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Abrir un plan de pensiones: 10 preguntas básicas que has de plantearte
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A LAS PUERTAS DE LA CAMPAÑA DE FINAL DE AÑO

Abrir un plan de pensiones: 10 preguntas básicas que has de plantearte

¿Piensa contratar un plan de pensiones? Los expertos aseguran que será una necesidad en un futuro próximo. Aquí tiene 10 cuestiones que responder antes de firmar

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Abrir un plan de pensiones: 10 preguntas básicas que has de plantearte

Ahorro previsión con el fin de complementar una futura pensión pública... si es que la hay. Contratar un plan de pensiones u otro producto con vistas a la jubilación se va a convertir en una necesidad básica para aquellos que quieran mantener un nivel de ingresos después de su etapa laboral. En apenas unas semanas, las campañas de las entidades comenzarán a aflorar, como sucede cada año. Pero los productos de ahorro previsión ni son exclusivos del final de año (quienes invierten sólo en diciembre pierden rentabilidad frente a si lo hicieran el resto del ejercicio), ni están pensados a partir de una edad determinada. A continuación diez cuestiones básicas que debe tener en cuenta antes de contratar un plan de pensiones.

1. Qué es un plan de pensiones

Se trata de un instrumento financiero de ahorro para la jubilación en el que un inversor realiza aportaciones periódicas (del importe y la periodicidad que desee). Esto le permitirá disponer de un capital o una renta en el momento de la jubilación, en caso de incapacidad o de fallecimiento, para que puedan disponer del mismo, apuntan desde el Observatorio Inverco. No obstante, cada contribuyente cuenta con diferentes planes a los que puede aportar.

Por un lado, los planes de pensiones individuales (los que el inversor puede adquirir por cuenta propia en entidades financieras), que se pueden traspasar libremente hacia otros planes. Por el otro, los planes de pensiones de empleo, en los que la empresa aporta una parte y otra el empleado. En este último sistema no podrán movilizarse los derechos consolidados del plan, salvo que se extinga la relación laboral, y siempre que esté previsto en las especificaciones del producto.

2. Por qué es recomendable ahorrar para la jubilación

El gran argumento por el cual es necesario ahorrar para la jubilación es porque el actual sistema de pensiones, tal y como está definido actualmente, puede llegar a ser insostenible, teniendo en cuenta que actualmente la recaudación de la Seguridad Social, es insuficiente para hacer frente al gasto en pensiones, apunta Julio Fernández, profesor del IEB. Prueba de ello es que, sumando todas las disposiciones realizadas sobre el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, se ha reducido su importe a 53.750 millones de euros. Al margen de esto, el Gobierno prevé que utilizará otros 8.500 millones de euros del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en 2015 para garantizar el abono de las pensiones, según el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el próximo año. Dicho de forma llana, el envejecimiento de la población hace insostenible las pensiones públicas a futuros y este efecto ya se empieza a apreciar.

3. ¿Cuándo es buen momento para contratarlo?

Según aseveran desde Abante Asesores, es aconsejable comenzar a planificar la jubilación en el mismo momento en que ingresamos en el mercado laboral. Cuanto antes empecemos, menor será el esfuerzo que tendremos que hacer mañana, no sólo por disponer de más años para ahorrar, sino porque a lo largo de ese plazo, la rentabilidad que pueda generar ese ahorro nos ayudará a conseguir antes nuestro propósito.

En la primera etapa, denominada fase de capitalización, las aportaciones realizadas son bajas. En las sucesivas fases de planificación a la jubilación, fase de maduración y fase de extinción, el nivel de aportaciones se incrementan gradualmente de manera considerable, ya que nuestra capacidad de ahorro es superior y el horizonte temporal es menor.

El dinero del plan de pensiones se puede recuperar al llegar el momento de la jubilación o antes, en caso de incapacidad o fallecimiento (por los herederos). Adicionalmente, existen otros tres supuestos de cobro anticipado de la prestación: desempleo prolongado, enfermedad grave o desahucio de la vivienda habitual. A partir del 1 de enero del 2015, se aprobará un nuevo supuesto de liquidez, sin necesidad de vincularlo a ninguna situación objetiva, por lo que se podrá rescatar el dinero del (sin necesidad de justificarlo), una vez que hayan transcurrido diez años desde la primera aportación.

Las aportaciones periódicas, ya sean mensuales o trimestrales, siempre son más recomendables que las que se hacen a final de año, ya que permiten ir neutralizando los movimientos de los mercados financieros y las alzas o bajas de las activos financieros en que invierten los Planes de Pensiones. Además, supone una medida de planificación y disciplina financiera a largo plazo. Según el último informe elaborado por Abante Asesores, aquellas personas que sólo realizan aportaciones para su jubilación en diciembre están haciéndolo casi cuatro puntos porcentuales más caro que si las efectuaran durante el resto de meses del año.

Los fondos de inversión son un vehículo idóneo para el ahorro, ya que al igual que los planes de pensiones, permiten una gestión profesionalizada y diversifican obligatoriamente en varias inversiones. De esta forma, en caso de insolvencia de la entidad que gestiona el plan o el grupo financiero al que pertenece dicha entidad, los activos seguirán siendo titularidad del ahorrador.

La diferencia entre planes de pensiones y fondos de inversión es que los primeros son ilíquidos hasta el momento de la jubilación, salvo en los supuestos mencionados anteriormente, mientras que los fondos tienen liquidez en un plazo máximo de 72 horas. Además, los planes cuentan con ventajas fiscales, dada su condición ilíquida.

En todo caso, tal y como señalan desde el IEB, nunca se debe aconsejar la contratación de un plan de pensiones o PPA si el ahorrador no necesita beneficio fiscal anual ya que, a la hora de percibir los derechos consolidados, tributan como rendimientos netos de trabajo y, anteriormente, no hemos obtenido deducción alguna sobre las aportaciones.

Los planes de pensiones son el único instrumento financiero que tiene reducción en la base imponible en el IRPF, hasta un límite de 10.000 euros o 12.500 euros (para los que tienen 50 años o más). Así, por ejemplo, si se aportan 1.000 euros y se tributa al 40% en renta, Hacienda nos devolverá 400 euros. La novedad es que a partir de 2015 el límite máximo de aportación con derecho a la reducción fiscal será de 8.000 euros, frente a los 10.000 euros vigentes.

Una vez jubilados, tendremos que pagar por el dinero rescatado como rendimiento de trabajo, sin embargo, se debe tener en cuenta que el efecto de diferir el impuesto durante veinte o treinta años le otorga a este instrumento de ahorro una fiscalidad bastante ventajosa.

Desde Profim señalan que, como norma general, cuantos más años falten hasta la jubilación, más agresiva debe ser la política de inversiones con el fin de obtener una mayor rentabilidad (invertir un mayor porcentaje en activos de riesgo). Mientras que, cuando se vaya acercando la edad de la jubilación, lo recomendable es reducir el riesgo, ser prudente y centrarse en alternativas más conservadoras que ayuden a consolidar lo ganado.

La distribución por clase de activos, bien podría realizarse de la siguiente manera:

  • Menores de 35 años: 70% del ahorro se podría invertir en activos de renta variable (bolsa, fondos de inversión y planes de pensiones de acciones) y un 30% en activos de renta fija (bonos, letras, fondos y planes de pensiones de renta fija).
  • Entre 35 y 45 años: 60% en renta variable y 40% en renta fija.
  • Entre 45 y 55 años: 45% en renta variable y 55% en renta fija.
  • Para mayores de 55 años: 20% en renta variable y resto en renta fija.

Las alternativas de inversión son múltiples y no son excluyentes. Al contrario. Siempre que se pueda, lo más conveniente es diversificar.

La respuesta, como en casi todo, es que depende. Por un lado, del plazo temporal que se escoja, si bien lo recomendable en estos productos es elegir periodos amplios. Por el otro, del tipo de plan. Puede consultar los planes de pensiones más rentables de cada categoría en este enlace, correspondiente al último especial de inversión de Cotizalia.

Desde EFPA, el asesor Carlos Herrera cree que la mejor alternativa es acudir a un asesor independiente porque puede ofrecer varias gestoras y asesorar de una forma más detallada. Una mejor planificación para la jubilación, acompañando al cliente en el momento de constitución del ahorro y buscando la mejor eficiencia financiera y fiscal en el momento de la prestación resulta esencial para el ahorrador.

Ahorro previsión con el fin de complementar una futura pensión pública... si es que la hay. Contratar un plan de pensiones u otro producto con vistas a la jubilación se va a convertir en una necesidad básica para aquellos que quieran mantener un nivel de ingresos después de su etapa laboral. En apenas unas semanas, las campañas de las entidades comenzarán a aflorar, como sucede cada año. Pero los productos de ahorro previsión ni son exclusivos del final de año (quienes invierten sólo en diciembre pierden rentabilidad frente a si lo hicieran el resto del ejercicio), ni están pensados a partir de una edad determinada. A continuación diez cuestiones básicas que debe tener en cuenta antes de contratar un plan de pensiones.

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