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Subtitular 'Terminator' en euskera, veto al castellano... Los locos planes para ETB
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Subtitular 'Terminator' en euskera, veto al castellano... Los locos planes para ETB

EH Bildu se compromete a “evitar que los vascoparlantes hagan sus declaraciones en castellano” y a actuar para que el euskera sea “el idioma de trabajo” en el ente público

Foto: Fotografía de archivo de una concentración ante la sede de EITB. (EFE)
Fotografía de archivo de una concentración ante la sede de EITB. (EFE)

El diagnóstico es compartido salvo para quien gobierna: ETB va a la deriva. La televisión pública vasca es un barco ruinoso al servicio del nacionalismo, que lo reflota a costa de dilapidar más de 100 millones de euros largos al año del dinero público para preservar sus intereses. Poco importa que esta empresa pública se encuentre en el peor momento de su historia desde su creación en 1983. A todos los niveles. En audiencias ha tocado fondo, con cuatro canales que apenas llegan al 10% de 'share'. ETB se desangra especialmente por su primer canal, en euskera, un saco sin fondos con un insignificante 2% de espectadores que se sustenta gracias a las retransmisiones deportivas del fin de semana y a las misas dominicales. Y nadie se rasga las vestiduras por el hecho de que algún informativo haya llegado a tener una audiencia cero este año. Todo sea por el país que defiende el poder dominante, a pesar de no cumplir con el objetivo fundacional de defender la lengua vasca. La caída ha sido brutal a lo largo de esta legislatura en ETB-2, que apenas concentra a siete de cada 100 espectadores, convertida ahora en la quinta preferencia para los vascos. Pero la hemorragia también es interna, con una conflictividad laboral nunca antes vista y con polémicas adjudicaciones a dedo.

Pero esto poco importa para una televisión que apenas genera una décima parte de lo que dilapida en ingresos propios, con tal de preservar un modelo intocable para el nacionalismo. Con estos síntomas que presenta el enfermo, hasta la izquierda 'abertzale', que ha situado a dos periodistas al frente de sus listas electorales de cara a los comicios vascos de este domingo (el rostro de los informativos en ETB-1 Maddalen Iriarte por Guipúzcoa y Jasone Agirre por Vizcaya) comparte la urgencia de acudir a la sala de operaciones para “repensar” la televisión pública. Ahora bien, con el paciente en la camilla, se trata de saber qué bisturí utilizar y qué tratamiento recetar una vez salga del quirúrgico. El gran reto es cómo reflotar una televisión pública ruinosa y que agoniza consumida por los intereses políticos.

Podemos plantea utilizar subtítulos en castellano para ficción y para programas en euskera, al tiempo que propone emitir en VO con subtítulos en lengua vasca

Pero el nacionalismo cuenta a su favor con la disparidad de recetas de los que aspiran a liderar la operación, algunas de ellas inverosímiles, y que dificultan la pretendida buena recuperación. La teoría es de manual para todos, un ente público independiente y transparente. Por todos es compartida la necesidad de que el Parlamento vasco ejerza un mayor control en la labor de la televisión pública, a través de diferentes barreras tendentes a eliminar el carácter gubernamental de ETB. Casi todas las propuestas van encaminadas en este sentido. Pero ¿y en la práctica? Más allá de los mecanismos de control internos, a nivel de propuestas concretas, en el apartado de diseño y programación, hay planteamientos que resultan sorprendentes, inverosímiles y hasta sectarios.

La antigua Batasuna, que sigue sin calificar a ETA de organización terrorista, aspira a crear una “agencia de información” para dar noticias “neutras y plurales”

Podemos, el principal aspirante a desalojar al PNV de la sala de operaciones, plantea dos canales de ETB frente a los cuatro actuales, ambos bilingües, pero con un mayor peso del euskera. Así, apuesta por potenciar la producción de programas y ficción en lengua vasca, hasta garantizar un mínimo del 60% en ambos. Y plantea utilizar subtítulos en castellano para ficción y para programas en euskera. Asimismo, promovería la emisión en VO con subtítulos en la lengua vasca, según refleja en su programa electoral. Su modelo reserva el primera canal para “contenido general” y el segundo para emisiones “culturales”, enfocado a la promoción de "las disciplinas escénicas, plásticas, visuales, la literatura, el cine o la música”, así como un “canal digital a la carta”. Al mismo tiempo, apuesta por la ficción audiovisual, al ser “una cuestión estratégica” por lo que “supone de valor para el imaginario colectivo de la sociedad”.

Bildu quiere una "agencia vasca de doblaje"

Algunas de sus propuestas son compartidas por EH Bildu, el más que seguro socio de Podemos en el Parlamento vasco la próxima legislatura, y que plantea crear una “agencia vasca de doblaje” y “revisar los criterios de la publicidad de las instituciones públicas” para dar una mayor presencia el euskera no solo en los contenidos. Incluso, dentro de su sectaria propuesta en materia lingüística, la coalición 'abertzale' plantea que “se evitará que los vascoparlantes hagan sus declaraciones en castellano” a la hora de comunicarse con la audiencia, así como actuar para que el euskera sea “el idioma de trabajo” dentro del ente público. Igualmente, en el ámbito audiovisual, su programa recoge que "todas las licencias de emisión tendrán una oferta digna en euskera en función del índice de vascoparlantes del territorio". A nivel interno, también propone “dar la vuelta a la política de personal que se ha llevado durante años para acabar con la situaciones ingestionables y a menudo injustas que ha creado”. En materia de “tratamiento de la información”, la antigua Batasuna aspira a crear una “agencia de información propia” para dar unas noticias “neutras y plurales”. Lo propone quien a día de hoy sigue sin calificar a ETA de organización terrorista y sin condenar ninguna de sus acciones.

El PP, reducir a dos canales

Limitar la parrilla de ETB es algo que comparte con Podemos el PP, que plantea reducir a dos el número de canales, con vistas a ofrecer un servicio en euskera y otro en castellano, despojándose del resto de oferta. En la pasada legislatura, según constata, el ente público autonómico ha costado a los vascos cerca de 500 millones de euros. El gasto es cada año más elevado y, por el contrario, la audiencia es cada vez más reducida. Por ello, el candidato a lendakari, Alfonso Alonso, se plantea acabar con este “lastre” que representa para las financias del Gobierno vasco, y en especial para los presupuestos de Cultura, que “se hacen ya insostenibles”. En materia económica, aboga por suprimir el actual modelo de doble financiación pública y privada porque “representa una competencia desleal hacia otros medios, además de contravenir los objetivos europeos sobre libre competencia”. Todas las recetas de los populares van encaminadas a que el paciente se “oriente hacia el servicio público y abandone el proyecto identitario y de proselitismo social que pretende”.

ETB es un barco a la deriva que cuesta 100 millones de euros anuales a los vascos y que en la actualidad presenta las peores audiencias de su historia

El PSOE, partido que la pasada legislatura apoyó al PNV para poner al frente de ETB a su cuestionada directora general, Maite Iturbe, es el más crítico con el actual modelo de la televisión pública. Habla de “fracaso”, de un ente “al borde del abismo” y “cuestionado desde los sectores más diversos de la sociedad vasca”, siempre con la “imprescindible colaboración” de EH Bildu. Dentro de la reforma “integral” que plantean, los socialistas proponen una estructura empresarial “más ágil” y una “dirección profesional que no pierda el sentido de lo público y la necesidad de la rendición de cuentas permanentes ante la sociedad”. La propuesta de los socialistas incluye poner en marcha “una mesa de expertos en comunicación y miembros de la industria audiovisual vasca para que intercambien reflexiones y planteen conclusiones sobre el alcance de la reforma”.

Navarra acuerda que ETB se vea en su territorio

Las diferentes y contradictorias recetas que plantean quienes aspiran a salvar de la muerte a ETB llegan cuando el ente público acaba de finalizar con éxito la primera operación a la que ha sido sometido desde el nacionalismo. Y es que ha logrado que el Gobierno de Navarra dé cobertura legal a la televisión pública vasca a las puertas de las elecciones de este domingo. El Ejecutivo de Uxue Barkos ha otorgado la habilitación administrativa para que las emisiones de ETB comiencen este mismo jueves en territorio navarro, a tres días de la cita con las urnas. Todo un éxito para quien plantea la anexión de Navarra a Euskadi.

El diagnóstico es compartido salvo para quien gobierna: ETB va a la deriva. La televisión pública vasca es un barco ruinoso al servicio del nacionalismo, que lo reflota a costa de dilapidar más de 100 millones de euros largos al año del dinero público para preservar sus intereses. Poco importa que esta empresa pública se encuentre en el peor momento de su historia desde su creación en 1983. A todos los niveles. En audiencias ha tocado fondo, con cuatro canales que apenas llegan al 10% de 'share'. ETB se desangra especialmente por su primer canal, en euskera, un saco sin fondos con un insignificante 2% de espectadores que se sustenta gracias a las retransmisiones deportivas del fin de semana y a las misas dominicales. Y nadie se rasga las vestiduras por el hecho de que algún informativo haya llegado a tener una audiencia cero este año. Todo sea por el país que defiende el poder dominante, a pesar de no cumplir con el objetivo fundacional de defender la lengua vasca. La caída ha sido brutal a lo largo de esta legislatura en ETB-2, que apenas concentra a siete de cada 100 espectadores, convertida ahora en la quinta preferencia para los vascos. Pero la hemorragia también es interna, con una conflictividad laboral nunca antes vista y con polémicas adjudicaciones a dedo.

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