El BCE no convence: la bolsa se viene abajo tras subir el 3%

El mercado es mucho más complicado de lo que muchos creen. Si en diciembre Mario Draghi defraudó al mercado al adoptar unas medidas menos contundentes de las esperadas por los inversores, y las bolsas se hundieron, esta vez deberían haberse disparado porque el presidente del Banco Central Europeo (BCE) no ha decepcionado, sino todo lo contrario: ha ido todavía más lejos de lo que esperaban los analistas. Así lo han hecho inicialmente, pero al final se han venido abajo porque se han quedado con el mensaje de que la economía está mucho peor de lo que parecía para necesitar unos estímulos tan radicales.

La batería de medidas que ha anunciado, referentes al QE, los tipos de interés y la liquidez, han provocado una contundente reacción inicial en los mercados. Las bolsas europeas lo han festejado inicialmente con alza de entre el 2% y el 3%. En el caso del Ibex 35 español, superaba limpiamente la resistencia de 8.900 puntos y reconquistaba los 9.000. Sin embargo, después de ha venido abajo y ha cerrado en los niveles de la víspera... y gracias, porque el CAC 40 de Paría ha perdido el 1,32% y el Dax alemán más del 2%. El EuroStoxx 50 ha cedido finalmente el 1,18%. Las caídas de Wall Street en la apertura (los índices cedían en torno al 0,7%) también han influido en este giro a la baja.

El mercado de divisas ha hecho un movimiento muy parecido. El euro se ha llegado a depreciar un 1,2%, hasta los 1,086 dólares, pero posteriormente ha girado al alza y se sitúa en 1,117 frente al dólar. La gran beneficiada de estas medidas históricas es la prima de riesgo española (y de todos los países periféricos de la zona euro). Así, el diferencial de la deuda pública española frente a la alemana se desploma hasta 126 puntos básicos, debido sobre todo a la subida del tipo de interés del Bund germano.

Dentro de la bolsa, los grandes beneficiados de las medidas de Draghi son los bancos, que podrán vender más títulos al BCE y captar financiación gratis para conceder crédito a las empresas y lograr hacer crecer así su negocio en un momento de márgenes mínimos. A pesar de la recaída final, Popular y Sabadell se han disparado más del 4%, Bankia, Caixabank más del 2% y BBVA, Santander y Bankinter han cerrado con alzas superiores al 1%.

Fuera de España, el panorama es muy similar: el italiano Unicredit ha subido el 3,32% (después de haber llegado a sumar el 7%), e Intesa Sampaolo y BNP Paribas se anotan más del 1%. El resto de los grandes bancos de la región ha cedido todas las subidas logradas inicialmente tras conocerse las medidas monetarias.

Con este fallo alcista no logra afianzarse el intento de formar un suelo por parte de los índices europeos en general y del Ibex en particular. Había mucho temor en el mercado a que Draghi repitiera la historia de diciembre, lo que explica que en las últimas jornadas viéramos mucha cautela entre los inversores. Si se hubieran mantenido las alzas iniciales este jueves, se habría abierto el camino a un nuevo e importante tramo alcista. Pero con la recaída final las cosas se quedan como estaban: mientras el Ibex no rompa los 8.900, no habrá confirmación alcista.