La montaña rusa más salvaje en "el país de las burbujas y los pinchazos"

Era un artículo que versaba sobre el caso griego y analizaba la situación de la zona euro, pero a fbf001 le preocupaba todavía más otro país. Le inquietaba de un modo especial lo que está sucediendo en la gran potencia económica y social asiática, China, cuya bolsa está viviendo unos terremotos continuos que dejan casi en anécdotas los movimientos de los mercados europeos.

La bolsa del gigante mundial estaba hace un año cerca de los niveles más bajos en su historia moderna. Su índice CSI 300 rondaba los 2.150 puntos, en la parte baja de una zona lateral en la que llevaba mucho tiempo atascado. Pero de un día para otro, empezó a escalar y escalar, a toda velocidad, a un ritmo salvaje. Había cogido tanta inclinación y tan rápido que los mínimos del año empezaron a verse como hormiguitas, como se ve desde el pico de la montaña el coche en el que te acercaste.

El ascenso fue tan espectacular que el pasado 5 de junio, menos de un año después, el indicador chino coronó la cima de los 5.350 puntos, había subido casi un 150% en el periodo. Quienes tenían en cartera fondos del mercado no se habían visto en otra igual: rentabilidades superiores al 100% en un puñado de meses, un despegue fulgurante por fin, en una bolsa que se había perdido las subidas generalizadas de los grandes mercados mundiales.

Pero el baile se ha parado de golpe y la resaca es mortal. El 'señor mercado' ha vuelto a registrar otro de sus profundos cambios de humor y el CSI 300 se ha desplomado con una velocidad inusitada en las últimas semanas. El viernes cayó hasta la zona de los 3.800 puntos, un desplome de casi el 30% en menos de un mes.

"En un país tan complejo donde todo se desarrolla a gran velocidad sobre un territorio tan extenso y con una población tan brutal, es lógico pensar que la inestabilidad y el caos sean una parte natural del juego, como también lo son las oportunidades", explicaba Jacobo Arteaga, de Brighgate Capital, en su este recomendable post en Unience.

Las rentabilidades de los fondos, la vía más sencilla para invertir en China, junto con los ETF, evidencian el nivel de volatilidad que están viviendo los inversores. La media de la categoría, que llegó a subir más de un 70% a un año con datos de principios de marzo, caen cerca de un 20% desde máximos.

Aun así, las ganancias en el conjunto de 2015 todavía son espectaculares. El BBVA Bolsa China, el único de China entre las gestoras españolas, sube un 26% en 2015 y casi un 40% a un año. Entre los de gestoras internacionales, el Allianz China Equity sube un 24% en 2015 y un 52% a un año el Fidelity China Consumer Fund sube un 25% en 2015 y casi un 61% a un año.

¿El Ying o el Yang? ¿Tendrán razón quienes auguran el aterrizaje brusco del gigante asiático y apuntan a una burbuja en el mercado chino? ¿O estarán en lo cierto quienes, por el contrario, consideran que China tiene todavía mucho margen para tomar medidas que volverán a acelerar el crecimiento?

Según Jing Ning, la gestora del Fidelity China Focus, aunque "el crecimiento de la economía china se ralentiza, las respuestas políticas se aceleran. El mercado tiene una valoración razonable (el PER del MSCI China estaba a cierre de mayo en 12,5 frente al 18,8 del S&P 500) aunque muchas empresas de pequeña capitalización pueden estar en una burbuja".

Como señala Arteaga, "invertir en china con el argumento optimista de pretender que haya crecimiento estable es ridículo. No invertir bajo el argumento pesimista de burbujas y volatilidad, es obviar la que será dentro de unos años la mayor economía del mundo, como lo fue ya en el pasado. En China ocurren regularmente “ booms” y “ busts” en la orden del día."