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Bernanke marcará el paso de las próximas decisiones monetarias de Draghi
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REUNIONES DE LOS DOS BANCOS CENTRALES PRINCIPALES

Bernanke marcará el paso de las próximas decisiones monetarias de Draghi

El BCE mantiene el sesgo bajista sobre los tipos de interés. Pero no parece verdaderamente dispuesto a reducirlos... salvo que tenga que contraatacar

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi
El presidente del BCE, Mario Draghi

Acción: el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, anuncia a mediados de junio un calendario provisional sobre la retirada de los estímulos extraordinarios en EEUU. Reacción: el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, comunica a comienzos de julio “una orientación futura” sobre los tipos de interés para confirmar queseguirán al nivel actual o incluso más bajos durante “un periodo considerable de tiempo”. Esa fue la primera escaramuza de un juego que, posiblemente, tendrá continuidad en los próximos meses.

Esta es la sensación que dejó ayer entrelíneas el banquero italiano. Tal como se esperaba, primero mantuvo los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%; y luego se dedicó a reforzar el mensaje de julio, es decir, el sesgo bajista de nuevo cuño que ha instaurado el BCE con respecto a los tipos de interés. Confirmóque los tipos seguirán donde están o incluso más bajos, un mensaje que define la “orientación futura” -forward guidance- sobre los intereses que ahora-y por primera vez en su historia-defiende la institución. Y la defiende sin disidencia alguna, puesto que ayer fue refrendada deforma “unánime”, según confesóDraghi.

Ahora bien, tanto en el comunicado oficial como en la rueda de prensa de su presidente, el BCE trasladó la impresión de que no tiene prisa por actuar. Al fin y al cabo, la entidad sostiene que la economía está enviando síntomas de mejoría que "tentativamente confirman la expectativa de una estabilización en la actividad económica". Como, además, atisba una "recuperación gradual en lo que queda de 2013 y en 2014", no se danlos parámetros que suelen mover a la acción al BCE, más proclive a lo largo de su historia a actuar de forma reactiva que preventiva. "No parece estar más cerca una rebaja de los tipos de lo que estaba en julio y podríamos ser demasiado optimistas si esperáramos un recorte en septiembre", apuntan los expertos de Morgan Stanley.

En ese caso, ¿por qué ha lanzado y reafirmado ese sesgo bajista, esa predisposición, a bajar más los tipos? Como respuesta a la Fed y al impacto alcista que un viraje en la estrategia monetaria de la entidad estadounidense puede provocar en los mercados europeos. De hecho, el alumbramiento de esa "orientación futura" sobre los tipos ya se produjo para contraprogramar aBernanke, puesto que la sola alusión del presidente de la Fed a una posible reducción futura de los estímulos provocó un rápido repunte de las tensiones en los mercados de crédito que motivó la reacción de Draghi. Y ayer el banquero italianovolvió a dejar constancia de que eso es lo que le preocupa, de que le inquieta que las decisiones de la Fed puedan alterar de nuevo los mercados europeos, con el consiguiente incremento de los costes de financiación y un rebrote de la fragmentación financiera en la Eurozona.

O lo que es lo mismo, un peaje -y un riesgo- demasiado alto tras los progresos logrados en el último año a raíz del compromiso de Draghi con la "irreversibilidad" del euro y del lanzamiento del programa de compras de deuda pública (OMT) por parte del BCE. "La OMT hareducido los riesgos en la zona euro. Estamos empezando a ver posiblemente los primeros síntomas de que esta importante mejoría en la confianza y los tipos de interés estáencontrando el camino para llegar a la economía", valoró Draghi en alusión a esa favorable evolución.

Distintos caminos

Por eso, y del mismo modo que Bernanke se está esforzando en subrayar que el fin de los estímulos más extraordinarios (QE3) no implicará una subida inmediata de los tipos de interés, el presidente del BCE está haciendo lo mismo, pero en su caso para separar lo que haga la Fed de lo que vaya a hacer la institución europea. De ahí que ayer aprovechara la ocasión para deslizar dos ideas nada secundarias. La primera: "Las actuales expectativas de que se produzca una subida de los intereses en los mercados monetarios están, de acuerdo a nuestro comunicado, injustificadas". Y la segunda: "Los tipos de interés aún no han alcanzado el límite del 0%". Haciendo un dos en uno, dejó caer que si tiene que actuar para desmarcarse de la Fed lo hará, porque además tiene margen para hacerlo. Y por si acaso, ya ha dejado el terreno preparado.

Por estos motivos, todo indica que la siguiente cita clave con el BCE tendrá lugar no en la reunión del 5 de septiembre, sino en la del 2 de octubre. ¿La causa? Ya habrá tenido lugar la reunión de la Fed de los días 17 y 18 de septiembre, en la que los expertos sí ven posibilidades de que Bernanke pueda anunciar una reducción del QE3, con el que ahora viene dedicando 85.000 millones de dólares al mes a la compra de deuda pública y privada. Sin olvidar, por supuesto, que para comienzos de octubre también se habrán celebrado las elecciones en Alemania.

El habilidoso Draghi ha maniobrado, una vez más,con prestezapara abrirse nuevas opciones. Pero, fiel a la tradición del BCE, solo las empleará si antes ocurre algo que le obligue a hacerlo. Hasta el momento le ha validocon la OMT, a la que le ha bastado con suefecto disuasorio para tener efecto. Habrá que ver si solo con el sesgo bajista y la "orientación futura" sobre los tipos es suficiente.

Acción: el presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, anuncia a mediados de junio un calendario provisional sobre la retirada de los estímulos extraordinarios en EEUU. Reacción: el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, comunica a comienzos de julio “una orientación futura” sobre los tipos de interés para confirmar queseguirán al nivel actual o incluso más bajos durante “un periodo considerable de tiempo”. Esa fue la primera escaramuza de un juego que, posiblemente, tendrá continuidad en los próximos meses.

Reserva Federal Banco Central Europeo (BCE)