¿Te dan igual las primarias del PSOE? Pues ya están afectando a tu pensión

Por si fuera poco intentar 'coser' el partido, el nuevo secretario general del PSOE va a tener que tomar una decisión de gran calado económico nada más asumir sus funciones: definir la posición política de su partido ante una de las reformas más importantes para el futuro de España, las pensiones.

De momento, los tiempos de las primarias socialistas ya han provocado un retraso en el calendario esperado para presentar las conclusiones finales del Pacto de Toledo, que en un principio se esperaban para finales de mayo. Pero además, en función de los cambios que quiera añadir el nuevo líder, podrían acabar dilatando en mayor medida las conversaciones y, por supuesto, acabar facilitando o complicando, según el caso, el pacto con el resto de grupos políticos.

Los retos para el sistema son numerosos. Por un lado, demográfico. España se hace mayor y se vislumbra en el horizonte la jubilación de los 'baby boomers', que pondrá mucha presión en las cuentas. Por otro, laboral, ya que a pesar del aumento del empleo los ingresos de la Seguridad Social están avanzando a un ritmo insuficiente.

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Vicente Varó

Y, por último, por la falta de ahorro privado para la jubilación, que deja una dependencia excesiva en el sistema público, que de hecho va a menos. Si sumamos planes individuales y planes de empleo, en 2016 solo entraron 200 millones de euros nuevos a los planes de pensiones en España. Y de hecho, en los planes individuales incluso hubo menos aportaciones netas que en 2008, en pleno estallido de la crisis.

Si miramos a los planes de empleo, la sombra se alarga. 2016 fue quinto año seguido de salidas netas. De hecho, la cifra de 750 millones de euros de prestaciones en este sistema marca un nuevo máximo. Todo esto cuando el país está necesitado justo de lo contrario, de aumentar el ahorro privado para la jubilación.

¿Qué nos ha llevado hasta aquí?

- Cambios constantes en fiscalidad, algo poco deseable en un producto para el larguísimo plazo. Algunos de los últimos cambios han tenido consecuencias desastrosas para estos productos, como eliminar la bonificación fiscal del 40% por el rescate en forma de capital o limitar aun más la aportación máxima.

- Falta de competencia. El vehículo de planes de pensiones con desgravación fiscal está en la práctica limitado a las firmas nacionales. Esto reduce tanto las alternativas para el inversor como la competencia entre las gestoras, lo que redunda en un perjuicio para el inversor.

- Rentabilidad baja y comisiones altas. Esto es achacable en parte a la acción legislativa pero especialmente a la industria y a los propios inversores. En las entidades tradicionales se hace hincapié solo en el ahorro fiscal para atraer dinero… Y su cliente, además, se fija solo en esta ventaja y no en elegir un plan con buenas rentabilidades, que debería ser lo realmente importante en estos productos.

Sería imposible sacar adelante sin consenso la medida de Inverco de destinar cada mes un 2% del salario del trabajador a un plan de pensiones

Para fomentar este ahorro privado de momento hay bastantes dudas sobre las propuestas finales. Y lo que está claro es que para decidir sobre algunas de ellas sería necesario un acuerdo entre los dos grandes partidos políticos de España. Por ejemplo, sería imposible sacar adelante sin consenso medidas como la que propuso la fundación de Inverco, la asociación de los fondos y planes, de destinar cada mes un 2% del salario del trabajador a un plan de pensiones privado (con otro 2% que aportaría la empresa, que se deduciría de las cotizaciones). O para instaurar las llamadas cuentas nocionales, que también se han propuesto desde distintas organizaciones.

Medidas clave de una reforma esencial para nuestro futuro, que ya esperan desde hace semanas al ganador de las primarias socialistas.

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