La bolsa cierra su peor mes desde el rescate de Bankia pese a la remontada final

La nacionalización de Bankia no sólo fue grave per se, sino porque desató los temores a que España tuviera que ser rescatada -cosa que acabó ocurriendo en junio, pero de forma limitada al sector financiero- o incluso que saliera del euro. Eso provocó, como es sabido, una fuerte crisis de la deuda que llevó a la prima de riesgo por encima de 600 puntos básicos (hoy el diferencial con Alemania se encuentra en 131). Ese mes de mayo el Ibex se desplomó el 13,14%; y desde entonces, el índices nunca había caído tanto en un mes como lo ha hecho este agosto.

Porque el mes termina con un batacazo acumulado del 8,24%, ya que este lunes el índice ha cedido otro 0,91% hasta 12.259 puntos. De esta forma, vuelve a entrar ligeramente en negativo en el conjunto del año. Pero podía haber sido mucho peor sin la remontada tras el lunes negro (el lunes pasado), cuando el Ibex cayó el 5% en una sola sesión, su peor día desde agosto de 2012. Si no llega a rebotar con tanta fuerza, las pérdidas mensuales podrían haber sido similares a las de mayo de ese año.

Los índices han vuelto a los niveles previos a ese día fatídico, pero aun así arrastran las pérdidas anteriores, que habían comenzado por la nueva inestabilidad política en Grecia que desembocó en la convocatoria de elecciones anticipadas y se aceleraron con las devaluaciones del yuan decretadas por el Gobierno chino, que extendieron el temor a un parón del crecimiento en el gigante asiático y provocaron una desbandada de las divisas emergentes y de las materias primas.

Además, esta caída se ha producido con un fortísimo volumen de negocio -ha sido el agosto con mayor contratación desde 2011-, lo que hace más preocupante el movimiento porque no está exagerado por la falta de inversores, como sostienen algunos "expertos".

Sólo dos valores han salvado agosto en positivo: Indra (que ha subido el 3,47%) y la estrella del Ibex en 2015, la debutante Aena (+2,09%). En el otro extremo, Abengoa ha sido protagonista de lo peor (hundimiento de más del 80%) y de lo mejor (una recuperación superior al 50% de dicha caída), aunque el saldo neto es una pérdida del 46,8%. La atribulada empresa sevillana sigue sin ser capaz de asegurar la ampliación de capital de 650 millones que necesita para sobrevivir; y aunque algunos avances en la negociación con los acreedores -como incluir las acciones A para que la familia Benjumea pierda la mayoría- hicieron renacer el optimismo, sigue sin haber fumata blanca.

Entre los grandes, lo peor ha sido para Repsol, que se deja el 16,63% en el mes por la caída del petróleo y los crecientes problemas que supone para la reciente adquisición de Talisman, que ha disparado la deuda de la española. Empresas relacionadas con las materias primas como Arcelormittal, y constructoras como Sacyr, FCC y Acciona también han sufrido un duro castigo.

Otro sector que ha sufrido mucho este mes es la banca, con especial mención para dos nombres: Santander y Bankia. El primero ha perdido el 13,11% por su exposición a Brasil (de donde obtiene el 20% del beneficio) y también por la Cuenta 1, 2, 3, que no convence al mercado por su coste. En cuanto a Bankia, ha llegado a perder el euro por acción (marcó 0,99 el día 24), lo que la aleja cada vez más de los niveles en los que el Estado puede recuperar el dinero inyectado para salvarla (baja el 10,47% en el mes).

En el resto de mercados, lo más destacado ha sido el derrumbe del crudo, que ha llegado a niveles de 43 dólares en Londres y 39 en Nueva York, aunque ha rebotado con fuerza en las últimas sesiones (se encuentra en 52 y 44, respectivamente). El dólar también ha repuntado frente al euro, que ha retrocedido hasta por debajo de los 1,12 dólares. Finalmente, los bonos han vivido un mes muy extraño por la enorme distorsión que supone la omnipresencia del BCE y la retirada del negocio de muchos bancos de inversión. El activo español ha subido en rentabilidad (ha caído en precio), pero como el alemán lo ha hecho peor todavía, la prima de riesgo ha bajado.