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El PNV se orilla hacia la antigua Batasuna para avanzar en el derecho a decidir
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APUESTA POR DOS SOCIOS: PSE Y BILDU

El PNV se orilla hacia la antigua Batasuna para avanzar en el derecho a decidir

El PNV apuesta por dar la etiqueta de socio preferente al PSE para la estabilidad institucional. Pero no renuncia a la puerta abierta que le deja EH Bildu para entrar en el terreno soberanista

Foto: Iñigo Urkullu (i), junto a Andoni Ortuzar (2i), durante la reunión con la delegación del PSE, Idoia Mendia (d) y Miguel Ángel Morales, en el marco de la ronda de contactos para la formación de Gobierno. (EFE)
Iñigo Urkullu (i), junto a Andoni Ortuzar (2i), durante la reunión con la delegación del PSE, Idoia Mendia (d) y Miguel Ángel Morales, en el marco de la ronda de contactos para la formación de Gobierno. (EFE)

El PNV busca dos compañeros de viaje para la legislatura: por un lado, el PSE, para recorrer la vía de la estabilidad institucional y, por el otro, EH Bildu, para emprender el camino de la aventura soberanista con la consulta por el derecho a decidir en el horizonte. La ronda de contactos realizada por el partido que lidera Iñigo Urkullu de cara a la gobernabilidad de Euskadi ha llevado a la formación ‘jeltzale’ a pensar que puede transitar por este terreno del doble socio que no está exento de peligros.

Los encuentros han hecho que el PNV vea factible alcanzar “acuerdos estructurales” tanto con la coalición ‘abertzale’ como con los socialistas. Ahora, quiere allanar ambas vías con “un segundo estadio de conversaciones” que permita tejer entendimientos sólidos. La formación nacionalista apuesta por dar la etiqueta de socio preferente al PSE para lograr la estabilidad institucional. Les unen los acuerdos alcanzados en la pasada legislatura en el Parlamento vasco en materia económica y los pactos de gobierno vigentes en diputaciones y ayuntamientos. Pero no renuncia a la puerta abierta que le deja EH Bildu para entrar en el terreno soberanista. De hecho, a las primeras de cambio ya se orilla hacia la izquierda 'abertzale' para avanzar juntos en la consecución del derecho a decidir.

“Ha llegado la hora de intentar entendernos y avanzar en un diagnóstico común”. El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, ha dejado clara la pretensión de retomar con la izquierda 'abertzale' una relación que viene “lastrada desde hace tiempo por una desconfianza y unos desencuentros que han impedido hasta ahora un diálogo eficaz”. En su comparecencia de este miércoles en Sabin Etxea para valorar la primera ronda de contactos, hubo varios gestos de acercamiento a la antigua Batasuna. Habló de “punto de inflexión”, de “clima constructivo” y de “cambio de tendencia”. El PNV es consciente de que tiene un gran aliado en Arnaldo Otegi para recorrer el camino soberanista. Además, sabe que la debilidad del PSE juega a su favor, ya que los socialistas, con la representación más baja de su historia (nueve parlamentarios), se limitarían a aguantar la percha de la estabilidad institucional.

Por lo tanto, entiende que tiene el terreno despejado para emprender esta vía en cualquier momento a lo largo de la legislatura. Urkullu, que será investido lendakari a finales de noviembre según los plazos que manejan en Ajuria Enea, recogía en su programa electoral la celebración de una “consulta habilitante” entre la ciudadanía para someter a ratificación un proyecto de reforma del Estatuto que reconozca a Euskadi como nación. El derecho a decidir, defiende, es una parte “instrumental” de un estatus jurídico para Euskadi más amplio.

En este objetivo, sabe que la izquierda ‘abertzale’ le va a poner la alfombra roja, tal y como se han empeñado en dejar constancia tras el 25-S los diferentes altavoces de EH Bildu. En todo caso, el PNV prefiere mantener ciertas distancias dentro de esta pretendida nueva relación con la barrera de la paz y la convivencia, que le puede servir de escudo en función de sus intereses. Así, ha dejado constancia a la antigua Batasuna de que es preciso “encarrilar” la cuestión de la paz, de las consecuencias de la violencia de ETA, con un “diagnóstico común”. Esto, según expone, “allanaría el terreno” para llegar a diferentes acuerdos.

En este escenario, el PNV se quiere esforzar en trasladar el mensaje de que no se trata de elegir “a unos para una cosa y a otros para otra”. De hecho, Ortuzar se muestra convencido de que “podemos compartir muchas cosas” entre las tres formaciones y abre la posibilidad a llegar a acuerdos a tres bandas “sin ningún problema”. Pero es consciente de las dificultades. Apenas hay margen de maniobra. El PSE insiste en su amenaza de dar por rotos todos los acuerdos, incluidos los pactos para gobernar en las instituciones, en caso de que la formación ‘jeltzale’ apueste por la “inestabilidad” de las aventuras soberanistas. En el otro bando, EH Bildu presiona a Urkullu con la alianza con Podemos.

Declaradas las intenciones, la segunda ronda de contactos del PNV, que estará abierta también a PP y Podemos, con quienes pretende llegar a “acuerdos puntuales” durante la legislatura, servirá para calibrar la disponibilidad del PSE y EH Bildu. En las filas socialistas, no han sentado bien las palabras de Ortuzar de que el partido afrontará este nuevo ciclo de conversaciones haciendo “los mismos esfuerzos” para llegar a acuerdos con unos y otros dados los antecedentes. Sostienen que el Gobierno “fuerte” y las “certidumbres legislativas y presupuestarias” que busca la formación ‘jeltzale’ no vienen de la mano de la antigua Batasuna, que tras las elecciones del 25-S solo habla de la vía independentista.

La izquierda ‘abertzale’ ha querido tener un gesto con Urkullu al anunciar que no va a presentar candidatura a lendakari, lo que asegura su continuidad en Ajuria Enea sin tener que depender del apoyo de PSE o PP. Otra cuestión será la gobernabilidad, que está en el aire. El recuento del escrutinio en Vizcaya ha cambiado el escenario político, y al PNV ya no le vale con pactar con los socialistas para tener mayoría absoluta y asegurarse una legislatura plácida con todas las posibilidades de acuerdos abierta. Ahora, da por descartada la vía de la “estabilidad total”, ya que “obligaría probablemente a pactos multibanda que no creo que estemos en disposición de pedirle a nadie que haga”.

En este nuevo tablero, el PP va a jugar un papel fundamental. En todo caso, 'a priori', la formación ‘jeltzale’ no considera que pueda haber una entente de los populares con Podemos y EH Bildu en el Parlamento vasco para castigar a quien se empeña en negar su apoyo a Mariano Rajoy. Pero el PP puede bloquear leyes de calado que puedan pactar el PNV y el PSE. Pese a ello, los nacionalistas insisten en desligar lo que pueda suceder en Vitoria de lo que ocurra en Madrid. Así, Ortuzar ha advertido de que “no ha pasado nada” para que en Sabin Etxea se replanteen su rechazo a la investidura de Rajoy. Además, afirma que desde Génova no se han puesto en contacto con el partido para abordar un posible cambio de postura.

El PNV busca dos compañeros de viaje para la legislatura: por un lado, el PSE, para recorrer la vía de la estabilidad institucional y, por el otro, EH Bildu, para emprender el camino de la aventura soberanista con la consulta por el derecho a decidir en el horizonte. La ronda de contactos realizada por el partido que lidera Iñigo Urkullu de cara a la gobernabilidad de Euskadi ha llevado a la formación ‘jeltzale’ a pensar que puede transitar por este terreno del doble socio que no está exento de peligros.

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