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'Super Mario': las 5 claves de un discurso histórico para mantener vivo al euro
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PRIMER ANIVERSARIO

'Super Mario': las 5 claves de un discurso histórico para mantener vivo al euro

Hace un año, Draghi protagonizó una histórica defensa del euro en un discurso cuyo éxito residió en cinco ideas fundamentales

Foto: El presidente del BCE, Mario Draghi
El presidente del BCE, Mario Draghi

Tuvo que ser en la City. Aprovechando la invitación para participar en una conferencia en Londres, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aprovechó el simbolismo que siempre envuelve al distrito financiero londinense para protagonizar, hace justo un año, una histórica defensa del euro. Y lo hizo, precisamente, porque la divisa europea estaba contra las cuerdas. Aquel mensaje, el compromiso que adquirió sobre la “irreversibilidad” de la divisa europea, aún pervive y el secreto de su éxito se fundamenta en los cinco mensajes principales que lanzó el 26 de julio de 2012.

1. “El euro es mucho, mucho más fuerte, la Eurozona es mucho, mucho más fuerte de lo que la gente reconoce hoy”.Esta frase sirvió de anticipo para lo que iba a decir luego. En ese contexto, en julio de 2012, el euro estaba verdaderamente en entredicho. Su viabilidad se discutía y el riesgo de ruptura nunca había sido mayor desde su nacimiento oficial en 1999 y desde la llegada al bolsillo de los eurosocios en 2002. Con esa afirmación, Draghi preparó el terreno para disipar esos temores.

2. “El euro es irreversible”.Una vez marcado el terreno, el banquero italiano fue a por todas. “Pensamos que el euro es irreversible. Y no es una palabra vacía, porque acabo de mencionar qué acciones se han adoptado para hacerlo irreversible”, aseguró. Con esas referencias aludía a los pasos que comenzaron a darse hace un año hacia la unión bancaria, así como a las medidas que se estaban aplicando en los países para controlar los déficits públicos y emprender reformas estructurales. Como también aseguró, para enfatizar precisamente la voluntad de los líderes europeos, muchos “infravaloran la cantidad de capital político que está siendo invertido en el euro”.

3. “Dentro de nuestro mandato, el BCE está preparado para hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente”.Fueron las palabras mágicas. Una frase esculpida, parte por parte, para forjar la mayor defensa que se ha hecho del euro durante la crisis. Y en ella, tres ideas fundamentales, todas ellas trascendentales. La primera: “Dentro de nuestro mandato”. Con estas palabras, Draghi levantó su parapeto para protegerse de los defensores de la ortodoxia, con el presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann, como principal exponente. De este modo, quiso dejar claro desde el principio que no se olvidaba del ADN del BCE y su defensa de la estabilidad de los precios, pero también que ese mandato no impedía que la institución tuviera algo más de flexibilidad a la hora de aplicarlo. Ese matiz se ha revelado aún más clave con el paso del tiempo. En junio, cuando el Tribunal Constitucional alemán sometió a juicio si el programa de compra de bonos (OMT) se ajusta a las leyes germanas, el ministro de Finanzas. Wolfgang Schäuble, alegó para defenderlo que se encuentra “dentro del mandato” del BCE.

Segunda idea: “Está preparado para hacer todo lo que sea necesario”. El gran compromiso. El auténtico muro de contención que levantó Draghi, que puso así al BCE como el principal garante del futuro del euro.

Y tercera idea: “Y créanme, será suficiente”. El remate final, todo un desafío para quienes dudaban del futuro de la moneda única. Una frase pronunciada para avisar de que quienes tomaran posiciones contra el euro se las terminarían viendo con el BCE.

4. “Tenemos que reparar esta fragmentación financiera”.En el histórico discurso de hace un año, Draghi también convirtió en uno de sus principales objetivos reducir la creciente fragmentación financiera que se estaba abriendo paso en la región. Su mayor expresión era la ampliación de las primas de riesgo entre los distintos países, a partir de las cuales posteriormente a las empresas y los ciudadanos de esas naciones también les resultaba sustancialmente más caro financiarse que en otros lugares del euro. Esta diferencia de costes contravenía la propia esencia de la Unión Económica y Monetaria (UEM), porque, lejos de conseguir una convergencia entre los distintos países, ponía de relieve que se estaban distanciando y que estaba creciendo la sensación de que un euro estaba más seguro en unos países que en otros. O lo que es lo mismo, las costuras del euro estaban saltando por los aires, de ahí que Draghi, con ese mensaje y el posterior lanzamiento de la OMT en septiembre, saliera al paso para reforzarlas.

5. “En la medida en que las primas de riesgo soberanas obstaculizan el funcionamiento del canal de transmisión de la política monetaria, se introducen en nuestro mandato”.El mejor reflejo de la fragmentación financiera se observaba en las primas de riesgo, es decir, en la diferencia entre el interés que unos países pagaban por financiarse a 10 años y los que pagaba Alemania, el europaís más solvente. En el caso español, el 24 de julio de 2012 llegó a tocar los 650 puntos básicos –un nivel que no se veía desde los tiempos de la peseta– y en el italiano, hasta los 540. La ampliación de las primas de riesgo alimentaba, a su vez, un círculo vicioso consistente en que a las empresas y los ciudadanos de esos países también les resultaba más caro y más difícil financiarse, indiferentemente de las decisiones que adoptara el BCE. Esto es, por mucho que redujera los tipos de interés, estas medidas no funcionaban porque la transmisión de esas rebajas no se canalizaba en forma de más crédito y más barato a la economía real. Y no se transmitía, en buena medida, porque las primas de riesgo impedían esa transmisión, razón por la que Draghi maniobró para incorporarlas a su terreno.

Desafió así la posición de los guardianes de la ortodoxia, puesto que hacer un hueco a las primas en su estrategia conectaba de algún modo a la política monetaria –la jurisdicción del BCE– con la política fiscal –ajena al BCE y la responsabilidad de los políticos–. ¿Cómo lo justificó? Hilvanando que este mensaje con el de la “fragmentación financiera” y la necesidad de implementar medidas para reparar el canal de transmisión de las decisiones de política monetaria. En definitiva,todo un ejercicio de funambulismo, porque eso eslo que hizo en Londres. Pero es que el euro caminaba entonces sobre el alambre.

Tuvo que ser en la City. Aprovechando la invitación para participar en una conferencia en Londres, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aprovechó el simbolismo que siempre envuelve al distrito financiero londinense para protagonizar, hace justo un año, una histórica defensa del euro. Y lo hizo, precisamente, porque la divisa europea estaba contra las cuerdas. Aquel mensaje, el compromiso que adquirió sobre la “irreversibilidad” de la divisa europea, aún pervive y el secreto de su éxito se fundamenta en los cinco mensajes principales que lanzó el 26 de julio de 2012.

Banco Central Europeo (BCE)