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El miedo a la recesión abre un boquete de 17 billones de euros en las bolsas desde junio
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El miedo a la recesión abre un boquete de 17 billones de euros en las bolsas desde junio

El castigo no cesa. Desde mediados de 2015, la capitalización bursátil global ha menguado en casi un 25%. En dinero, este declive supera ya el PIB de Estados Unidos

Foto: Imagen de la fachada de la Bolsa de Nueva York. (EFE)
Imagen de la fachada de la Bolsa de Nueva York. (EFE)

Los datos cada vez son más aparatosos. Y conforme engordan y se agolpan, retroalimentan los temores que los provocan y refuerzan la inercia bajista. El caso es que las bolsas mundiales llevan sometidas a una fuerte presión vendedora desde mediados de 2015. A finales de mayo, y según las cifras recogidas por Bloomberg, el valor de las bolsas internacionales alcanzaba los 67,2billones de euros; ahora, esacapitalizaciónha menguado hasta los 50,5billones de euros. En apenas ocho meses, el boquete asciende a 16,7 billones de euros, es decir, una cifra equivalente a casi 17 veces el producto interior bruto (PIB) español y que supera el PIB estadounidense.España contribuye al descensocon 175.000 millones de euros de pérdida de valor bursátil.

Aunque las cifras de estos descensos, que porcentualmente reflejan una caída próxima al 25% desde junio, ya impresionan, su auténtica relevancia reside en la destrucción de riqueza que provocan, puesto que incrementa las dudas sobre la economía mundial. De hecho, y aunque no figure entre los objetivos oficiales que declaran, una parte importante de la estrategia aplicada por los bancos centrales los últimos años para reactivar el crecimiento pasa por la recuperación de las cotizaciones y el consiguiente efecto riqueza. Por eso, la convulsión de los últimos meses representa una amenaza para sus planes y para la economía mundial.

China prende la mecha

El viraje que se ha visto desde junio tiene su origen en China. En un momento en el que Grecia, sobre todo en la eurozona, acaparaba la atención, las bolsas chinas comenzaron a desinflarse tras su meteórica carrera anterior. Entre diciembre de 2014 y junio de 2015, el índice CSI 300 se había disparado un 110%, alentado por los incentivos lanzados por las autoridades chinas para promocionar la inversión en bolsa de las empresas y los particulares.

Pero esos avances se frenaron en seco en junio. Ese mes, el CSI se dejó un 7,6%. En julio bajó otro 14,7%. Y la constatación de que, en efecto, el asunto chino iba en serio llegó en agosto. Primero, con la mayor devaluación del yuandesde los años noventa. Y luego, propiciando la peor sesión que sufrieron los mercados mundiales en 2015. En agosto, el CSI se hundió un 11,8%.

Persisten las fuertes caídas en las bolsas ante la incertidumbre del futuro de la economía

Desde entonces, China no ha salido del foco como factor de incertidumbre. En enero, el CSI se desplomó otro 21%, en tanto que su despensa de divisas extranjeras adelgazó en otros 100.000 millones de dólares, hasta los 3,23 billones.

El petróleo... y la banca

No obstante, China no ha sido el único elemento desestabilizador. También ha afectado lo suyo el petróleo, que ha acentuado las caídas que ya venía sufriendo desde mediados de 2014. Si desde ese momento y hasta junio de 2015, el barril Brent, de referencia en Europa, descendió ya un 45%, desde junio de 2015 se ha dejado otro 50%, hasta los 32 dólares.

En un entorno ya convulso por China, el crudo y las dudas sobre la economía mundial, la puntilla la está poniendo el retorno de las dudas al sector bancario. El nuevo temblor ha tenido tres focos distintos. El primero, la decisión de Portugal de transferir deuda de Novo Banco a Espirito Santo a finales de diciembre; el segundo, los recelos sobre los activos dudosos de los bancos italianos y la creación de un banco malo en Italia,y el tercero, las sospechas sobre la verdadera solvencia de Deutsche Bank.

Estas dudas están dejando una profunda huella en un índice tan bancarizado como el Ibex 35 español, que este martes cerró por debajo de los 8.000 puntos por primera vez desde 2013. En lo que va de año, se deja un 17%, aunque el varapalo para la mayoría de los bancos que forman parte del indicador es incluso mayor. Banco Popular se deja un 32%; Bankia, un 27,6%; Santander, un 25,8%;CaixaBank, un 23,8%; BBVA, un 21,2%; Banco Sabadell, un 12,9%,y Bankinter, un 10,8%.

Los datos cada vez son más aparatosos. Y conforme engordan y se agolpan, retroalimentan los temores que los provocan y refuerzan la inercia bajista. El caso es que las bolsas mundiales llevan sometidas a una fuerte presión vendedora desde mediados de 2015. A finales de mayo, y según las cifras recogidas por Bloomberg, el valor de las bolsas internacionales alcanzaba los 67,2billones de euros; ahora, esacapitalizaciónha menguado hasta los 50,5billones de euros. En apenas ocho meses, el boquete asciende a 16,7 billones de euros, es decir, una cifra equivalente a casi 17 veces el producto interior bruto (PIB) español y que supera el PIB estadounidense.España contribuye al descensocon 175.000 millones de euros de pérdida de valor bursátil.

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