Manuel Lao (Cirsa): “Yo sigo controlando los barcos-casino de Buenos Aires”

Manuel Lao Hernández (Almería, 1944), presidente de Cirsa, es uno de los empresarios del juego más conocidos en España y en el mundo. Dueño de una de las tres compañías líderes mundiales de su sector, y de un sinfín de empresas patrimoniales y familiares, Lao es el primer contribuyente neto de España.

Poco amigo de aparecer en medios de comunicación, en esta entrevista el empresario andaluz no evita ningún tema: su reciente acuerdo en Argentina con un socio local, la polémica del medio millón de euros requisado en Buenos Aires, salida a Bolsa de Cirsa, dimisión de Joaquín Agut… “Sé que en El Confidencial habéis publicado muchas cosas. Pregúntame lo que quieras”, dice antes de iniciar la conversación.

E.C.: A finales del año pasado, usted se vio envuelto en un turbio asunto en el aeropuerto de Buenos Aires. Se le requisaron jamones, botellas… y medio millón de euros escondidos en cajas de jamones. ¿Por qué llevaba escondido ese dinero?

M.L.: No llevaba escondido nada. Se equivoca quien piense que trataba de llevar medio millón de euros para no sé qué oscura operación. Siempre que viajo llevo dinero en efectivo por si surge algún imprevisto de tipo por ejemplo sanitario o si, por ejemplo, tengo que llenar el tanque del avión en el que viajo. ¿Sabe cuánto cuesta llenar el depósito del avión? Pues mucho dinero, y hay que pagar al contado, ¿eh? Nada de tarjeta de crédito.

E.C.: ¿Por qué lo llevaba escondido en cajas de jamones?

M.L.: Insisto en que no lo llevaba escondido en ningún sitio. Estaba en bolsas, lógicamente, no en cajas. En el aeropuerto nos hicieron bajar todo lo que llevábamos en el avión, nos obligaron a vaciarlo. Entonces vieron las cestas de Navidad que yo llevaba para mis directivos y cogieron las otras bolsas donde llevaba el dinero en efectivo para llenar de gasolina el depósito. Pero no estaba escondido. Siempre en diciembre suelo llevar algunos regalos a mis directivos en Argentina, Santo Domingo, Panamá… Para ellos eran las cestas. Pero, ¿de verdad cree alguien que yo necesito esconder 500.000 euros en Argentina? ¡Pero si tengo allí dos negocios que me dan 60 millones de euros de beneficios al año! ¿Para qué iba a querer esconder 500.000 euros?

E.C.: Poco después de ese incidente, usted negoció la cesión del 50% de sus dos barcos-casino en Buenos Aires a Cristóbal López, amigo del presidente argentino, Néstor Kirchner, a cambio del 50% del casino de Rosario, segunda ciudad del país. En principio, usted sale perdiendo con ese acuerdo: la mitad de dos excelentes casinos por la mitad de un proyecto de negocio. ¿Presionó Kirchner para que firmara la paz con López?

M.L.: Por supuesto que no. El presidente argentino no me ha presionado nunca para nada.

E.C.: ¿Por qué ese acuerdo entonces?

M.L.: Porque me conviene y porque salgo ganando yo. Mire usted, una cosa es lo que cuentan o se puede contar con más o con menos acierto –en este caso con ninguno- y otra la realidad. Niego rotundamente que Kirchner me haya presionado. Son simplemente calumnias que hacen daño a Manuel Lao, a su grupo empresarial y de paso al gobierno argentino y a su presidente. Yo lo que he mantenido es una negociación empresarial dura, muy dura con un empresario argentino, hoy socio. Es muy sencillo: él me ha dado una parte de su negocio y yo le he dado otra parte del mío.

E.C.: ¿Pero si es una cesión del 50% de los barcos casino, quien los controla ahora? ¿Ha perdido el control de esos casinos?