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Buffett se despide de las ganancias amasadas en 35 años
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Buffett se despide de las ganancias amasadas en 35 años

El sábado Warrent Buffett, el oráculo de Omaha, la mayor fortuna del mundo, el inversor estrella de Wall Street, entonó el ‘mea culpa’ ante sus inversores

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Buffett se despide de las ganancias amasadas en 35 años

El sábado Warrent Buffett, el oráculo de Omaha, la mayor fortuna del mundo, el inversor estrella de Wall Street, entonó el ‘mea culpa’ ante sus inversores y no es para menos. Su firma, Berkshire Hathaway, ganó un 62% menos que en 2007, lo que demuestra que el gurú de las finanzas no es inmune a la crisis. Pero peor aún es otro dato que ha quedado velado por las grandes cifras: prácticamente todas las ganancias que ha ido amasando durante sus 35 años de carrera se han esfumado.

Su cartera de inversiones ha pasado de valer 72.000 millones de dólares en 2007 a 37.000 millones a día de hoy. Sucede que esos 37.000 millones de dólares suponen, aproximadamente, lo que ha venido invirtiendo en las últimas décadas, con lo que el capital total ganado por Buffet en todos estos años es ahora cero.

Si nos basamos en la carta presentada por el inversor sobre la evaluación de su cartera a cierre del año pasado –que se diferencia de misivas anteriores en que ha excluido la participación en Burlington Norther y en Moody´s, donde Berkshire tiene el 20%- el valor de su cartera (49.000 millones a 31 de diciembre de 2008) ha caído desde enero hasta los 37.000 millones de dólares, con lo que sólo cubre los costes de sus inversiones.

El cálculo de lo que venimos diciendo es bien sencillo. Como explica Jeff Matthews en su blog, Is Not Making This Up, Desde que comenzó 2009 su cartera ha sufrido pérdidas de 1.000 millones de dólares o más en American Express, Conoco-Phillips, Procter & Gamble y UBS. Y mientras algunas pérdidas son algo pasajero, la bofetada a su holding financiero se perfila más permanente. No hay que obviar la caída de 5.000 millones de dólares del valor del 7% que Berkshire tiene en Wells Fargo. Además, otros de los nombres que han hecho ha Buffett subir a lo más alto -no sólo en cuanto a fortuna sino también en popularidad- Coca Cola, Tesco o el Washington Post, se están hundiendo en lo que llevamos de año.

En total, las ganancias netas de Berkshire Hathaway bajaron un 62% en 2008 debido a unas pérdidas en inversiones y derivados de casi 7.500 millones sobre el balance. Según el informe anual, la compañía tuvo en 2008 unos beneficios netos de 4.999 millones de dólares, ó 3,224 dólares por acción, respecto a los 13.210 millones de dólares del año anterior, cuando sus acciones se cotizaron a 8,548 dólares.

Una situación que a Buffett parece importarle demasiado cuando el sábado aseguró a sus inversores que “el valor de los bonos y acciones que mantenemos ha sufrido una caída significativa de la mano de la del mercado en general, estos no nos molesta ni a Charlie (Munger) ni a mí”.

Omaha tendrá otro tono

La reunión anual de Warrent Buffet en Omaha tendrá otro tono esta primavera. De entrada, porque con los demoledores resultados que ha presentado Berkshire Hathaway el oráculo va a conseguir que por fin se hable de su negocio. Algo impensable en citas anteriores.

“Este año hemos recibido un puñado de preguntas directamente relacionadas con Berkshire y sus operaciones. El año pasado fueron prácticamente ninguna. Por lo que tendremos que reconducir el debate hacia los negocios de Berkshire”, explicaba Buffett en su carta a los accionistas.

En los últimos años, la peregrinación a Omaha, a la que llegan a asistir más de 30.000 inversores, llenaba páginas y páginas de lo que debe ser un buen anecdotario. Desde preguntas sobre la alimentación del gurú de Wall Street, hasta sus inclinaciones religiosas o su relación directa con Dios. Nada que ver con el mundo financiero.

Ahora la cosa ha cambiado. La expectativa es inmensa y los inversores comienzan a enviar ya sus preguntas a las correspondientes voces autorizadas. De hecho, el funcionamiento del turno de preguntas consiste en un sorteo entre los asistentes y la selección llevada a cabo por tres periodistas que asisten al acto y que trasladan a Buffet y a su vicepresidente, Charlie Munge, las cuestiones que interesan a sus lectores.

En este sentido, el gestor de fondos y bloguero, Jeff Matthews, que también ha escrito un libro sobre este acontecimiento anual, “Pilgrimage to Warren Buffet´s Omaha” ha comenzado a elaborar un Top Ten entre sus parroquianos. Matthews es de los pocos privilegiados que tienen un billete a Omaha y presentará las mejores preguntas que reciba.

Y estas pueden ser muchas. No en vano, la gravedad de la situación de Berkshire, provocada por “algunas cosas tontas en lo que a inversión se refiere”, como explicó Buffet, reside en que el valor de su cartera no sólo es importante para la firma y sus accionistas, sino que inversores  de todo el mundo imitan sus movimientos. Ha resultado que el oráculo no es tan infalible al fin y al cabo.

El sábado Warrent Buffett, el oráculo de Omaha, la mayor fortuna del mundo, el inversor estrella de Wall Street, entonó el ‘mea culpa’ ante sus inversores y no es para menos. Su firma, Berkshire Hathaway, ganó un 62% menos que en 2007, lo que demuestra que el gurú de las finanzas no es inmune a la crisis. Pero peor aún es otro dato que ha quedado velado por las grandes cifras: prácticamente todas las ganancias que ha ido amasando durante sus 35 años de carrera se han esfumado.

Economía sumergida Berkshire Hathaway