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¿Quiere arañar más rentabilidad? La banca apela a su catálogo de depósitos crecientes
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EXIGEN UNA MAYOR PERMANENCIA

¿Quiere arañar más rentabilidad? La banca apela a su catálogo de depósitos crecientes

Depósitos crecientes. Es la alternativa que da la banca a los clientes para arañar más rentabilidad a los productos conservadores a cambio de asumir mayor permanencia

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Depósitos crecientes. Son dos palabras que se repiten cada vez más a pie de ventanilla bancaria. Tras ellas, otro intento de dar respuesta a la demanda de una clientela que sigue apelando al depósito a plazo fijo a la hora de solicitar un producto de ahorro. El problema con el que estas personas se encuentran es que las imposiciones están muy lejos de ofrecer las rentabilidades a las que acostumbraban en los últimos años y la expectativa es que el goteo de los rendimientos siga a la baja en un escenario con los tipos de interés en mínimos históricos. La opción esgrimida por algunas de las principales entidades es articular un depósito creciente que otorga al cliente algo más de rentabilidad a cambio, también, de aumentar el periodo de permanencia en el producto.

A diferencia de los depósitos estructurados, vinculados a una cesta de activos de renta variable, la mayoría de los depósitos crecientes mantienen la idiosincrasia de una imposición convencional y remuneran al cliente por mantener aparcada su inversión durante un tiempo determinado. El apelativo de creciente hace referencia a que este rendimiento va en aumento, a medida que pasa el tiempo. La forma más habitual de definir estos productos es a partir de varios tramos que ofrecen unas condiciones distintas. Por ejemplo, un depósito creciente tipo puede ofrecer un rendimiento del 0,6% los primeros doce meses, incrementarlo al 0,80% desde el mes 13 al 24 y hacer lo propio hasta el 1% del mes 25 al 36.

La gran mayoría de estos depósitos plantea una duración de 18 meses o más. En este punto es donde los asesores financieros inciden en la importancia de conocer si el producto cuenta con ventanas de liquidez -una posibilidad que en los últimos tiempos ha desaparecido casi por completo- que permitan recuperar el capital invertido sin asumir penalizaciones.

No es el único punto que conviene tener presente. La rentabilidad global que ofrece el producto también es otro de los aspectos a revisar antes de contratar. Y en este punto hay que enfatizar el término global. "Hay que evitar dejarse llevar por la rentabilidad publicitada en el folleto, que suele ser superior a la de los depósitos convencionales. Todo hay que calcularlo a partir de la duración total del producto y saber cuánto se va a llevar de media el cliente cada año para tomar la decisión adecuada", subrayan desde una empresa de asesoramiento financiero -eafi-.

Si se tienen en cuenta estas particularidades, no es difícil que su entidad le ofrezca uno de estos productos como alternativa a unos depósitos a plazo tradicionales que sitúan su rentabilidad en el entorno del 1% a un año y en el 1,25% TAE de media a 24 meses. En el caso de los grandes bancos, Santander y BBVA, los depósitos crecientes están a la orden del día en los catálogos comerciales en un entorno en el que sus imposiciones a un año remuneran un 0,4% y 0,6%, respectivamente.

La entidad cántabra ofrece un producto a 25 meses con dos tramos y dos posibles escenarios, dependiendo de la cuantía que se invierta. El primero de ellos cuenta con una rentabilidad del 0,35% los primeros doce meses y del 0,5% los trece restantes que derivan en una TAE global del 0,42% para inversiones de hasta 49.999 euros. El segundo caso está orientado a aquellas inversiones de más de 50.000 euros y presenta un rendimiento del 0,4% los doce primeros meses y del 0,55% los trece siguientes con una rentabilidad global del 0,47%. La liquidación de intereses se realiza de forma trimestral en todos los supuestos.

La filial online de Banco Santander, Openbank, también ofrece un depósito de estas características a 18 meses que en el primer semestre ofrece un 0,7%, en el segundo un 0,85% y en el tercero un 1% (TAE global del 0,85%). No obstante, el cliente debe tener en cuenta que si desea cancelar el producto antes de vencimiento obtendrá una remuneración del 0,35% TAE.

Banco Popular también ofrece estos productos en catálogo, si bien el rendimiento ofrecido en estos depósitos se adapta a las condiciones y a la vinculación que mantiene cada cliente con la entidad. Entre el resto de grandes entidades, en los últimos meses estos depósitos han ido cediendo espacio entre las ofertas comerciales, en aras de una presencia cada vez mayor de los fondos de inversión. Este es el caso de CaixaBank o Banco Sabadell, que actualmente no comercializan ningún depósito creciente.

Depósitos crecientes. Son dos palabras que se repiten cada vez más a pie de ventanilla bancaria. Tras ellas, otro intento de dar respuesta a la demanda de una clientela que sigue apelando al depósito a plazo fijo a la hora de solicitar un producto de ahorro. El problema con el que estas personas se encuentran es que las imposiciones están muy lejos de ofrecer las rentabilidades a las que acostumbraban en los últimos años y la expectativa es que el goteo de los rendimientos siga a la baja en un escenario con los tipos de interés en mínimos históricos. La opción esgrimida por algunas de las principales entidades es articular un depósito creciente que otorga al cliente algo más de rentabilidad a cambio, también, de aumentar el periodo de permanencia en el producto.

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