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Van tres españoles con información privilegiada... y Estados Unidos los pilla
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LA SEC ACUSA A UN ANTIGUO ASESOR DE ALFREDO SÁENZ

Van tres españoles con información privilegiada... y Estados Unidos los pilla

En 2010, BHP intentó comprar Potash. Mucho dinero en juego. Como el que intentaron ganar tres españoles con el uso de información privilegiada

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El 17 de agosto de 2010, la compañía minera británica BHP Billiton lanzó una oferta de compra (OPA) sobre la empresa canadiense de fertilizantes Potash mediante la que ofrecía 130 dólares por acción. Este precio suponía una prima del 16% sobre la cotización del día anterior. Al calor de la propuesta, ese mismo 17 de agosto los títulos de Potash se dispararon casi un 28%, o 31 dólares, hasta los 143,17 dólares. En la operación, una entidad española, Santander, actuócomo asesora de BHP.Por el camino, mucha información privilegiada. Y también mucho dinero. La manzana de latentaciónestaba servida. Tres españoles pudieron morderla.La agencia estadounidense encargada de la supervisión de los mercados (SEC, en sus siglas en inglés) les pilló. O eso considera, al menos. Esta semana ha acusado a dos de ellos.

Se trata de Cedric Cañas Maillard, de 40 años, y Julio Marín Ugedo, de 42 años, acusados de intentar beneficiarse con el uso deinformación privilegiada enesa operación. Destaca el caso de Cedric Cañas... porque era el secretario de Alfredo Sáenz, que entonces era el vicepresidente y consejero delegado del Banco Santander. En cuanto la entidad cántabra, a instancias de la SEC,comenzó a investigar las inversiones que Cañas realizó con contratos por diferencia (CFDs) sobre Potashen agosto de 2010, procedió a despedirlo.

Casi tres años después de los hechos, las conclusionesde la SEC ya son oficiales. "Cañas utilizó su posición como conocedor de información privilegiada en un banco de inversión para operar con CFDs a partir de la información confidencial sobre la adquisición de BHP sobre Potash", precisa Daniel Hawke, jefe de la unidad de abuso de mercado de la SEC. Cañas involucró en su artimaña a su amigo personalJulio Marín Ugedo, abogado y exjuez.

El relato de las autoridades norteamericanas ofrece todos los detalles:"Entre el 9 y el 13 de agosto de 2010, Cañas compró el equivalente a 30.000 acciones de Potash a través de unos títulos altamente especulativos conocidos como CFDs. Cañas también informó a su amigo Marín sobre la potencial adquisición y le aconsejó operar. Marín compró 1.393 acciones de Potash entre el 10 y el 12 de agosto".

La siembra estaba realizada. Solo faltaba esperar. Pero no mucho. El 17 de agosto llegó la oferta que ellos, según la SEC,ya conocían. Y la subida del 28%. Era el momento de cosechar."El 17 de agosto, Cañas liquidó toda su posición en CFDs en Potash y consiguió un beneficio neto de 917.239,44 dólares. Entre el 17 y el 19 de agosto, Marín vendió sus propias acciones de Potash con un beneficio neto de 43.566 dólares", precisa el informe de la SEC. En total, por tanto, un premio cercano al millón de euros.A partir de estas y otras evidenciasrecogidas en el informe, "la Comisión demanda que este caso sea juzgado ante un jurado".

Viene de lejos

Las últimas novedades en torno al uso de información privilegiada por personas vinculadas en el pasado al Banco Santander y su participación en aquella operaciónrefrescan un caso que, prácticamente, se destapó desde el principio. De hecho, Cañas no fue el primer empleado de la entidad en ser investigado por la SEC. El 24 de agosto de 2010, con el lanzamiento de la OPA aún caliente, ya acusó a Juan José FernándezGarcía, responsable europeo de productos derivados en Santander y que entonces tenía 35 años.

En su caso, tratóde sacar provecho invirtiendo a través de derivados. Y tampoco lefue mal en un principio, porqueobtuvo "un beneficio aproximado de 576.000 dólares".Pero la SEC locazó.Meses después, en abril de 2011, Juan José Fernández Garcíaacordó con las autoridades norteamericanas el pago de"más de 625.000 dólarespara resolver los cargos de información privilegiada contra él".

Lo que no pudo demostrar la SEC fue que otro español,Luis Martín Caro Sánchez, con 36 años de edad en ese momento, también invirtió en derivados sobre Potash manejandoinformación privilegiada. El organismo estadounidense lo incluyó en la misma investigación que a Fernández García. En su caso, se calcularon unas ganancias de497.000 dólares. Pero, finalmente, la SECno pudo probar que usó dicha información, con lo que fue absuelto de la acusación a finales de 2011.

En noviembre de 2010, BHP Billiton, ante la oposición del gobierno canadiense a la compra, retiró su oferta. La operación se vino abajo. Para la SEC, sin embargo, lo que envolvió a esa operación sigue muy vivo. Las dos últimas acusaciones lo demuestran.

El 17 de agosto de 2010, la compañía minera británica BHP Billiton lanzó una oferta de compra (OPA) sobre la empresa canadiense de fertilizantes Potash mediante la que ofrecía 130 dólares por acción. Este precio suponía una prima del 16% sobre la cotización del día anterior. Al calor de la propuesta, ese mismo 17 de agosto los títulos de Potash se dispararon casi un 28%, o 31 dólares, hasta los 143,17 dólares. En la operación, una entidad española, Santander, actuócomo asesora de BHP.Por el camino, mucha información privilegiada. Y también mucho dinero. La manzana de latentaciónestaba servida. Tres españoles pudieron morderla.La agencia estadounidense encargada de la supervisión de los mercados (SEC, en sus siglas en inglés) les pilló. O eso considera, al menos. Esta semana ha acusado a dos de ellos.