El PSOE se olvida de las sicav en su programa para negociar la investidura

Las medidas quePedro Sánchezpropuso ayer para negociar su investidura conPablo Iglesiasy Albert Riverason, en general, de un corte bastante radical: supresión de la reforma laboral, cambio de las cotizaciones de los autónomos, prohibición del 'fracking', cierre de centrales nucleares, revisión de los costes del recibo de la luz y, en el plano fiscal, imposición de mínimos estatales en el Impuesto de Sucesiones y en el de Patrimonio, así como nuevas tasas medioambientales.

Por eso llama mucho la atención que el documento no contenga ni una sola palabra sobre las sicav, los vehículos favoritos de las grandes fortunas para canalizar sus inversiones en mercados por su beneficioso tratamiento fiscal (similar al de los fondos de inversión). Y todavía es más sorprendente dado que el programa electoral del propio PSOE llevaba varias medidas muy duras respecto a esta figura. Yno sólo eso: es de los pocos puntos en que los tres partidos estaban de acuerdo, es decir, un claro punto de consenso sobre el que el acuerdo sería fácil.

Así, el programa con el que Sánchez concurrió a los comicios proponía "establecer un mayor control de las SICAV mediante: (i) Establecimiento de un porcentaje de participación máximo para cada inversor; (ii) Se estudiará la fijación de un período de permanencia máximo de las plusvalías acumuladas sin que tributen; (iii) Dotar legalmente a la AEAT de competencias para supervisar e inspeccionar a las SICAV".

El PSOE proponía acabar de facto con las sicav

Es decir, el PSOE prometió a sus electores que daría un buen 'meneo' a esta figura en caso de alcanzar el Gobierno, promesa que ahora cae en el olvido. Las tres propuestas suponen acabar en la práctica con este vehículo tal como está diseñado en la mayoría de los casos (también hay sicav abiertas a todo el mundo), como un vehículo personal o familiar con apariencia de inversión colectiva al alcanzar los 100 partícipes que exige la ley mediante hombres de paja, los famosos 'mariachis'.

Así, al imponer un porcentaje máximo de participación por inversor se impide que una sola persona controle el vehículo; y con el tope de permanencia de las plusvalías se evita que estos productos no tributen nunca, cosa que ahora sucede en muchos casos cuando su propietario fallece y lo heredan sus sucesores, ya que en España no existe la 'plusvalía del muerto'. Pero la propuesta más interesante es la tercera, ya que fue un ministro socialista, Pedro Solbes,el que quitó las competencias de supervisión a Hacienda para dárselas a laCNMVpor la presión de suentonces presidente,Manuel Conthe, cuya gestión estáhoy en entredicho por la 'Operación Parqué'. El supervisor del mercado no ha actuado contra las sicav desde encontces.

Ciudadanos y Podemos coinciden totalmente

Pero es que no se trata sólo del PSOE. Ciudadanos es otra formación muy crítica con la tributación actual de las sicav, ya que el responsable de su área fiscal,Francisco de la Torre, ha sido muchos años portavoz de los inspectores de Hacienda, un colectivo absolutamente opuesto a esta fiscalidad que considera escandalosa. No obstante, en su programa electoral sólo se incluía como propuesta "devolver el control fiscal de las SICAV a la Inspección de Hacienda" (por el citado traspaso a la CNMV). Algo que, a su juicio, ya sería bastante porque las propias cifras de la CNMV ya indican que el 65% de las sicav son sospechosas de fraude con la legislación actual.

Podemosplanteaba unas medidas muy similares a las del PSOE en su programa electoral:"Acabaremos con las sicav tal y como las conocemos hasta ahora: regularemos su régimen fiscal para evitar que actúen como pantallas de elusión fiscal de las grandes fortunas. Para ello, controlaremos el número real y efectivo de socios, y estableceremos un periodo máximo de permanencia para las plusvalías acumuladas, así como un porcentaje de participación máximo para cada inversor. Igualmente, estableceremos un límite máximo de aportación para cada uno de los inversores".

Resulta extraño que no se incluya en el programa negociador un punto en el que hay un acuerdo total y que podía servir de base a otros consensos

Y añadía que, "además, atribuiremos a la AEAT la facultad para comprobar el cumplimiento de estos requisitos y para ello arbitraremos un plan especial para regularizar las situaciones fraudulentas que actualmente se observan en el sector. Cuando la AEAT compruebe que dichos requisitos no se cumplen y que, por tanto, una determinada sicav no es real ni efectivamente una institución de inversión colectiva, entonces resultará de aplicación el tipo general del impuesto de sociedades". Es decir, la consabida devolución de las competencias de la CNMV a Hacienda, que conllevaría el fin de los privilegios simplemente aplicando la ley actual, a juicio del partido morado.

Ante tal nivel de coincidencia entre PSOE, Ciudadanos y Podemos, resulta muy extraño que Sánchez no haya incluido el ataque a las sicav en su programa negociador, puesto que ese punto no provocaría conflicto y podría servir de base para construir otros consensos en materia fiscal.