además, se hace descontado al precio al que adquirimos inicialmente las acciones el importe de la venta del derecho. Por ejemplo, si un ahorrador invirtió 5.000 euros en adquirir 1.000 acciones de la empresa X y vende los derechos en mercado a 0,05 euros, obtiene 50 euros, a los que deberá restar una comisión de 5 euros.

De cara a Hacienda, frente a los 5 euros por acción en que se cifró la compra original, ahora el importe de estos títulos ha bajado a 4,95 euros, ya que se descuenta del valor de la acción el dinero ya cobrado, porque, al fin y al cabo, no es un dividendo al uso salido de los resultados, sino que es una ampliación de capital.

Además, esta fórmula permite al ahorrador no tener que saldar cuentas con el fisco hasta que se vendanlos títulos y se obtenga una plusvalía, la cualmengua en proporción al importe logrado con la venta del derecho, porque se rebaja el precio medio de adquisición de los títulos.

Cuando se venden las acciones es donde todos los ahorradores, hayan elegido la fórmula que hayan elegido, terminan siendo juzgados de igual manera por el fisco, ya que en ese momento deberán tributar conforme a los tipos expuestos anteriormente sobre las plusvalías obtenidas, mientras que si venden con pérdidas, podrán aprovecharlas para compensar otras ganancias durante un plazo de cuatro años.

No obstante, todavía deben tenerse en cuenta dos últimas consideraciones para ver cómo impacta cada alternativa en el bolsillo de los ahorradores. Por una parte, en el caso de los bancos, las ventajas que ofrecen a sus accionistas en el cobro de comisiones, de las cuales suelen estar exentos en ocasiones, como ocurre, por ejemplo, con Santander y su plan de ventajas para el accionista.

Por otra, lo que hacen los propios consejeros de la empresa, ya que si el patrón del barco es el primero en coger el flotador (cobro en efectivo, ya sea vendiendo a mercado o a la empresa), ¿tiene sentido que el resto de la tripulación no lo haga?

Dicen que es peor una media verdad que una mentira, y por lo que respecta al dividendo, la media verdad consiste en decir que cobrar el dividendo en acciones no tiene coste para el ahorrador. Y no sólo por el eterno debate de si esta fórmula de remuneración es realmente tal, ya que, al fin y al cabo, consiste enrepartir la misma tarta en porciones más pequeñas, sino porque también tiene un impacto directo para el bolsillo del ahorrador en forma de comisiones.

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