Descubre el dineral que estás perdiendo por 'pasar' de las comisiones al invertir

Muchos inversores apenas prestan interés a las comisiones que están pagando al contratar productos financieros. Sobre todo, en los que se colocan a través de campañas masivas en las sucursales bancarias. Esta realidad se demuestra por ejemplo en los planes de pensiones, donde la mitad cobran las comisiones máximas que permite la legislación, entre ellos los que cuentan con más inversores en España, a pesar de tener débiles rentabilidades.

Es curioso cómo los ciudadanos, que miramos con máximo detalle cualquier comisión de mantenimiento de la cuenta corriente o la tarjeta, prestamos tan poca atención a estos mismos costes al contratar un producto de inversión con ese mismo banco, cuando el impacto real en euros puede ser dramáticamente superior, de muchos miles de euros.

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No es una exageración. Veámoslo con cifras:

Imaginemos un inversor que mete 50.000 euros en un fondo que cobra entre gestión y depositaría una comisión total anual del 2,4% del patrimonio. Y supongamos por un momento, a fines ilustrativos, que el fondo no obtiene ninguna rentabilidad, que mantiene el mismo precio durante todo el tiempo que está invertido.

¿Cuántos euros pagaría en comisiones?

- Si se queda el fondo 5 años, 6.200 euros.

- Si lo mantiene 10 años, alrededor de 12.500 euros.

- Y con 20 años, cerca de 25.000 euros.

La diferencia es bestial si lo comparamos con lo que habría pagado en un fondo barato. Por por ejemplo con una comisión del 0,4% entre gestión y depositaría (alguno ya hay así en España), el coste sería de apenas 1.000 euros al llegar a los 5 años; 2.000 euros a los 10 y 4.000 tras 20 ejercicios.

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Impresionante diferencia, ¿verdad? Pero no se vayan todavía, que aún hay más. Ahora miremos también el coste de oportunidad de elegir la opción más cara frente a la más barata. Es decir, veamos qué pasa si ese dinero adicional que ahorramos lo vamos invirtiendo a lo largo del tiempo obteniendo rentabilidad.

Y volvamos a poner tres supuestos de ganancias, todos ellos a un único plazo alargado de 20 años, para apreciar mejor la diferencia. Si para el dinero que ahorramos en comisiones, consiguiésemos:

- Una rentabilidad del 1% anual, al cabo de los 20 años tendríamos cerca de 27.000 euros, unos 2.500 euros extra gracias a la rentabilidad.

- Si lograra un 4,4% anual, su patrimonio se acercará a los 40.000 euros, añadiendo cerca de 14.000 euros de rentabilidad a lo ahorrado en comisiones.

- Si la rentabilidad anualizada se fuera al 6,6%, ya estaríamos en torno a 50.000 euros en total, consiguiendo cerca de 25.000 gracias a la revalorización de los activos.

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Las comisiones no lo son todo, ni mucho menos. El verdadero factor diferencial que marcará la evolución de nuestra inversión es la rentabilidad que consigamos con los ahorros. Lo que más aportará al crecimiento de nuestro patrimonio es tener un buen gestor que consiga obtener valor real para nuestro dinero. Entonces tendremos pocos problemas en pagar muchos miles de euros en comisión porque él nos hará ganar muchos más a nosotros, se ganará el precio de esa gestión.

Pero si el gestor no consigue obtener buenas rentabilidades a largo plazo en su cartera, el impacto de unas altas comisiones para nuestros ahorros puede acabar siendo muy alto, como se puede ver en el ejemplo.

Si quieres verlo en el caso concreto de tu fondo, y saber si el gestor se está ganando la comisión que ingresa, puedes utilizar esta píldora para calcular el coste en comisiones que puede acabar teniendo un producto financiero en función del dinero que invertimos y la rentabilidad que está obteniendo.

Calcula el coste de tu fondo

Pero el mensaje es muy claro: elegir un fondo o un plan de pensiones de los que tienen en campaña comercial en tu entidad, sin mirar en detalle la rentabilidad y las comisiones, puede acabar suponiendo que acabes tirando muchos miles de euros a la basura.