El problema de Europa o por qué sufren las bolsas
@S. McCoy - 28/10/2008
Me pone un lector sobre la pista del último post de Krugman en el NYT. Titulado “La madre de todas las crisis monetarias”, es sorprendentemente corto y básicamente remite a Stephen Jen, Estratega Jefe de Divisa en Morgan Stanley. Otro de ustedes me hace llegar el enlace al último artículo de Evans-Pritchard en el Telegraph. En este caso la Madre a la que se refería el recién designado Premio Nobel, que empieza a creérselo –el comienzo de su pieza no tiene desperdicio-, pare un hijo concreto. Y sale feo a más no poder. “Europa a las puertas del colapso monetario” es su negro pronóstico. Otro más. Y van… Su base argumental descansa, de nuevo, en Stephen Jen y su último análisis de coyuntura que, a su vez, parte de datos del Banco Internacional de Pagos de Basilea. ¿Qué es lo que dice el banquero de inversión para generar tal pánico y, sobre todo, está justificada la credulidad de los analistas ante su mensaje?
Comencemos primero por la segunda pregunta. Esto es lo que Jen -que en un informe de 8 de julio de este año, My Thoughts on Currencies, que no he podido encontrar en la web, concluía “el dólar, que entonces transitaba por el 1,565, cerca de sus máximos históricos contra el euro, puede estar haciendo un suelo frente a las principales divisas mundiales tras haber iniciado su apreciación frente a las emergentes” y el 29 de ese mismo mes apostaba ya abiertamente por una apreciación inmediata de la moneda USA, Calling for a USD rally, no tanto por mérito propio sino por defecto de las demás-, comentaba a sus clientes en un informe publicado el pasado trece de octubre, y que ahora les adjunto. No hay que negarle su capacidad premonitoria. “Pese al deterioro que hasta ahora hemos visto en las divisas emergentes, no estamos sino en la segunda fase de un proceso que se va a prolongar hasta bien entrado el 2009 (…) El contagio será severo y disipará gran parte de las diferencias entre los fundamentales económicos de sus distintas economías, pilares que se verán afectados negativamente por esa ausencia de discriminación”.
¿Cuáles son esas fases? Primera. Fortaleza del dólar ante el proceso global de aversión al riesgo y de compra masiva de activos soberanos estadounidenses. Segunda. Ajuste de las estrategias de cobertura de divisa por parte de los agentes económicos locales de las naciones en desarrollo. Se trata de un doble fenómeno: cierre acelerado de posiciones en pérdidas como consecuencia de apuestas erróneas en direccionalidad (minusvalías que, en algunos casos han amenazado con llevarse las propias empresas por delante) y apertura de nuevos mecanismos de protección que actúan contra la moneda local y a favor de la divisa estadounidense. Se trata de un movimiento obligado que no tiene nada que ver con los fundamentales. Es la etapa en la que nos encontraríamos actualmente. Tercera. Cancelación acelerada de las posiciones de carry trade que perjudicará fundamentalmente a las monedas con más liquidez y mayores tipos de interés asociados. Cuarta. Parón en seco de las entradas de capital que va a determinar qué parte del interés por las economías emergentes no era sino resultado de la burbuja de crédito lo que hará que cobre, en este caso sí, especial relevancia la solidez financiera del país en cuestión. Jen concluía entonces señalando: “se trata, por primera vez en la Historia, de un fenómeno global, no regional en el que las intervenciones gubernamentales serán inútiles”.
Gran parte de los movimientos de la bolsa española estos días, y especialmente la caída del Santander, podría encontrar su justificación en los fenómenos que Jen describe y anticipa y que se han cebado, especialmente, con el real brasileño. Pero, ¿cuál es su mensaje actual, primera parte de la pregunta inicial? Informe de 27 de octubre. A la luz de los datos suministrados por el Banco Internacional de Pagos de Basilea a finales de septiembre, concluye “los emergentes pueden convertirse el segundo epicentro del terremoto financiero mundial. Y, si llega a ser así, el euro es más vulnerable que otras monedas. Como porcentaje de su PIB, los bancos europeos (21%) y británicos (24% que también lo están sufriendo en sus carnes) están cinco veces más expuestos a dichos mercados que las entidades de Japón (5%) o Estados Unidos (4%) lo que puede tener un peligroso efecto boomerang sobre ellos y las economías que los sostienen”. Tres cuartas partes de la financiación a las economías en desarrollo ha sido realizada por instituciones financieras europeas. Las cifras son mareantes y amenazan con retrasar la recuperación de la región mucho más de lo que sus belicosos dirigentes piensan.
Tanto Krugman como Evans-Pritchard, cuya tesis ha sido ampliada por Yves Smith en Naked Capitalism, coinciden en dar extraordinaria importancia a la crisis en los países emergentes a la que hacíamos referencia ese fin de semana con base en los argumentos de Jen que son apoyados desde otras casas como UBS. No sólo eso. Ambos señalan que, contra lo que pudiera parecer a primera vista, Europa va a resultar la principal damnificada de este elemento adicional de la crisis. No sólo por el riesgo crediticio, que también. Sino también por la potencial fuga de capitales en aquellas naciones, como Austria, cuya exposición crediticia a tales regiones supone un porcentaje tan excesivo en términos de su PIB (85%), que hace que se les pueda asimilar el mismo riesgo soberano que a sus deudores. O por las mayores dificultades de financiación de aquellas economías que tienen déficits por cuenta corriente semejantes a los de países en proceso de convergencia y, además, mantienen igualmente una proporción importante de su PIB vinculado a la evolución de dichas regiones, léase España (23%).
Un factor de incertidumbre adicional en un entorno plagado ya de por sí de dudas acerca del futuro y que amenaza, de nuevo, y pese a las bienintencionadas palabras de los principales dirigentes de la Eurozona con cuestionar las bases sobre las que se ha construido la Unión Monetaria. Una nueva losa que ha de pesar sobre el mejor o peor comportamiento relativo, y en última instancia la recuperación, de las bolsas europeas frente a las americanas o, incluso, japonesas que sufren ahora la apreciación de un yen que cruje en el peor momento a sus exportadoras. Todos se preguntan qué les pasa a los mercados de acciones. No hay una única respuesta. Miedo a la recesión y su impacto en los beneficios, ausencia de flujos compradores y aversión al riesgo, desconfianza ante la realidad económica y financiera de las empresas, entre otros. Pues bien, aquí tienen una razón más. Quien nos iba a decir, al caer la tarde, que los emergentes eran el problema de Europa. En fin.
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Opiniones de los lectores (72)
72. matrix1, 28/10/2008, 22:48 h.
GatoFx.- Muy graciosa y aleccionadora la frase. Tenemos inquietudes de ricos y sueldos de pobres.
71. matrix1, 28/10/2008, 22:35 h.
Almeriensis.- En esos momentos la gente dice esas cosas, es inevitable...
69. Almeriensis1, 28/10/2008, 22:26 h.
Llagher, me gusta lo escrito. Habría que decirle al Sr. Cacho que mejorar el foro para poder ver todos los comentarios de un forero.
68. matrix1, 28/10/2008, 22:26 h.
Almeriensis.- RR y suces. que mencionabas ayer como alternativas...
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¿Una cumbre? Será para redefinir el papel de los políticos, ¿no?
@S. McCoy - 27/10/2008
@S. McCoy - 25/10/2008
Crónica de una muerte anunciada
@S. McCoy - 23/10/2008
Prepárense para pagar Patrimonio el año que viene
@S. McCoy - 22/10/2008
El cuento del prepotente, con razón, que debería ser prudente, con más razón todavía
@S. McCoy - 21/10/2008
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Experto financiero que escribe Valor Añadido. Es un incisivo analista que despertó el interés de nuestros lectores con sus brillantes y didácticos artículos sobre empresas, sectores y tendencias del mercado.
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