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El FGD se enfrenta al administrador de Banco Madrid y pide prioridad para sus 115 millones
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NUEVO CONTRATIEMPO PARA LOS ACREEDORES

El FGD se enfrenta al administrador de Banco Madrid y pide prioridad para sus 115 millones

El concurso de Banco Madrid es el cuento de nunca acabar. Ahora el administrador concursal ha puesto de uñas al Fondo de Garantía de Depósitos, que ha impugnado la lista de acreedores

Foto: Fernando Restoy, presidente del Fondo de Garantía de Depósitos y subgobernador del Banco de España (Efe)
Fernando Restoy, presidente del Fondo de Garantía de Depósitos y subgobernador del Banco de España (Efe)

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) es el último de la larga lista de afectados por el concurso de Banco Madrid que se enfrenta a los administradores de la entidad. Una pelea que le ha llevado a impugnar la lista de acreedores presentada por ellos al juez porque entiende que hay 115 millones que se le adeudan que deben tener una calificación de "crédito ordinario" en vez de la de "crédito contingente", lo que le permitiría cobrar primero. Un contratiempo más que se une a la larga lista de problemas, enfrentamientos y disparates de este proceso.

Según el escrito de impugnación del FGD que el juez dio traslado ayer a las partes personadas en el proceso, los administradores concursales -Pedro Bautista Martín Molina y Francisco Vera Vázquez- han calificado todo el dinero que este instrumento ha pagado a los depositantes de Banco Madrid como "crédito contingente" (que no está confirmado) y sin especificar cuantía. Y eso, pese a que el Fondo le ha ido comunicando los pagos que ha acometido, lo que implica que el volumen de este crédito va creciendo en el tiempo conforme más ahorradores recuperan su dinero.

Actualmente, este importe asciende a 115,08 millones, de ahí la importancia de la impugnación. El FGD, que preside el subgobernador Fernando Restoy, sostiene que sólo debe calificarse como "crédito contingente" la cantidad reconocida con derecho a estar cubierta por el FGD pero que todavía no se ha abonado, por importe de 10,14 millones únicamente. Lo que ya se ha pagado debe tener la consideración de "crédito ordinario" de acuerdo con el artículo 89.3 de la Ley Concursal, según argumenta el Fondo en su impugnación. Esto significa que el FGD pasa a ocupar la posición acreedora que tenía el depositante del banco al que ha devuelto su dinero (se subroga en esa posición).

El FGD ha devuelto dinero de más

Y ahí no acaban las invectivas del FGD contra los administradores concursales. También les acusa de haberles facilitado inicialmente unas cantidades superiores a las que aparecen en el fichero definitivo de clientes, por lo que ha pagado de más a 194 clientes de la filial del andorrano BPA. El importe abonado en exceso es de 405.000 euros, según el escrito citado, que solicita que se califiquen como "crédito contra la masa": es decir, que sea el activo del banco el que se haga cargo de devolver al FGD el dinero pagado de más por culpa de los administradores. El crédito contra la masa es el primero que cobra en un concurso, y el FGD lo considera así al deberse a una circunstancial extracontractual derivada de la negligencia del banco. El entorno de la administración asegura que prefirió dar unos saldos provisionales aunque hubiera errores para que el FGD pudiera proceder al pago de los salgos garantizados.

Rizando el rizo, existen otros 61 depositantes pendientes de pago cuyos saldos también son inferiores a los comunicados inicialmente. El FGD ha preguntado a los administradores cuál es la cantidad correcta que debe abonar, pero no ha recibido respuesta. "Dado que el FGD se encontraba a la espera de que la Administración Concursal de Banco Madrid le confirmase si debía abonar o no el señalado importe de 39.295,96 euros, mi mandante procedió a comunicar dicha cantidad como crédito contingente", explica su abogado. Sumado a los 405.000 euros antes mencionados, el total de esta partida se situa en unos 444.000 euros.

Existen otros 61 depositantes pendientes de pago cuyos saldos también son inferiores a los comunicados inicialmente

Para terminar, resulta que Banco Madrid era moroso en cuanto a las derramas y aportaciones extraordinarias que ha necesitado el FGD desde 2012 para reponer el dinero destinado a los EPA (esquemas de protección de activos) con que se endulzó la venta de varias cajas nacionalizadas. La cantidad adeudada es de 705.687 millones. Este dinero también debe calificarse, a su juicio, como crédito ordinario, es decir, con preferencia a la hora de cobrar.

Los administradores se enfrentan a todo el mundo

Se trata del enésimo enfrentamiento de los administradores concursales con los afectados por la decisión de intervenir y liquidar el banco tras la solicitud de intervención de BPA por las autoridades norteamericanas acusado de blanqueo de dinero. Como se recordará, su principal pelea fue con la CNMV, que adoptó medidas urgentes para salvaguardar a los partícipes de los fondos y sicav de la entidad que los administradores querían incluir en la masa concursal; al final, el supervisor del mercado dobló la mano de Martín y Vera.

Los dos también han chocado con los partícipes de estos productos, lógicamente, que han pasado un via crucis hasta recuperar su dinero, y con los clientes del broker Interdin, propiedad del banco, a los que quería destinar sólo 100.000 euros para repartir entre todos. En todo caso, los administradores consideran que la entidad tiene activos suficientes para satisfacer íntegramente a todos los acreedores, aunque queda la duda de si esta afirmación sigue en pie si se suma lo que reclama el FGD y que no habían cuantificado.

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) es el último de la larga lista de afectados por el concurso de Banco Madrid que se enfrenta a los administradores de la entidad. Una pelea que le ha llevado a impugnar la lista de acreedores presentada por ellos al juez porque entiende que hay 115 millones que se le adeudan que deben tener una calificación de "crédito ordinario" en vez de la de "crédito contingente", lo que le permitiría cobrar primero. Un contratiempo más que se une a la larga lista de problemas, enfrentamientos y disparates de este proceso.

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