BBVA, Caixabank y Popular dan la puntilla a los flojos resultados de la banca

Si ayer fue Santander el que decepcionó la mercado, hoy han sido Popular, Caixabank y BBVA los encargados de poner el broche a una temporada de resultados muy decepcionante para la banca.

Así, las acciones de Popular se desploman este viernes más de un 4% hasta los 4,09 euros tras presentar un beneficio de 188 millones en el primer semestre del año, lo que supone un 7,2% más. Sin embargo, su margen de intereses se redujo en un 0,3% hasta los 1.126 millones de euros y es en la debilidad mostrada por el sector en este apartado dónde el mercado tiene puesto su foco.

En este sentido, Nuria Álvarez, analista de Renta 4, destacaba de las cuentas de la entidad que preside Ángel Ron que aunque hay una "mejora de la rentabilidad gracias al coste del pasivo... falta recuperación del margen de intereses". Y esto es lo que está penalizando al valor.

Por su parte, Caixabank también recibe un serio correctivo a cuenta de sus resultados, de un 3,8% hasta los 4 euros por acción y eso que ha ganado un 75% más, 708 millones de euros. Sin embargo, las cuentas han estado por debajo de las expectativas y los márgenes han aumentado un 5,8% hasta los 1.862 millones de euros.

BBVA es el que mejor parado sale de todos, con una caída en bolsa de un 0,7% hasta los 9,2 euros por acción tras multiplicar por más de dos su beneficio entre enero y junio, hasta los 2.759 millones de euros.

Con todo, las primeras conclusiones que está extrayendo en mercado es que el punto más flojo de los bancos lo están teniendo en casa. Así, en el caso de Santander el jueves, la evolución de su negocio doméstico sirvió para rebajar la euforia sobre la recuperación económica.

Y es que las cuentas de los bancos han venido a confirmar los temores que ya tenían los expertos. En términos generales, las cifras de los bancos han seguido marcando una tendencia de recuperación de beneficios apoyada por unas menores dotaciones a provisiones. Las cesiones en la rentabilidad de la cartera de crédito se han visto compensadas con una evolución a la baja del coste del pasivo. Sin embargo, a calidad de los ingresos básicos, la presión en spreads y los bajos Roes siguen dejando mucho que desear.