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¿Invertir en bolsa en 2016? Sí... Por falta de alternativas y con mucho cuidado
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EL ESCENARIO NO ES NADA PROMETEDOR

¿Invertir en bolsa en 2016? Sí... Por falta de alternativas y con mucho cuidado

La renta variable es una de las principales recomendaciones de inversión para 2016, aunque con bastante poca convicción y advertencias de que habrá sustos como los de agosto y septiembre

Foto: El parqué de la Bolsa de Madrid durante la media sesión de Nochebuena (Efe).
El parqué de la Bolsa de Madrid durante la media sesión de Nochebuena (Efe).

En estas fechas todas las firmas de análisis dan sus recomendaciones para 2016 y, en general, los expertos recomiendan como principal inversión la bolsa. Ahora bien, después de dos años en que se ha ganado más en los bonos -y en España el Ibex pierde directamente un 6% en 2015- y con un entorno plagado de incertidumbres, esta recomendación llega más por falta de alternativas y con la advertencia de estar preparados para los sustos y de que la selección de valores ('stock picking') será crucial.

Para empezar, los inversores deben aceptar que estamos en un nuevo entorno de rentabilidades bajas con volatilidades más altas, y que se ha acabado la era de las ganancias fáciles en bolsa. Por tanto, para asumir algo de rentabilidad cuando los depósitos bancarios apenas pagan nada, hay que asumir riesgo. Mucho riesgo. Porque no se trata de entrar en deuda pública, donde las perspectivas unánimes son negativas dado los niveles históricos en que se encuentra, sino que no hay más remedio que arriesgarse con una bolsa con perspectivas muy inciertas.

Una firma que resume perfectamente esta recomendación sin entusiasmo de invertir en bolsa es la gestora del Santander, que aconseja la renta variable por falta de alternativas. En la reciente Round Table de Cotizalia celebrada en Londres, expertos como Román Zurutuza, de Gruss Capital, sostenían que la bolsa no está "ni cara ni barata", pero que existe un mensaje contradictorio entre la valoración de la renta variable y de la fija que reconciliarse.

La bolsa queda como única alternativa ante la falta de rentabilidad de los activos sin riesgo. Pero hay que asumir una alta volatilidad y sustos puntuales

El tipo de interés sin riesgo (la deuda pública) está muy por debajo de la media histórica, en niveles del 0,5%. Si se aplica esa tasa a la valoración de la bolsa, arrojaría un PER (cotización dividido por los beneficios empresariales) de más de 40 cuando en la actualidad se encuentra en torno a 18; es decir, justificaría una subida estratosférica.

El problema es que esta medida no es fiable porque el mercado de bonos está manipulado por las compras del BCE (el famoso QE). Entonces, si la bolsa es la que está bien valorada, la deuda tendría un gran potencial de caída y la renta variable estaría "en precio" con un montón de riesgos bajistas, como los emergentes, las materias primas o los beneficios empresariales.

Argumentos a favor y en contra

Y el escenario no es demasiado alentador: por el lado macroeconómico ('top down'), está la crisis de los emergentes y su impacto en la caída del comercio mundial; por el lado de las empresas ('bottom up'), los beneficios están cayendo, en gran medida por el efecto divisa de estos países, como explica S. McCoy. Aunque el mercado logre superar todos los obstáculos y acabar ganando en 2016 (los americanos dicen que al mercado le gusta saltar el muro de las preocupaciones, 'wall of worry'), todo el mundo coincide en que será un ejercicio complicado con numerosos sustos por el camino.

No obstante, Santander Asset Management encuentra argumentos alcistas importantes para la renta variable: la recuperación económica, el impacto benéficio de la caída del precio de la energía, el menor coste de la financiación de las empresas gracias al BCE, la debilidad del euro y unos niveles atractivos -en su opinión- de valoración. A su juicio, se podrá obtener una ganancia de doble dígito al combinar el crecimiento de beneficios y una rentabilidad por dividendo en torno al 4%.

La selección de valores, crucial

En todo caso, cobra una enorme relevancia la selección de valores. Como explica Dolores Ybarra, directora de inversiones de esta firma, ya no habrá una "beta fácil" (se ganaba con casi todos los valores por correlación con el mercado) sino que habrá que buscar alfa (acertar con los valores que van a hacerlo bien). ¿Qué sectores son los más favorecidos? En general, los que más se beneficiarán de la recuperación económica, es decir, ligados al consumo y también las inmobiliarias, que son las favoritas de casi todo el mundo.

Más debate generan las relacionadas con materias primas: hay quien cree que son una gran oportunidad tras la caida de este año y quien teme que ese desplome puede continuar todavía más. Lo mismo pasa con la banca: su caída de márgees y la falta de crecimiento del crédito no la hacen especialmente atractiva, pero sí las más que probables operaciones corporativas.

En estas fechas todas las firmas de análisis dan sus recomendaciones para 2016 y, en general, los expertos recomiendan como principal inversión la bolsa. Ahora bien, después de dos años en que se ha ganado más en los bonos -y en España el Ibex pierde directamente un 6% en 2015- y con un entorno plagado de incertidumbres, esta recomendación llega más por falta de alternativas y con la advertencia de estar preparados para los sustos y de que la selección de valores ('stock picking') será crucial.

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