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Sebastián presiona a las eléctricas tras reuniones 'in extremis' con sus consejeros delegados
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Recta final en la negociación del déficit tarifario

Sebastián presiona a las eléctricas tras reuniones 'in extremis' con sus consejeros delegados

Se acerca la hora D y los jugadores afilan sus cuchillos. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, dio ayer un paso al frente y metió presión

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Sebastián presiona a las eléctricas tras reuniones 'in extremis' con sus consejeros delegados

Guerra de nervios. Y es que, como si de una partida de ajedrez se tratara y sabiendo que al final tendrán que mover ficha para ganar, nadie quiere ceder de momento ni un peón si no es estrictamente necesario. “Los consejeros delegados no le han dicho nada, como no se lo dijeron los presidentes. No se han salido del guión. Es él quien tiene que hacer una propuesta, y debe ser una propuesta integral. ¿No dice que eléctricas, consumidores y Gobierno tienen que ceder? Muy bien, que cedan todos el mismo día y a la misma hora. Todo lo que no sea eso se aleja de un plan coherente”, aseguran fuentes próximas a una de las empresas implicadas. Lo normal es que, una vez haya terminado con esta ronda de contactos, Sebastián convoque un cónclave –aplazado ya dos veces- entre todos los implicados para dar a conocer su solución. No queda mucho tiempo, ya que el Gobierno tiene que hacer pública en breve su propuesta de revisión de la tarifa de la luz para enero. La semana próxima podría ser la cita.

En todo caso, lo que pocos dudan es que habrá acuerdo. “Las eléctricas cederán. Son las primeras que quieren llegar a una solución”, apunta otra fuente conocedora de las conversaciones. Un escenario que también explica la reacción de ayer del titular de Industria. Esto es, como finalmente va a haber acuerdo, tendrá que subir la luz. Y mucho. Y durante mucho tiempo. Luego mejor preparar el terreno para cuando venga la contestación social. Siempre será mejor poder argumentar que ha metido en cintura a las compañías. Y eso es algo que podrá vender a la opinión pública, ya que ni las propias empresas dudan de que tendrán que aceptar una quita del dinero que se les adeuda, como parte de esas concesiones a las que apunta como un mantra el ministro. No obstante, fuentes próximas a una de ellas apunta que “la rebaja en la deuda debe de tener sentido. Sólo con los derechos gratuitos de dióxido de carbono restaríamos 1.400 millones de euros, luego hay herramientas para ceder, pero es un problema complejo que necesita una solución compleja y amplia”.

En el arranque de las negociaciones, el Ministerio habría planteado a las eléctricas una rebaja que podría estar entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Sin embargo, nunca ha estado fácil cómo articularla. Y es que desde los diferentes interlocutores de Industria en esta ronda de reuniones se ha venido denunciando sotto voce una importante falta de trabajo previo a los encuentros por parte de Ministerio. Hasta el orden de los contactos se antoja errático: primero, los presidentes; luego, técnicos, y después, los primeros ejecutivos. “Eso ha hecho que el trabajo que se esté realizando sobre la marcha. Van partida a partida, planteando cómo recortar y luego se encuentran con problemas técnicos. Hasta se enfadan cuando se les hace ver”, aseguraba recientemente uno de los implicados.

Miguel Sebastián Déficit de tarifa eléctrico