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Bronca en el primer día del Parlamento vasco por negarse a acatar la Constitución
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PROTESTAS DEL GRUPO POPULAR

Bronca en el primer día del Parlamento vasco por negarse a acatar la Constitución

Se inicia legislatura con el arrinconamiento al PP y Alonso advierte al PNV de que habrá "consecuencias". Los populares se quedan fuera de la Mesa del Parlamento

Foto: El lehendakari, Iñigo Urkullu, vota durante la elección de la nueva mesa. (Efe)
El lehendakari, Iñigo Urkullu, vota durante la elección de la nueva mesa. (Efe)

El País Vasco ha comenzado hoy la legislatura con el arrinconamiento del PP, que se ha quedado fuera de la Mesa del nuevo Parlamento Vasco, algo que no ocurría desde 1990, a raíz del pacto suscrito entre PNV y PSE para repartirse tres de los cinco miembros que integran el órgano de control de la Cámara, lo que constituye la primera evidencia del acuerdo de gobernabilidad que suscribirán ambas formaciones. Esta exclusión ha suscitado la enérgica condena del presidente del PP vasco , Alfonso Alonso, que ha insistido en su contundente advertencia a la formación ‘jeltzale’ de que esta decisión tendrá “consecuencias” a lo largo de los próximos cuatro años.

No se preveían sorpresas en la sesión de constitución del nuevo Parlamento Vasco que da inicio a la legislatura, ya que el veto al PP en la Mesa era ya una evidencia. Así, PNV, PSE y EH Bildu se han repartido los votos para que las dos vicepresidencias recayeran en manos de la coalición ‘abertzale’ (Eva Blanco) y de los socialistas (Txarli Prieto), mientras que las secretarías estarán ocupadas por Podemos (Cristina Makazaga) y la formación ‘jeltzale’ (Iñigo Iturrate). Pero sí ha habido sorpresas. El PP, a la vista de la anunciada soledad, ha querido marcar perfil y acaparar el protagonismo al exigir que los parlamentarios acataran la Constitución Española, tal y como establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). En su artículo 108.8, establece que “en el momento en el que tomen posesión y para adquirir la plena condición de sus cargos los candidatos deben jurar o prometer acatamiento” a la Carta Magna.

La propuesta, lanzada por boca del parlamentario popular Borja Sémper, ha pillado en fuera de juego al presidente de la Mesa de Edad, Juan Luis Uría, de Podemos, que ha anunciado un “pequeño receso para consultar la petición”, así como risas en el palco de invitados, entre los que se encontraban el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, o la ‘número 1’ de Podemos en el País Vasco, Nagua Alba. Finalmente, la petición ha sido rechazada por cuatro miembros de la Mesa de Edad, pertenecientes al PNV y la formación de Pablo Iglesias (dos cada uno), y el voto favorable de la integrante del PP, con el argumento de la ausencia de “precedentes históricos”.

El planteamiento de los populares ha pillado por sorpresa al presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Juan Luis Ibarra, que se encontraba en el palco de invitados, y que en una primera valoración ha considerado que esta cuestión, en su caso, debería ser llevada al Constitucional directamente para que se pronunciara al respecto. Pero más allá de las cuestiones jurídicas, Alonso ha denunciado que se haya “querido eludir” la Constitución en la conformación del Parlamento Vasco que da inicio a la XI legislatura. Este acatamiento a la Constitución es algo inédito. Tampoco se celebró bajo la presidencia en la Cámara de la popular Arantza Quiroga. En todo caso, ante esta circunstancia, Alonso, ha replicado que si entonces no se dio cumplimiento a esta obligación ahora él está en la Cámara “para cumplir la ley”. Por ello, ha insistido en que el Parlamento se ha quedado fuera de la “normalidad constitucional”.

La ausencia del PP de la Mesa estaba cantada pero no por eso el PP ha rebajado el tono duro de su discurso. Alonso ha comparecido al término de la sesión plenaria para advertir al PNV de que esta “exclusión” pactada “con el PSE y EH Bildu” tendrá sus “consecuencias”, si bien no ha querido ser más explícito en base a la “cautela”. ”No voy a ir más lejos en el terreno de la advertencia”, se ha limitado a afirmar. Aunque ya lo ha dejado muy claro. Porque el acuerdo para dejar fuera a su partido del órgano de control del Parlamento, según ha aseverado, “marca mucho el futuro legislativo” al evidenciar que las “intenciones” del PNV es gobernar en minoría con el PSE y “hacer depender la estabilidad” de EH Bildu. “Dejar la gobernabilidad en manos de la formación más radical no es bueno”, ha manifestado para dejar constancia de que este “mal comienzo” de la legislatura va a “dificultar” las relaciones con el PNV. “Cuando se adoptan unas decisiones se asumen las consecuencias”, ha remarcado el presidente del PP vasco, que ha lamentado que el PNV haya optado por dejarles “fuera” y “excluirles” del diálogo.

PP, un papel clave

La aritmética parlamentaria, con la suma de PNV y PSE a un voto de la mayoría absoluta (cuentan con 37 de los 75 escaños), permitirá al PP jugar un papel clave en la próxima legislatura. Las “consecuencias” de las que habla Alonso podrían derivar en una sintonía de voto en determinados momentos con EH Bildu y Podemos para paralizar algunos proyectos de ley o normas que impulse el Gobierno de Iñigo Urkullu. En todo caso, de darse, sería algo puntual, ya que está descartada una unidad de acción en la Cámara de Vitoria con la izquierda más radical. En todo caso, esta exclusión se suma a la reiterada negativa del PNV de apoyar con su abstención la investidura de Mariano Rajoy, lo que dificulta la llegada de acuerdos en el Parlamento Vasco en la legislatura. “No tiene sentido ir cerrando puertas desde el primer día”, ha remarcado Alonso ante este “profundo error” del PNV.

La aritmética parlamentaria, con la suma de PNV y PSE a un voto de la mayoría absoluta, permitirá al PP jugar un papel clave en la próxima legislatura

La exclusión del PP de la Mesa y el veto a que los parlamentarios vascos acaten la Constitución ha marcado el inicio de una legislatura que llega mientras el PNV y el PSE prosiguen en sus negociaciones para llegar a un acuerdo de gobernabilidad de cara a la investidura de Iñigo Urkullu, y que podría producirse a mediados de noviembre, según las fechas que se manejan en Sabin Etxea. El PSE ya asume que entrará a formar parte del próximo Gobierno vasco, en sintonía con los Ejecutivos en coalición en el resto de instituciones vascas entre ambos partidos. El primer ‘acuerdo’ entre nacionalistas y socialistas es el nombramiento como vicepresidente segundo de la Mesa del socialista Txarli Prieto, que accede a este órgano a pesar de que su partido cuenta con los mismos parlamentarios que el PP (9), que será el único partido sin presencia en este ente. PNV ha repartido sus votos para la vicepresidencia primera recayera en EH Bildu y la segunda en el PSE.

La Cámara volverá a estar liderada por Bakartxo Tejería (PNV), quien, en su discurso tras ser investida presidenta, no ha tenido reparos en asumir el compromiso de su partido de dotar a el País Vasco de un nuevo estatus jurídico-político por ser “el que las mujeres y los hombres de este pueblo requieren”. Es la propuesta con la que compareció a las elecciones vascas del pasado 25 de septiembre Urkullu, que contempla realizar una “consulta habilitante” a la ciudadanía esta legislatura (aunque sin poner fecha) para avalar una modificación del Estatuto que incluya el reconocimiento de Euskadi como nación. “Hay que avanzar y culminar los trabajos iniciados en este Parlamento la pasada legislatura, sin más límite que la voluntad de la ciudadanía vasca libre y democráticamente expresada”, ha señalado la presidenta.

Su discurso ha motivado la queja de Alonso, que ha denunciado que Tejería ha roto el principio de “neutralidad” que se le presupone con una declaración de intenciones que es un “calco” del programa electoral del PNV. “Se ha alejado de la posición de neutralidad política”, ha censurado el presidente del PP vasco para advertir de que el “respeto” a la ley y la Constitución marcará el “centro de nuestra actuación política” en el Parlamento Vasco en la legislatura.

El Parlamento más femenino

El nuevo Parlamento Vasco es el más femenino de la historia, con 40 mujeres y 35 hombres en el hemiciclo. El PNV cuenta con 28 asientos, mientras que EH Bildu tiene 18 y Podemos, que se estrena en la Cámara, dispone de once representantes. PSE y PP, por su parte, gozan de nueve asientos cada uno. Esta representación política hace que la defensa del derecho a decidir del pueblo vasco sea mayoritario, con el PNV, la coalición abertzale y la formación morada apoyando una consulta soberanista. A este respecto, EH Bildu da por hecho el apoyo en esta materia Podemos, si bien el partido de Pablo Iglesias ha tratado de marcar distancias estas semanas con la coalición abertzale. Podemos asumió buena parte de las reivindicaciones de la antigua Batasuna de cara a unas elecciones en las que sufrió un severo varapalo. Tras ganar las elecciones generales del 20-D y el 26-J, la formación morada cayó al tercer puesto el 25-S, a 17 escaños del PNV, a quien aspiraba a destronar de Ajuria Enea, y superado por una izquierda abertzale que se encontraba en horas bajas y que rentabilizó la inexperiencia de la candidata morada a lendakari, Pili Zabala. La víctima del GAL ha sido apartada a un segundo plano por su partido, que le ha dejado sin la portavocía del grupo parlamentario, que ha recaído en Lander Martínez.

En su estreno en el Parlamento Vasco, los representantes de Podemos han llevado distintivos en contra de la violencia de género y el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP). Sus reivindicaciones han cogido así el testigo de las anteriores demandas en favor de los presos de ETA desde la bancada de EH Bildu, que hoy no se ha servido de la Cámara para mostrar su apoyo a los etarras encarcelados.

El País Vasco ha comenzado hoy la legislatura con el arrinconamiento del PP, que se ha quedado fuera de la Mesa del nuevo Parlamento Vasco, algo que no ocurría desde 1990, a raíz del pacto suscrito entre PNV y PSE para repartirse tres de los cinco miembros que integran el órgano de control de la Cámara, lo que constituye la primera evidencia del acuerdo de gobernabilidad que suscribirán ambas formaciones. Esta exclusión ha suscitado la enérgica condena del presidente del PP vasco , Alfonso Alonso, que ha insistido en su contundente advertencia a la formación ‘jeltzale’ de que esta decisión tendrá “consecuencias” a lo largo de los próximos cuatro años.

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