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Los bajistas saltan de Popular a Sabadell por temor a otro déficit de provisiones
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PSICOSIS EN EL SECTOR BANCARIO

Los bajistas saltan de Popular a Sabadell por temor a otro déficit de provisiones

Los bajistas han cerrado posiciones en Popular con pingües beneficios y buscan nuevas 'víctimas': el elegido es Sabadell por temor a que también le falten provisiones

Foto: El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (Reuters).
El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu (Reuters).

El desplome del Banco Popular, del 32,5% entre jueves y viernes, ha proporcionado grandes ganancias a los inversores que tenían posiciones cortas (bajistas) en el valor, que han cerrado de forma generalizada: los cortos abiertos tienen un coste de intereses, el recorrido potencial a la baja ya es reducido y hay riesgo de un rebote. Y acto seguido, se han puesto a buscar nuevos valores donde poder ganar dinero apostando por su caída. El elegido ha sido Sabadell, señalado por los analistas como vulnerable y donde el mercado teme que aparezca otro déficit de provisiones.

Ponerse bajista en el sector financiero español era un 'trade' un poco masificado, es decir, demasiada gente había tomado esta posición para tratar de beneficiarse de la debilidad de estos valores tras los malos resultados del primer trimestre y el temor a nuevos sustos en la banca internacional como el de Deutsche Bank en febrero. Y el banco donde se habían cebado estos inversores era el Popular, debido a la debilidad de su balance que le ha terminado forzando a ampliar capital.

Según los últimos datos publicados por la CNMV, las posiciones cortas en la entidad que preside Ángel Ron suponían el 6,18% de su capital hace dos semanas y la pasada (sin incluir la sesión del viernes) habían bajado al 6,09%. Entre los principales fondos que han tomado beneficios aparecen BlackRock, cuya posición se ha reducido del 0,70% al 0,63% del capital, AQR, que ha pasado del 0,69% al 0,58%, u Oceanwood (del 0,84% al 0,73%).

Este último 'hedge fund' británico ha emergido como el principal inversor bajista en Sabadell con un 0,5% de su capital. AQR también mantenía un 0,48% desde abril, pero no ha rebasado el 0,5% o tendría que haberlo comunicado al supervisor. En total, el banco que preside Josep Oliu tiene un 2,24% en posiciones cortas, frente al 2,13% de hace dos semanas. Ponerse bajista consiste en vender primero los valores sin tenerlos (se toman prestados) para recomprarlos posteriormente a un precio más bajo si caen en bolsa, ganando la diferencia. Esta posición tiene un coste, porque hay que pagar unos intereses por el préstamo de las acciones.

¿Por qué el Sabadell?

El Sabadell es percibido como el segundo banco cotizado español más vulnerable por detrás del Popular, y, por ello, donde el mercado considera más probable el descubrimiento de un déficit de provisiones y la necesidad de una ampliación de capital. La firma de análisis Berenberg afirma que "la ampliación de capital del Popular puede poner más presión en los bancos españoles para dotar provisiones adicionales. Creemos que el mayor riesgo es para Sabadell, mientras que Bankia y CaixaBank están menos expuestos como resultado de unos balances más limpios y unas mayores provisiones".

Es más, en el mercado existe el temor a que el banco catalán esté utilizando las garantías del EPA (esquema de protección de activos) contra las pérdidas que aflorasen en la CAM para cubrir el resto de su balance. Algo que fuentes de la entidad aseguran que es imposible porque tanto el FROB como el Fondo de Garantía de Depósitos monitorizan todos los movimientos de ese esquema. Asimismo, recuerdan que el BCE les ha impuesto un requisito de capital del 9,25%, inferior a los de Santander, BBVA, Bankia y Popular, mientras que su ratio de capital 'fully loaded' (con todas las deducciones de las nuevas normas de solvencia de Basilea III) está por encima, en el 11,8%.

Los bajistas tampoco pierden de vista a CaixaBank, donde los cortos también han crecido desde el 0,82% al 1,02% de su capital (aunque todavía muy lejos de los niveles de Popular y Sabadell). Aquí el temor no viene tanto por un posible déficit de provisiones por el ladrillo, sino por la necesidad de reforzar su solvencia para acometer adquisiciones: la de BPI en marcha en Portugal y alguna más en España que todo el mundo da por segura. En ese caso, los inversores creen que aprovechará la operación para dotar la pérdida de valor de su participación en Repsol, que cotiza muy por debajo de los niveles a los que la tiene contabilizada (17,5 euros por acción).

El desplome del Banco Popular, del 32,5% entre jueves y viernes, ha proporcionado grandes ganancias a los inversores que tenían posiciones cortas (bajistas) en el valor, que han cerrado de forma generalizada: los cortos abiertos tienen un coste de intereses, el recorrido potencial a la baja ya es reducido y hay riesgo de un rebote. Y acto seguido, se han puesto a buscar nuevos valores donde poder ganar dinero apostando por su caída. El elegido ha sido Sabadell, señalado por los analistas como vulnerable y donde el mercado teme que aparezca otro déficit de provisiones.

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