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El alto precio del pánico: perderse un rebote del 20% en dos meses
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La fed, una de las claves

El alto precio del pánico: perderse un rebote del 20% en dos meses

Entre los factores que han calmado los espíritus más animales de los mercados, parece clave la ausencia de las cifras económicas catastróficas que parecía temer el mercado

Foto: Cabeza de toro en un coche. (Corbis)
Cabeza de toro en un coche. (Corbis)

"El peor momento para vender". Titulábamos el artículo publicado el pasado 15 de febrero, dos días después del mínimo de los mercados este 2016, en plena fase de angustia en los mercados. Gente soltando acciones sin saber muy bien por qué. Ventas depresivas y alarmistas, que se intentaban explicar por rumores de problemas en grandes bancos europeos, temores sobre China, descalabro de los emergentes...

Probablemente los argumentos eran mucho más sencillos, como señalaba Álvaro Cubero, gestor de Intermoney Gestión, en su grupo en Unience, la red social de inversores: "La miopía del cortoplacismo y la irracionalidad de gran parte de los agentes de mercado que venden por la fundada razón de que hay que vender porque toca o porque lo dice tal periódico, tal banco de inversión o el vecino”.

Sólo dos meses después, ya casi nadie se acuerda de aquel pánico. Las bolsas han rebotado con fuerza. Aunque todavía está en negativo en el año, el Ibex ya recupera cerca de un 20% desde aquellos días y la mayoría de sus componentes muestran consistentes rebotes desde mínimos, con Arcelor a la cabeza. Pero es que la bolsa americana está a un pelo de marcar nuevos máximos históricos.

Los eventos negativos junto con el comportamiento nervioso e impulsivo del inversor medio genera oportunidades únicas de inversión

Entre los factores que han calmado los espíritus más animales de los mercados, parece clave la ausencia de las cifras económicas catastróficas que parecía temer el mercado. "Ha habido un deterioro de los datos macroecónomicos pero aún así sigue apuntando hacia un entorno de crecimiento económico", explica Manuel Arroyo, Director de Estrategia de J.P. Morgan Asset Management España y Portugal.

Y lo ilustra con este gráfico, en el que se puede apreciar como la producción industrial de las economías desarrolladas todavía se muestra en terreno expansivo, a pesar del arrastre negativo que han supuesto los mercados emergentes en los últimos meses. Eso sí, aunque la tendencia mundial viene siendo a la baja desde mediados de 2014.

Pero a nivel global también ha sido clave la actuación de la Reserva Federal, como explica Dominic Rossi, director mundial de inversiones de Fidelity: "Como sospechábamos, cuando el dólar dejó de apreciarse las condiciones de los mercados de crédito se relajaron inmediatamente, permitiendo la recuperación de todos los activos de riesgo, incluida la renta variable. La Fed debe evitar a toda costa una apreciación significativa del dólar, un mensaje que parece haber oído".

Quizá muchos inversores se habrán perdido este rally del 20% que han vivido los mercados por tomar la decisión de salir cuando los nervios estaban más a flor de piel. Pero los gestores que compraron en mínimos ya se están beneficiando de la locura de los mercados en este inicio de año.

"Inversores como nosotros necesitamos de la existencia de mercados como el actual, donde la combinación de eventos negativos junto con el comportamiento nervioso e impulsivo del inversor medio genera oportunidades únicas de inversión", sentenciaba Iván Martín, director de inversiones de Magallanes Value en su última carta a inversores.

"El peor momento para vender". Titulábamos el artículo publicado el pasado 15 de febrero, dos días después del mínimo de los mercados este 2016, en plena fase de angustia en los mercados. Gente soltando acciones sin saber muy bien por qué. Ventas depresivas y alarmistas, que se intentaban explicar por rumores de problemas en grandes bancos europeos, temores sobre China, descalabro de los emergentes...

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