La ambulancia de Protección Civil que nunca llegó… porque estaba confinada en la base

"¿Dónde estáis velillenses? ¿No vais a denunciar que el ayuntamiento os tiene desprotegidos sin ambulancia? ¿Tenemos que venir de Coslada a ayudaros?". Ese el grito de Paloma en la plaza del ayuntamiento de Velilla de San Antonio, el pueblo madrileño donde su hijo José de 35 años murió de un infarto el pasado sábado, cuando esperaba tendido en el suelo a que llegara el servicio del SUMMA 112.

"Y todo cuando hay una ambulancia parada en Velilla que hubiera tardado cinco minutos o diez como mucho, y no nos hubiéramos comido esos cuarenta minutos que estuvimos esperando en la puerta de un parque de bolas rodeados de niños, tanto si se hubiera salvado como si no", se queja la hermana de José, Patricia.

La familia González tomó así la iniciativa ante las decenas de vecinos que participaron el pasado miércoles en una concentración simultánea al pleno municipal para protestar por la retirada de la partida de 100.000 euros que desde 2006 se había destinado a la Asociación de voluntarios de Protección Civil, dotada con una ambulancia propia, para prestar los servicios médicos en el horario que no cubre la Comunidad de Madrid. Como precisa una fuente cercana a esta agrupación que pide el anonimato, "un soporte vital básico con medicación habilitado para funcionar como UVI si a bordo viajaba al menos un médico y una enfermera".

Un vehículo que fue todo un orgullo para el pueblo y que el pasado sábado no salió de la base, donde no obstante se mantiene preparada, pues un técnico se ocupa de arrancarla cada tanto y revisar que las condiciones de los medicamentos son las oportunas. Por el contrario, el pasado sábado se sumaron una serie de confusos hechos que derivaron en una demora que la familia del fallecido ha denunciado en las redes sociales y también ante la alcaldesa, la socialista Antonia Alcázar Jiménez, en el convulso pleno del miércoles.

Según han relatado, todo ocurrió durante la celebración del cumpleaños de la sobrina de José en un parque de bolas de Velilla de San Antonio, donde también se encontraban sus hijas menores de edad. Varios asistentes intentaron reanimarle mientras llamaban al Servicio de Urgencias Médicas de Madrid (SUMMA 112) y llegaban los primeros servicios. "Primero llegó la Policía Local de Velilla a los 12 minutos, y luego una ambulancia a los 35, que no venía preparada y llegaba de Getafe sin saber ni dónde estaba; la segunda vino ya con la máquina que tenía que haber traído desde el primer momento", explica Patricia.

"No habíamos denunciado nada ni queríamos nada, solo nos quejamos en Facebook de que tardó un montón. Entonces la Policía publicó un comunicado en el que quedaba como si la ambulancia hubiera tardado menos, y se lió", cuenta Patricia. De ahí en adelante Velilla de San Antonio se vuelca en las redes, convoca la concentración y reacciona también el ayuntamiento, con otra comunicación oficial en la que parafrasea a la Policía y aclara que "en la Comunidad de Madrid las competencias relacionadas con las urgencias y emergencias extrahospitalarias son atendidas por los profesionales del SUMMA 112", por lo que anuncia que pondrá esta situación en conocimiento de la Consejería de Sanidad y "solicitará la depuración de responsabilidades en caso de que se haya cometido alguna negligencia en la prestación del servicio".

Y entra de lleno en el meollo político de la cuestión al recordar que desde noviembre se hizo efectivo el retiro de la "remuneración del transporte sanitario urgente" en las guardias nocturnas y de fines de semana, explica la fuente cercana a la agrupación de Protección Civil, que, reconoce, cubría "dietas, la cobertura de los desplazamientos y en ocasiones, un incentivo" y que podía "rondar los 300 o 400 euros" para cada voluntario. Pero, añade el consistorio, ha puesto "todos los medios con los que cuenta" a disposición de la agrupación de voluntarios "para que puedan seguir prestando su tan necesaria y valorada labor de voluntarios". En efecto, los integrantes de la asociación han seguido prestando el servicio por su cuenta sin dietas durante todo el mes de diciembre y hasta la cabalgata de Reyes del pasado 5 de enero, pero desde entonces no han vuelto a hacer ninguna guardia, algo por lo que el propio SUMMA presentó su solidaridad con la agrupación.

"Politización y polarización"

El incidente ha escalado hasta el punto de que, según los familiares, la alcaldesa llamó al padre de José para ofrecerle una versión de lo ocurrido y lamentar del "daño que se está haciendo al pueblo por las redes", un mensaje que ha sentado mal en el entorno de la víctima y que caldeó el pleno, en el que se cuestionó esa reacción, así como otras declaraciones del gobierno local. Es el caso de la respuesta de la concejala de Hacienda y Recursos Financieros, Cultura y Educación, Pepa Gil, en un pleno del pasado 21 de diciembre en el que el concejal del partido España2000, Pedro Jesús Espada, presentaba una moción para dotar de más desfibriladores al municipio -cuenta con cinco- para atender paradas cardiorrespiratorias e inquirió que parecía que "se había puesto de moda" y "todo el mundo debe llevar un aparatito debajo el brazo" [escuchar audio a partir del minuto 43.40].

Lo cierto es que en el origen de toda esta disputa alrededor de la partida presupuestaria para Protección Civil y los desfibriladores se encuentran las tensiones políticas en un pueblo en el que gobierna el PSOE con UPyD. "Aquí está todo politizado y polarizado", comenta un vecino que apunta que "no hay forma de llegar a acuerdos". La primera alteración en el funcionamiento remunerado de la Protección Civil se remonta a la anterior legislatura popular, en la que el secretario tildó el servicio de "irregular" por duplicar el servicio que ya ofrecía la Comunidad y remunerar a un grupo de voluntarios.

Y la iniciativa concluyó en la enmienda del pasado mes de junio que cambiaba el destino de los 100.000 euros de la ambulancia a "complementar el Servicio de Urgencias Sanitarias 24 horas", que solo funcionaba los fines de semana y festivos, dejando las noches desprotegidas. Tras un baile de enmiendas y mociones, finalmente solo VIVE (partido que resulta de la escisión de una rama del PP en el municipio), el concejal de IU y el de España2000 (de ultraderecha y "basado en principios de prioridad nacional") respaldan mantener la partida presupuestaria de la ambulancia. "Hay un cordón sanitario, como llaman, para frenar todas las iniciativas nuestras", comenta a El Confidencial Espada, que recibe en el pueblo acusaciones de "fascista y racista".