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Ampliar aceras y carril bici: Carmena peatonalizará Gran Vía para siempre en 2017
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las restricciones se ampliarán a todo el centro

Ampliar aceras y carril bici: Carmena peatonalizará Gran Vía para siempre en 2017

Los Presupuestos del próximo año contemplan varias partidas destinas al impulso de la peatonalización del centro de la ciudad. En la Gran Vía se ensancharán las aceras

Foto: Los usuarios disfrutan de la Gran Vía sin tráfico. (Ernesto Torrico)
Los usuarios disfrutan de la Gran Vía sin tráfico. (Ernesto Torrico)

Las medidas de restricción del tráfico en la Gran Vía, adoptadas durante esta Navidad y ensayadas ya el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la semana europea de la movilidad, se convertirán en una “realidad estructural”. Es decir, se implantarán de forma permanente y se adaptará la avenida a un nuevo uso que impulse su peatonalización. Al menos estas son las intenciones de Ahora Madrid, según reconoció la portavoz municipal, Rita Maestre, tras la reunión de la Junta de Gobierno, quien valoró “muy positivamente” el resultado de estas medidas durante los primeros días de su implantación. Los Presupuestos del próximo año contemplan ya una partida destinada al impulso de la peatonalización del centro de la ciudad. En la Gran Vía, por ejemplo, se valora ensanchar las aceras, limitando a entre dos y tres los carriles para el uso de vehículos privados de residentes y transporte público.

Incrementar el uso peatonal de la vía pública, además de la bicicleta y el transporte público, son las principales prioridades que guiarán el nuevo modelo de movilidad urbana del Ayuntamiento de Madrid, siguiendo la estela de otras ciudades europeas. Estas medidas se implantarán de forma paulatina y a través de ensayos como el de esta Navidad, lo que permite identificar errores y realizar evaluaciones para hacer más eficiente el nuevo diseño de ciudad que persigue el departamento de Medio Ambiente y Movilidad dirigido por Inés Sabanés. A finales del próximo año 2017, estará ya lista la primera fase de esta transformación urbana, que tendrá en el futuro Plan de Calidad del Aire una de sus principales patas.

La Gran Vía de Madrid: cerrado por Navidad

Entre las medidas ya presupuestadas para el siguiente ejercicio, además del ensanche de aceras en grandes avenidas como la Gran Vía, se encuentran los aparcamientos disuasorios y los nuevos tramos de carriles bici, en detrimento del espacio destinado hasta ahora para los vehículos. Los aparcamientos disuasorios se situarán a las afueras de la ciudad, en el entorno de la M-40 y vías de acceso, conectándolos al trasporte público. La inversión, aprobada dentro del Programa de Aparcamientos Disuasorios Municipal (PAD), se acercará a los 140 millones de euros. En total, se construirá una docena de aparcamientos con el objetivo de evitar que los vehículos privados entren en la almendra central. Y es que el centro de la ciudad se convertirá en un gran área de prioridad peatonal.

El perímetro continuo de esta gran área estará definido por las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, paseo de Recoletos, paseo del Prado, ronda de Atocha, ronda de Valencia, ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, calle Bailén, cuesta de San Vicente y Princesa. Se trata del equivalente a 435 campos de fútbol. Las medidas a contemplar en esta área, según se recoge en el borrador del Plan de Calidad del Aire, estarán dirigidas a un reparto del espacio de aparcamiento en superficie exclusivamente para residentes y usos dotacionales, garantizando el acceso de los vehículos de no residentes a los aparcamientos de uso público en el interior del área.

Los nuevos itinerarios para bicicletas, que ya cuentan con luz verde, se extenderán a lo largo de 30 kilómetros, englobando tanto carriles bici segregados como ciclocarriles o carriles bus-bici, según la tipología y las condiciones de las calles. Estos se han proyectado en las calles de Santa Engracia, Bravo Murillo, avenida de los Toreros, Gran Vía de Hortaleza, paseos de Moret-Pintor Rosales, Puerta de Toledo-Antonio Leyva y avenida de Oporto-Eugenia de Montijo, bulevares y prolongación de Madrid Río desde la calle de Aniceto Marinas hasta el Puente de los Franceses, pero a través de los presupuestos participativos se ha aprobado mediante votación la creación de más carriles bici en los distritos del centro, como el que unirá Conde Casal con el Retiro, y aparcamientos para bicicletas en la calzada (quitando espacio a los vehículos en lugar de a los peatones).

Otras de las medidas aprobadas a través de los presupuestos participativos referentes al nuevo modelo urbano son la conexión peatonal del barrio de Legazpi con el de Méndez Álvaro o la “peatonalización del centro e impulso del transporte público y las zonas verdes”. Esta última propuesta contará con un presupuesto de dos millones de euros. Su objetivo, según recoge el texto que ha sido votado, “es crear una ciudad más limpia, básica para nuestra calidad de vida y para la preservación del medioambiente, y más 'recorrible' por los peatones, cosa que también beneficia al turismo”.

El objetivo de reducir la intensidad del tráfico en la ciudad promocionando modos alternativos de movilidad pasa también por un rediseño de la sección en las principales vías de distribución del tráfico y vías de conexión de los distritos de la periferia con el centro. Tal y como se propone en el Plan de Calidad del Aire, se intervendrá en las calles de fácil penetración en la ciudad, reduciendo el espacio dedicado al automóvil a favor de los medios más sostenibles. Con ello, se persigue disuadir a los usuarios del vehículo privado del uso del viario central para atravesar la ciudad en viajes con origen y destino en la periferia, como es el caso de la Gran Vía, que se utiliza para atravesar la ciudad de este a oeste.

Paralelamente a la implantación del nuevo modelo de movilidad, se desarrollará una nueva 'señalética' para peatones, que fue aprobada este jueves en la Junta de Gobierno. El nuevo sistema incorporará tanto soportes físicos de información como nuevas tecnologías para permitir la orientación y la autonomía de todo tipo de peatones, incluidos aquellos con necesidades especiales, niños y mayores. La iniciativa, impulsada en su primera fase por el área de Cultura y en cuyo diseño colaborarán los departamentos de Desarrollo Urbano Sostenible, y Medio Ambiente y Movilidad, pretende favorecer la movilidad peatonal de madrileños y turistas.

Las medidas de restricción del tráfico en la Gran Vía, adoptadas durante esta Navidad y ensayadas ya el pasado mes de septiembre, coincidiendo con la semana europea de la movilidad, se convertirán en una “realidad estructural”. Es decir, se implantarán de forma permanente y se adaptará la avenida a un nuevo uso que impulse su peatonalización. Al menos estas son las intenciones de Ahora Madrid, según reconoció la portavoz municipal, Rita Maestre, tras la reunión de la Junta de Gobierno, quien valoró “muy positivamente” el resultado de estas medidas durante los primeros días de su implantación. Los Presupuestos del próximo año contemplan ya una partida destinada al impulso de la peatonalización del centro de la ciudad. En la Gran Vía, por ejemplo, se valora ensanchar las aceras, limitando a entre dos y tres los carriles para el uso de vehículos privados de residentes y transporte público.

Ayuntamiento de Madrid Rita Maestre Manuela Carmena
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