La 'chispa de la vida' hace feliz a Buffett: Coca Cola alcanza máximos históricos

Coca Cola es el mejor ejemplo del éxito de la estrategia basada en el largo plazo de Warren Buffett. Las acciones del fabricante de refrescos han firmado nuevos máximos históricos en los 45,35 dólares, tras batir su último récord de 44,44 dólares alcanzado en julio de 1998.

Y es que merece la pena hacer un viaje al pasado. Era el año 1988 cuando el Oráculo de Omaha decidió llenar su cartera con 'la chispa de la vida', en medio del asombro de Wall Street, donde no pocas voces aseguraban que se había vuelto loco. No en vano, en ese momento las acciones de Coca Cola habían subido más de un 400% entre 1980 y 1987, año en el que experimentaron una fuerte corrección -que el inversor aprovechó para entrar- como consecuencia de la necesidad de transformación de la compañía.

Así, 28 años es el tiempo que ha tardado Buffett en transformar 1.000 millones de dólares en una participación valorada en más de 17.600 millones, por no hablar de los dividendos amasados por el camino, que superan los 250 millones anuales. Unas cifras que hacen que Buffett se sienta tan cómodo en el capital de la compañía que justo el año pasado, su brazo inversor, Berkshire Hataway, aumentó su participación del 9,2% al 9,3%, según figura en su último informe anual.

El mercado apuesta por Coca Cola

Coca Cola es un clásico de los comentarios de los analistas de mercado, que tratan de sacar punta a cada arista que justifique un buen o un mal comportamiento en bolsa. En esta ocasión, el debate versa sobre los motivos que subyacen detrás de su buen comportamiento con una revalorización del 5,5% frente a la caída del 1,1% que lleva el Dow Jones en el año.

Mientras unos justifican la subida de la acción con la preferencia por valores sólidos y seguros en un entorno de mercado de elevada volatilidad, otros defienden que las razones de este ascenso son más poderosas y apoyan la inversión a largo plazo. De esta manera, Coca Cola está enfrentando la presión que está sufriendo el sector de bebidas azucaradas volviéndose más eficiente y buscando motores de crecimiento en otros negocios fuera de su 'core business' que es el de los refrescos.

Por ello, la compañía ha venido acometiendo importantes recortes de costes mediante la reducción de su plantilla y adelgazando embotelladoras y fábricas. Sin ir más lejos, a finales de este mismo mes de febrero Coca Cola ha anunciado que refranquiciará todas sus embotelladoras de Norte América para finales de 2017, tres años antes de que finalice su plan estratégico para 2020. También hará lo propio en China, lo que le permitirá reducir considerablemente sus gastos, aumentará sus márgenes y su capacidad de inversión. En total, espera lograr un ahorro anual de 3.000 millones de dólares para 2019.

De esta manera, lo que el mercado tiene claro es que Coca Cola es un 'must' en la cartera. Prueba de ello es que sólo un 6,9% del consenso de los analistas de Bloomberg recomiendan vender, frente a un 48,3% que están en 'comprar' y un 44,8% en 'mantener'. Y eso a pesar de que el potencial de retorno para los próximos doce meses es de sólo un 2,8% hasta los 46,52 dólares de precio objetivo medio.