¿Vale Spotify 8.000 millones? Los retos a los que se enfrenta con su salida a bolsa

2016 podría ser el año de salida a bolsa de Spotify. Tras dos años de rumores, idas y venidas, parece que el servicio de música en streaming empezará a cotizar antes de que acabe el año. Y con un valor estimado de 8.000 millones de dólares. Hace tan solo unos meses, en marzo de este mismo año, Spotify conseguía 1.000 millones de dólares en una ronda de financiación. A esta emisión de deuda convertible acudían Dragooner, TPG (que acumularon entre las dos 750 millones) y clientes de Goldman Sachs.

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La empresa de Daniel Ek emitía estos bonos con un interés del anual a partir del 5% y prometía a sus inversores a cambio de esta inyección de dinero salir a bolsa antes de 2018. Así, este interés subirá en un 1% cada seis meses desde el momento en el que se lance la oferta pública de venta (OPV), con un límite de 10 puntos.

Pero parece que esos planes se han adelantado, ya que fuentes cercanas a la operación aseguraban a Bloomberg que la salida al parqué se produciría antes de que comience 2017. Pero, ¿será suficiente?

El modelo de negocio, a prueba

Los mercados no han sido nada benévolos con el mundo de la música. Las discográficas se desplomaban a principios de la década de los 2000. Una de las razones fue la salida de Napster, el servicio para compartir archivos de música que puso en jaque a toda una industria y que comenzó una era de piratería que provocó la caída de la venta de discos, así como un replanteamiento de todo un negocio que hasta entonces parecía rentable.

Uno de los ejemplos fue Sony, una de las mayores discográficas del mundo, que veía como su valor caía de forma estrepitosa en estos años.

Sin embargo, el modelo ha evolucionado y la música en streaming va ganánadole terreno a la descarga ilegal. Además, las discográficas han reforzado su papel y son ahora las que ponen en apuros a servicios como Spotify. De hecho, el servicio de streaming tuvo que pagar durante 2015 más de 1.600 millones de euros por derechos de autor y gastos de distribución, un 84% de su cifra de negocio, que alcanzaba cifra récord - 1.945 millones de euros-.

Y es que los resultados de la empresa del pasado año fueron cuanto menos decepcionantes. Spotify perdía 173 millones de euros, cifra que aumentaba casi un 7% los números rojos de 2014. Aquí es donde surgen los principales desafíos de la plataforma para conseguir evitar perder dinero mes a mes.

Por un lado, conseguir ingresar más por las suscripciones a su servicio, que llegaron hasta los 1.744 millones en 2015. Actualmente, Spotify ha alcanzado los 100 millones de usuarios activos mensuales, no obstante tan solo el 30% son suscriptores de pago, por lo que el volumen de ingresos por esta partida ofrece una gran posibilidad de crecimiento. No obstante, este número ha ido en aumento en los últimos años por lo que cada vez hay más gente que apuesta por volver a pagar por la música.

Además, los ingresos publicitarios también son una veta a explotar ya que tan solo representan un 9% del total. Pero el mayor reto es conseguir ajustar los 'royalties que pagan a las discográficas que son el principal obstáculo para conseguir beneficios, que actualmente representan 84 céntimos por cada euro.

La rivalidad con Apple Music

Spotify no sólo tiene que hacer frente a la financiación o a sus escasos márgenes. También tiene que luchar con sus competidores, como es Apple Music. El servicio de música de Apple, que cuenta con la ventaja comparativa de venir preinstalado en los dispositivos iPhone, por lo que Spotify tiene otra brecha que salvar, que es la de competir con un servicio que ya está ahí.

La lucha entre ambas plataformas viene de lejos. En una de estas polémicas, Spotify señalaba que los dispositivos con iOS bloqueaban la actualización de su aplicación, hecho que desmintió Apple con la máxima rapidez.

Las rencillas volvían a saltar hace tan solo unos días ya que se afirmaba que Spotify penalizaba en su servicio a los artistas que firmaban exclusivas con el servicio de música de la manzana. Sin embargo, la compañía salía al paso de estas acusaciones y aseguraba que eran completamente "falsas”.