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Wall Street no quiere a Trump: su política económica es digna de Harry Potter
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DÉFICIT DISPARADO Y GUERRAS COMERCIALES

Wall Street no quiere a Trump: su política económica es digna de Harry Potter

En contra de la creencia mayoritaria, Wall Street no quiere ver a Donald Trump como presidente, por sus proyectos de incrementar el déficit y de iniciar guerras comerciales

Foto: Ilustración: Raúl Arias.
Ilustración: Raúl Arias.

Existe una idea extendida de que Wall Street prefiere presidentes republicanos porque ponen en práctica políticas económicas más ortodoxas y pro-mercado. Pero la realidad es bien distinta: desde Ronald Reagan, las mayores expansiones del déficit público se han producido bajo presidentes republicanos, y precisamente han sido los demócratas los más austeros y ortodoxos. Y ahora el temor del mercado es que Donald Trump no sólo continúe esa tradición sino que la lleve al extremo con sus promesas radicales de recorte de impuestos y subida del gasto público, a las que añade su intención de declarar guerras comerciales y de divisas a diestro y siniestro. Y los analistas califican sus recetas para cuadrar las cuentas de "economía de Harry Potter".

El problema es que las preferencias de Wall Street tienen poco que ver con las de los votantes del Partido Republicano, que están impulsando claramente al millonario neoyorquino hacia la nominación como candidato presidencial (esta semana ha arrasado en el 'supermartes'). Según los analistas políticos estadounidenses, la única forma de parar a Trump es que tres de sus rivales en las primarias abandonen su carrera y sumen sus votos a los del cuarto. Pero el único con posibilidades de ser el escogido para plantarle cara es Ted Cruz, el senador de Texas, al que no soportan los otros tres, con lo que la posibilidad de esta alianza 'anti Trump' es muy remota.

Por tanto, los grandes bancos de inversión ya están analizando en detalle el programa económico de Trump como candidato republicano para noviembre. Y lo que ven no les gusta nada. Por un lado, ha insistido en numerosas ocasiones en que quiere adoptar represalias agresivas contra aquellos países que "nos están matando con el comercio". Y ha citado explícitamente a China, Japón, México (su particular obsesión) y Corea del Sur. De hecho, en el discurso posterior a la victoria del martes, volvió a atacar a Japón por devaluar el yen y prometió importantes aranceles a las importaciones de los países que logran ventajas "injustas" del libre comercio. No es una broma, sino que está hablando de tasas de hasta el 45%.

Un billón más de déficit al año

Pero lo peor no son estas guerras comerciales, acompañadas inevitablemente de guerras de divisas. Lo peor son sus intenciones para las cuentas públicas. Los analistas del Tax Policy Center, un 'think tank' de Washington independiente, calculan que las rebajas de impuestos propuestas por Trump añadirían, por sí solas, un billón de dólares (billón español, trillion en inglés) al año al déficit público norteamericano. Y eso sin contar con su otra gran proyecto típicamente republicano: el incremento del gasto de defensa para que "nadie se vuelva a meter con nosotros".

El FMI prevé actualmente que EEUU alcanzará una deuda pública bruta de 24 billones de dólares en 2020, en torno al 100% del PIB (proporción que ya ha alcanzado España). Los recortes fiscales del magnate republicano pueden elevar esa cifra hasta 27 billones, y el incremento del gasto de defensa, todavía más.

'Harry Potter y el economista chiflado'

Pero Trump no está preocupado por estos efectos de sus políticas, porque también tiene la solución. Como casi todos los republicanos desde Reagan, ha prometido compensar estas caídas de ingresos y subidas del gasto con la supresión de un billón de dólares de "despilfarro" y de "fraude fiscal", así como con el efecto benéfico en el crecimiento de sus medidas. Algo que Wall Street ha oído ya muchas veces y que, precisamente por eso, no se cree.

El influyente columnista de 'MarketWatch' Brett Arends dice que Trump sólo puede lograr ese objetivo si tiene una varita mágica que pueda agitar, por lo que califica a su programa de "economía de Harry Potter". A su juicio, esta película debería titularse 'Harry Potter y el economista chiflado' y el hechizo clave es "¡Accio ingresos!" (Accio es el hechizo por el que un mago hace que un objeto acuda volando a su mano, en este caso los dólares).

La conclusión de este experto es que, dado que las políticas de Trump apuntan a déficits masivos, más unilateralismo de EEUU, incertidumbre legislativa y guerras comerciales y de divisas, su victoria tendría que ser bajista para la bolsa y los bonos, y el único refugio posible sería el oro. Habrá que verlo.

Existe una idea extendida de que Wall Street prefiere presidentes republicanos porque ponen en práctica políticas económicas más ortodoxas y pro-mercado. Pero la realidad es bien distinta: desde Ronald Reagan, las mayores expansiones del déficit público se han producido bajo presidentes republicanos, y precisamente han sido los demócratas los más austeros y ortodoxos. Y ahora el temor del mercado es que Donald Trump no sólo continúe esa tradición sino que la lleve al extremo con sus promesas radicales de recorte de impuestos y subida del gasto público, a las que añade su intención de declarar guerras comerciales y de divisas a diestro y siniestro. Y los analistas califican sus recetas para cuadrar las cuentas de "economía de Harry Potter".

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