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¡Atención! Vienen curvas para la deuda
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¡Atención! Vienen curvas para la deuda

El mercado de deuda ha cumplido un año bajo el efecto de los barbitúricos suministrados por Mario Draghi. Ha llegado el comienzo del nuevo curso

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El mercado de deuda ha cumplido un año bajo el efecto de los barbitúricos suministrados porel presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, con su famosa frase “haré todo lo necesario” y el lanzamiento de su nuevo programa de compra de bonos (OMT, por sus siglas en inglés). Pero ahora llegael comienzo del nuevo curso. El lunes arranca un mes de septiembre que no va a estar desprovisto de acción y que está llamado a hacer salir a los inversores del letargo en el que están sumidos, especialmente en Europa y Estados Unidos.

En el Viejo Continente hay dos citas claves marcadas en rojo en la agenda: las elecciones alemanas el próximo 22 de septiembre y el fallo del Tribunal Constitucional de ese país sobre la legalidad de eseprograma de compra de bonos por parte del BCE.

Aunque parece claro que el partido de Angela Merkel se va a hacer con la victoria, no lo es tanto el veredicto del Alto Tribunal germano. Su presidente ya ha avisado de que no están analizando la idoneidad o no de la compra de deuda, sino su legalidad conforme al ordenamiento jurídico alemán. No en vano, el recurso interpuesto por la asociación Más Democracia contra las medidas anunciadas hace un año por el BCE alega que el regulador se ha arrogado competencias que escapan a su mandato y que no están amparadas por la normativa interna.

Alemania, España e Italia

Precisamente, es el OMT el que ha marcado el comportamiento del mercado de deuda en los últimos doce meses en Europa. El 1 de septiembre de 2012, la rentabilidad del bono español se encontraba en el 6,857%, después de alcanzar máximos históricos del 7,56% a finales de julio de ese mismo año, cuando el rescate del país parecía inevitable y la ruptura del euro noera descabellada. Doce meses después, el paraguas del BCE ha permitido a España reducir el coste de su deuda hasta el 4,5%, siendo el periférico que más se ha beneficiado con la sola promesa -todavía no se ha puesto en marcha el programa- de Draghi. Pero en España, “la principal preocupación es la complacencia”, avisa Alberto Matellán, director de estrategia y macroeconomía de Inverseguros. “El Gobierno ha aprovechado la mejora de la percepción macro y de los mercados para evitar ajustes de gasto que deberían hacerse”, afirma.

El otro gran favorecido por la acción del BCE ha sido Italia, que terminó agosto del año pasado con el interés del bono en el 5,847% y que actualmente paga un 4,3% en el secundario por su deuda a largo plazo. Eso, a pesar de las recientes tensiones surgidas a raíz de las amenazas del partido de Silvio Berlusconi de retirar su apoyo al Gobierno de Enrico Letta si Il Cavaliere es expulsado del Senado el próximo día 9 a raíz de su imputación por un delito de fraude fiscal. En este sentido, Matellán no veriesgo político en este aspecto. “Supongo que habrá nuevas elecciones y hasta entonces se penalizará algo la deuda italiana, pero nada escandaloso”, concluye.

Por el contrario, el interés del bund alemán ha subido en este periodo desde el 1,334% hasta el 1,86% como consecuencia de un resurgir del apetito por el riesgo. De hecho, en el mercado empiezan a defender que se ha producido el cambio definitivo de tendencia y que la deuda alemana está entrando en un ciclo bajista, después de cerrar las dos semanas anteriores a la baja. Así, dejando aparte lo ocurrido en las últimas cinco sesiones -la preocupación ante el que parecía un inminente ataque a Siria por parte de EEUU ha llevado a los inversores a mirar de nuevo hacia activos refugio-, si el viernes que viene el bund vuelve a caer, fuentes del mercado aseguran a Cotizalia que se podrá hablar definitivamente de un ciclo bajista en el precio del bund.

Y septiembre arranca con la reunión del Banco Central Europeo en un momento en el que la presión sobre los precios del petróleo como consecuencia del posible ataque a Siria y su contagio al resto de Oriente Medio podría frenar en seco la recuperación. Un repunte del crudo que llegaría también en un momento muy inoportuno ya que, en el caso de que la instituciónmonetariacomience a ver presiones inflacionistas aparcaría cualquier proyecto de estímulo monetario adicional.

De cara a la reunión del jueves, Matellán lo tiene claro: “Poca cosa. Sin cambios, salvo en el lenguaje”. A juicio del experto, “Draghi se encuentra en una paradoja: mejora de expectativas macro, pero con los tipos cortos tensos. Ante eso, lo normal es que no haga nada. Más adelante quizá intervenga con más liquidez para controlar los tipos cortos”, concluye.

Finalmente, hay que sumar la posibilidad de que Grecia necesite un tercer rescate de 10.000 millones de euros. Aunque en estos momentos Alemania no quiere ni oír hablar del tema con unas elecciones a la vuelta de la esquina y una opinión pública totalmente contraria a que se continúe dando dinero a los derrochadores países de la periferia, “después de las elecciones se retomará el tema. Con Grecia habrá que hacer algo tarde o temprano: nuevo rescate o nuevas quitas”, afirma Matellán.

Estados Unidos

Pero no sólo Europa va a estar en el punto de mira de los inversores en las próximas semanas. Desde que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, marcara antes de verano el calendario para la retirada de los estímulos económicos, el llamado tapering, el debate ha girado en torno acuándo y cómo se hará, y ello es lo que realmente ha venido moviendo los mercados en los últimos meses.

“Es el tema estrella del mercado ahora mismo, y afecta a todos: EEUU, Europay emergentes”, explican desde Inverseguros. “Hasta que lo anuncie, seguirá la tendencia de subida de rentabilidadesen Estados Unidos y Alemania, así como la salida de capitales de los emergentes”. Y continúan: “Después posiblemente se dé la vuelta, por aquello de compra con el rumor, y porque la subida de tipos empieza a ser un problema para la economía americana”, concluye.

No en vano, la rentabilidad del treasury terminó el 31 de agosto de 2012 en el 1,549% y desde entonces se ha disparado hasta el 2,7% en que cerró el viernes. Así, las especulaciones y la inestabilidad en el mercado se irán incrementando a medida que se acerque el 18 de septiembre, cuando se conozca el resultado de la reunión de dos días del Comité Federal del Mercado Abierto.

Más después de que las actas de la reunión de agosto revelaranque “casi todos los miembros del comité se mostraron de acuerdo en que un cambio en el programa de compra de bonos aún no era apropiado”, pero que “si las condiciones económicas mejoran según lo esperado, el Comité moderaría el ritmo de sus compras de títulos a finales de año, y si las condiciones económicas continuaran desarrollándose según lo anticipado, el Comité reduciría gradualmente sus compras y concluiría su programa de compras a mediados de 2014", según consta en el documento.

En este sentido, la Fed se encuentra con el mismo problema que el BCE en el caso de que una abrupta subida de los precios del petróleo frene la recuperación económica. Con todo, el viernes que viene el foco estará en el dato de empleo correspondiente a agosto.

Más allá de la retirada de los estímulos, el otro frente que tiene abierto Estados Unidos es el techo de deuda después de que el secretario del Tesoro, Jack Lew, haya confirmado en una carta enviada al Congreso que el Gobierno alcanzará el límite de 16,7 billones de dólares a mediados de octubre. De nuevo comienzan los debates y negociaciones para elevar el tope, como ya ocurrió el pasado mes de diciembre y, anteriormente, durante el verano de 2011, cuando el retraso a la hora de alcanzar un acuerdo desembocó en la bajada del rating de EEUU.

En este sentido, Marc Garrigasait, gestor de Koala Capital Sicav, defiende que elverdadero problemaal que se enfrentan los mercados en estos momentos es eltecho de deuda. “Todos prometen que se va a arreglar, pero, de momento, lo único que se ha hecho es posponerlo gracias a la ayuda de los bancos centrales. Ahora ocurre que la Fed quiere retirar los estímulos porque se ha demostrado que no se han trasladado a la economía real y esto es lo que realmente temen los inversores”, concluye el gestor.

Los BRIC

En cuanto a los mercados emergentes, los problemas son cada vez más visibles y el miedo de un aterrizaje abrupto, especialmente en China y Brasil, continúa pesando en el ánimo de los inversores. No en vano, muchos de ellos han venido endureciendo sus políticas monetarias, con las consecuencias que ello está teniendo para el crecimiento.

Mientras que en los países desarrollados los tipos de su deuda se ha reducido en los últimos doce meses, no ha ocurrido lo mismo con el de los BRIC, término que acuñó el expresidente de Goldman Sachs Jim O´Neill para referirse a Brasil, Rusia, India y China.

Por encima de todos, destaca el fuerte repunte de la rentabilidad en Brasil, cuya deuda en dólares a 10 añosha pasado del 2,83% de hace un año al 4,6% actual, con una inflación del 6,7% que ha obligado a su banco central a subir los tipos de interés desde abril en 175 puntos básicos, hasta el 9%. Por su parte, el interés del diez años ruso es el único que apenas ha variado en los últimos doce meses, a las puertas del 8%; mientras que el de China ha pasado del 3,41% al 4%; y el de India ha subido del 8,24% al 8,8%. De hecho, India está experimentado un éxodo masivo de capitales que está hundiendo su divisa y que amenaza con comprometer aún más su estabilidad financiera y económica.

Japón

Finalmente, los últimos meses no han sido menos turbulentos para Japón, especialmentedesde enero. La rentabilidad del bono a diez años comenzó septiembre en el 0,797% y ha terminado agosto en el 0,72%, aunque llegó a marcar máximos anuales en el 0,92% en mayo a pesar las compras masivas de bono que anunció el Banco de Japón el 9 de abril, destinadas a duplicar la masa monetaria.“El Abenomics –programa de acciones fiscales y monetarias puestas en marcha por el Gobierno japonés- ha sido un factor clave en la primera parte del año y puede serlo a finales de este si el mercado empieza a percibir que no funciona”, concluye Matellán.

El mercado de deuda ha cumplido un año bajo el efecto de los barbitúricos suministrados porel presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, con su famosa frase “haré todo lo necesario” y el lanzamiento de su nuevo programa de compra de bonos (OMT, por sus siglas en inglés). Pero ahora llegael comienzo del nuevo curso. El lunes arranca un mes de septiembre que no va a estar desprovisto de acción y que está llamado a hacer salir a los inversores del letargo en el que están sumidos, especialmente en Europa y Estados Unidos.

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