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La economía le estalla a Zapatero
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La economía le estalla a Zapatero

“La subida del euribor es el golpe definitivo al cuadro ‘macro’. España va a crecer por debajo del 1% durante muchos trimestres”. Quien así habla es

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La economía le estalla a Zapatero

“La subida del euribor es el golpe definitivo al cuadro ‘macro’. España va a crecer por debajo del 1% durante muchos trimestres”. Quien así habla es el jefe del servicio de estudios de una importante entidad financiera española. Su análisis derrocha pesimismo por los poros, y no es para menos a la luz de todos los indicadores de coyuntura.

Ni uno se salva. Ni el consumo privado, ni las inversiones, ni el sector exterior, que encadena déficit cada vez mayores de la mano del encarecimiento del crudo. Y todo ello en un contexto de crisis crediticia que para el caso español se parece cada vez más a un credit crunch. Bancos y cajas no tienen dinero para prestar a sus clientes, y el que tienen prefieren guardarlo para prevenir posibles tensiones. La consecuencia de ello no puede ser otra que un estrangulamiento de la actividad productiva por falta de liquidez, como pone de relieve el hecho de el crecimiento del crédito es el más bajo de los últimos 15 años. Y sin crédito, que ha sido la gasolina que ha movido la economía española desde la última recesión (lo que explica su elevado endeudamiento privado), las posibilidades de recuperar sendas de crecimiento similares al potencial (en torno al 3%) se presentan simplemente imposibles.

Por el contrario, el escenario más probable que dibujan los servicios de estudios vinculados al sector financiero es el siguiente. El PIB (en términos interanuales) crecerá en el segundo trimestre por debajo del 2% (probablemente en el entorno del 1.7-1,8%); en el tercero, la actividad se irá ya al 1,4%, mientras que en el cuarto de este año es muy probable que el Producto Interior Bruto crezca ya por debajo del 1%. Esa tasa, situada entre el 0,8% y el 0,9%, se mantendrá durante los primeros tres trimestres de 2009; y ya en el último es probable que ya se observe alguna ligera recuperación, hasta alcanzar el PIB un ritmo de crecimiento del 1,3%, muy lejos de su potencial e insuficiente para evitar que se siga destruyendo empleo.

En el mejor de los casos, por lo tanto, la recuperación no sería una realidad hasta bien entrado el año 2010. Siempre que no se caiga en el llamado mal portugués o italiano -crecimientos bajos durante un número prolongado de años-, que es exactamente lo que ocurrió a Alemania durante una decena de años.

Hoy por hoy, éste es el escenario más probable que manejan los distintos institutos de coyuntura, que califican la situación como “extremadamente difícil” por la confluencia en el tiempo de tres crisis de distinto signo pero interrelacionadas entre sí.

Menor liquidez, mayor desempleo

Por un lado, está la crisis el crédito, que lejos de haberse resuelto está plenamente operativa, como pone de manifiesto que el euribor se sitúe 140 puntos básicos por encima del tipo de intervención del BCE. Por otro, la crisis del ‘ladrillo’ no ha hecho más que empezar. Muchas de las casas que hoy se están construyendo se iniciaron antes de que se pinchara la burbuja y, en un contexto de restricción del crédito, lo coherente es que, según se vayan acabando los trabajos, pasen a engrosar el stock de viviendas sin comprador, que la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, ha estimado en unas 600.000. Por último, el precio de las materias primas (en particular el petróleo) continúa su escalada provocando alzas de la inflación que socavan la capacidad de compra de los salarios y las pensiones, que es lo que ha provocado la huelga del transporte. Es decir, tres crisis al mismo tiempo.

El dinero no es solamente escaso, sino que además es caro, como ponen de relieve los últimos datos del Banco de España. En abril pasado (último mes publicado) el tipo de interés medio para la adquisición de una vivienda en nuevas operaciones se situó en el 5,38% en términos TAE, es decir, incluyendo comisiones. En el caso de los créditos al consumo, el precio del dinero que se está aplicando es del 10,48%, lo que supone -en ambos casos- unos tipos de interés reales desconocidos en mucho tiempo, y que tienen mayor impacto en un país que ha podido disponer de dinero barato y en abundancia prácticamente desde su integración en el euro

Adiós a los viejos tiempos

Esos tiempos se han quedado atrás, y eso está pasando una elevada factura en términos de empleo, como pone de manifiesto el último informe de coyuntura del Ministerio de Economía, en el que se detalla que, aunque formalmente la afiliación a la Seguridad Social creció en 53.400 personas en mayo, si se utiliza la serie desestacionalizada (para evitar el efecto calendario), “el dato resultante es de un descenso de 82 mil personas”. No se trata de un dato aislado. Respecto a un año antes, se ha producido un aumento de 106,5 mil nuevos pensionistas, lo que representa un ritmo de variación interanual del 0,6%, medio punto inferior al del mes anterior. Es decir, que la afiliación a la Seguridad Social está creciendo ya menos de la mitad que el número de nuevos pensionistas.

El estrangulamiento del crédito lo pone de relieve el hecho de que la financiación a los hogares para adquirir bienes de consumo o de inversión (como la vivienda) está creciendo a ritmos del 10,6%, casi la mitad que hace un año.

Lo peor, con todo, es que es muy probable, según algunas fuentes, que al acabar este año ya crezca en el entorno del 5%, una tasa histórícamente reducida para un país acostumbrado a crecer vía endeudamiento (público o privado). En el caso de las empresas, la financiación crece (datos a marzo) a ritmos del 15,5% en términos anuales, tasa todavía elevada aunque hay que tener en cuenta que recoge información de los meses en que se registraban aumento del 25% En el caso de las empresas vinculadas al sector de la construcción o la promoción inmobiliaria, la restricción del crédito es todavía mayor. Y sin financiación no hay crecimiento, lo cual es especialmente importante para el país con mayor déficit de balanza de pagos del mundo en términos relativos (un 12,1% del PIB en el primer trimestre).

“La subida del euribor es el golpe definitivo al cuadro ‘macro’. España va a crecer por debajo del 1% durante muchos trimestres”. Quien así habla es el jefe del servicio de estudios de una importante entidad financiera española. Su análisis derrocha pesimismo por los poros, y no es para menos a la luz de todos los indicadores de coyuntura.

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