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Eibar, una ciudad dividida por el escándalo sexual de Enrich y Luna
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LOS DOS JUGADORES HAN DECLARADO ANTE LA POLICÍA VASCA

Eibar, una ciudad dividida por el escándalo sexual de Enrich y Luna

Hay quienes piden la expulsión del club de ambos futbolistas por la difusión del vídeo y otros lo rechazan de forma categórica

Foto: Luna y Enrich celebran un gol del Eibar
Luna y Enrich celebran un gol del Eibar

En la céntrica plaza Unzaga, un niño golpea al balón ataviado con la camisa del Eibar. Con el ascenso del club armero a la Primera División en 2014 los colores azulgranas se han impuesto por goleada a las hasta entonces dominantes zamarras blanquiazules de la Real Sociedad y rojiblancas del Athletic. “Somos muy del Eibar”, proclama, orgulloso, su aita.

Este municipio guipuzcoano de algo más de 27.000 habitantes situado en la frontera con Vizcaya respira fútbol por todos sus rincones. Sus vecinos presumen de sentimiento armero, de pertenencia a un club modesto en una liga marcada por el afecto al dinero. El corazón por encima de los millones. Hace apenas una semana, Eibar saltaba a la primera línea informativa por su empate en el Santiago Bernabéu. Ahora, los mismos chicos que pusieron en aprietos a Zinedine Zidane y sus estrellas en el verde han puesto fuera del terreno de juego en jaque a un club, a una ciudad, con la propagación masiva en las redes sociales de un vídeo de alto contenido sexual protagonizado por los jugadores Sergi Enrich y Antonio Luna, que mantienen relaciones con una joven que ya ha presentado una denuncia ante la Ertzaintza por la grabación y difusión sin su consentimiento.

Precisamente, los dos jugadores declararon la mañana de este viernes ante la Policía Vasca en la comisaría de Ondarreta de San Sebastián dentro de las actuaciones abiertas a raíz de la denuncia presentada por la joven. Los dos jugadores no participaron en el entrenamiento de este viernes por la mañana del Eibar, que no tiene previsto sancionarlos y les ha dado fiesta hasta el martes.

Es unánime el rechazo a la grabación y difusión del vídeo pero hay disparidad de criterios en relación a las consecuencias del acto

En una ciudad que vive el fútbol con pasión son habituales las discusiones sobre lo que ocurre en el césped. Y este partido, donde lo que está en juego es la decencia, no es ajeno a esta división de opiniones. Es unánime el rechazo a la grabación y difusión del vídeo pero hay disparidad de criterios en relación con las consecuencias del acto, tanto personales como para el club. “¿Echarles del equipo? No, para nada”. Miguel, un socio del Eibar desde los tiempos de Segunda, se conforma con la tarjeta amarilla. “Hay que llamarles al orden para que no vuelva a ocurrir y ya está. Se han equivocado al compartirlo con terceras personas pero tampoco han cometido un pecado capital”, argumenta.

Su rechazo categórico a las medidas drásticas es compartido. Pero también hay tarjetas rojas. Muchas. No faltan los aficionados que reclaman al club la expulsión de ambos jugadores, que cumplen su segunda temporada portando el escudo del Eibar en el pecho. “Somos un club modélico, humilde, de pueblo, y esto no se puede permitir”, denuncia, muy disgustado, un seguidor armero. “Es una vergüenza”, clama una seguidora que se hace eco de otros supuestos casos similares protagonizados por Enrich que promulgan las redes sociales. Dentro de la cascada de mensajes e informaciones que inundan Twitter estas últimas horas, con la credibilidad que pueden tener, se dice que durante su etapa profesional en el Mallorca habría cometido otras grabaciones.

Las conversaciones a pie de calle derivan hacia los posibles perjuicios para la imagen de la ciudad, del equipo. Un grupo de padres con hijos en las categorías inferiores del Eibar debate sobre la cuestión entre la diversidad de opiniones.

“Hay que llamarles al orden para que no vuelva a ocurrir y ya está. Se han equivocado al compartirlo con terceras personas pero tampoco es un pecado capital”

-“La imagen del club se va a ver dañada seguro”.

-“Yo no lo creo”.

- “Ojalá no afecte al club”.

-“Una vez que pase el tiempo todo se olvidará”, reflexionan.

De momento, a la espera de lo que depare el transcurrir de los días, la preocupación es máxima por los efectos que pueda ocasionar a un club que ha optado por el silencio. Su respuesta al escándalo sexual es no realizar ninguna declaración pública con el argumento de que el vídeo pertenece a la esfera privada de los dos futbolistas. Y su actitud vuelve a tener dividida a la ciudad. “No lo entiendo cuando la imagen del club está en juego”, se oye en este corrillo de padres. “Yo estoy con el Eibar. Al final los dos jugadores han grabado y compartido un vídeo en su vida privada”, le replican. “¡Pero qué culpa tendrá el Eibar de que dos tontos hayan compartido un vídeo de estas características con terceras personas!”, alza la voz un tercero.

Pero más allá del club, hay una gran perjudicada por la difusión del vídeo, la propia afectada, una joven que trabaja de camarera en San Sebastián que se encuentra de baja después de que el miércoles se hiciera viral el vídeo en el que mantiene relaciones sexuales con los dos futbolistas. En el mismo, la mujer muestra su rechazo a ser grabada al ser consciente de estar siendo objeto del foco de una cámara. “Para, eso no, eh”, dice. Pero su petición cae en saco roto y el autor del vídeo continúa. Al parecer, la joven está recibiendo tratamiento psicológico.

No hay comentario en Eibar que pase por alto la “dura situación” que debe estar atravesando la afectada. Difiere el tono de voz y los términos empleados, algunos muy duros con el “machismo” vigente en la sociedad. La joven está en la mente de todos como la gran damnificada de la difusión de este vídeo, que ha salido a la luz un año después de su grabación. No piensan lo mismo los propios futbolistas, que la relegaron al quinto párrafo en el comunicado conjunto que publicaron en sus cuentas de Twitter para disculparse por la publicación del vídeo. Antes, Enrich y Luna muestran su lamento por el daño que pueda ocasionar la difusión de la grabación al club, los aficionados, la ciudad y los niños. “No me quiero ni imaginar por lo que estará pasando esa chica”, señala, a modo de protesta, Naiara, madre de una hija de 9 años.

Enrich y Luna muestran su lamento por el daño que pueda ocasionar el vídeo al club, los aficionados, la ciudad y los niños antes que a la joven afectada

Los dos futbolistas siguen haciendo “vida normal” en Eibar. “Se les ve por la calle”, señalan los vecinos. “Ellos piensan que no han hecho nada malo sino que culpan al que lo ha colgado en la red”, afirma Juan, socio del club armero, quien confía en que la llama de la polémica se apague en los próximos días. De momento, el Eibar juega con la ventaja que le da el descanso en la liga de Primera División este fin de semana por los compromisos de las selecciones internacionales. “Nos ha venido muy bien el parón”, coincide la ciudadanía. De hecho, no será hasta el lunes día 17 cuando Ipurúa abra sus puertas para el partido que enfrentará al Eibar contra Osasuna. Precisamente, un partido entre ambas escuadras en el campo eibarrés se hizo famoso hace años por las escenas subidas de tono en la grada entre un seguidor rojillo y una aficionada azulgrana cuando militaban en la categoría de plata.

Lo que ocurra en el partido contra Osasuna es una incógnita. Aún faltan diez días y las redes sociales siguen echando humo (incluso hay un supuesto audio atribuido a Enrich en el que se ríe de todo lo que está sucediendo, si bien desde su entorno y el club aseguran que es falso). Dentro del campo, hay quien opina que el entrenador José Luis Mendilibar, que ha trasladado su apoyo a los futbolistas dentro del vestuario, va a dejar en el banquillo de suplentes a Enrich y Luna. Otros, en cambio, creen y defienden su inclusión en el once titular, ya que están siendo dos jugadores “muy importantes” esta temporada. ¿Y la afición? ¿Cuál será su respuesta? “Espero que no les aplaudan”, afirma una joven. “Te aseguro que no les van a pitar”, le replica su novio. Hay quien incluso no duda de que van a recibir aplausos. Las cámaras lo volverán a grabar.

En la céntrica plaza Unzaga, un niño golpea al balón ataviado con la camisa del Eibar. Con el ascenso del club armero a la Primera División en 2014 los colores azulgranas se han impuesto por goleada a las hasta entonces dominantes zamarras blanquiazules de la Real Sociedad y rojiblancas del Athletic. “Somos muy del Eibar”, proclama, orgulloso, su aita.

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