La guerra de la Gran Vía: el PP se querellará contra Carmena por los cortes de tráfico

La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, ha anunciado que presentará una querella en los tribunales por los cortes de tráfico en el centro de Madrid durante la Navidad. El dispositivo especial de reordenación del tráfico durante estas fechas, mediante cortes puntuales a los vehículos privados, afecta a la Gran Vía y se hace extensible a la calle de Atocha, entre la glorieta del Emperador Carlos V y la plaza Jacinto Benavente, con el objetivo de favorecer la peatonalización y fomentar una movilidad “más eficiente”.

La líder municipal del PP ha calificado estas medidas de “esperpénticas” y, a su juicio, están encaminadas a “destrozar las navidades”. Acompañada de representantes de los “perjudicados”, tras reunirse con algunos comerciantes y hosteleros, Aguirre ha cifrado las supuestas pérdidas de los párkings localizados en la zona, a los que se puede acceder según el decreto del Ayuntamiento, en 10.000 euros al día. Asimismo, ha asegurado que se han producido cancelaciones en hostales y que, debido a la desinformación, comercios como el Corte Inglés han visto mermada la presencia de clientes.

Las medidas de reordenación del tráfico que se pusieron en marcha el pasado viernes, coincidiendo con el puente de la Constitución, tienen para Esperanza Aguirre un carácter ideológico. La líder de la oposición entiende que los objetivos de la alcaldesa Manuela Carmena “han pasado por encima de los derechos de los ciudadanos del distrito centro” y que la nueva política de movilidad se ha realizado de forma “improvisada”. Desde el equipo de Gobierno de Ahora Madrid niegan las acusaciones de improvisación debido al trabajo "durante meses" de los técnicos del Ayuntamiento y que este dispositivo ya se ensayó con motivo de la Semana Europea de la Movilidad para identificar mejoras.

Desde el departamento de Medio Ambiente y Movilidad, encargado del diseño del plan, han recordado ante las críticas de los populares que estas medidas ya se tomaban de forma informal otros años, bajo el mandato de la regidora del PP Ana Botella, cuando se producían atascos en el centro durante la Navidad. La única novedad, señalan, es que en esta ocasión se han planificado y anticipado, informando previamente de ello. Una cuestión que han trasladado los medios de comunicación a Aguirre durante su anuncio público de la querella y que ésta ha matizado afirmando que lo que se hacía era desviar el tráfico tráfico desde Cibeles cuando se llenaban los aparcamientos del centro.

Durante las primeras horas de la apertura de la Gran Vía a los peatones, incluida en las medidas especiales de tráfico para Navidades, el balance que ha realizado el Ayuntamiento es “positivo y de total normalidad”, destacando que se ha registrado una reducción importante del tráfico rodado de paso en el centro de la ciudad. Si bien, en los primeros momentos de iniciarse la medida, hubo cierta congestión en la Plaza de Cibeles y Cuesta de San Vicente, “esta circulación se ha normalizado transcurridas las tres horas siguientes, registrándose al final de la tarde ya un tráfico normal en el conjunto de la ciudad. No siendo tampoco necesario hacer uso de ningún dispositivo preventivo especial ni de ningún corte de calle adicional”.

El Ayuntamiento recomienda en estos días la utilización del transporte público para acceder a la ciudad y, en caso de hacerlo en vehículo privado, circular por las vías de circunvalación, como M40, M30, Rondas y Bulevares y el eje Plaza Castilla-Atocha. Para reforzar las comunicaciones, el Ayuntamiento ha anunciado que la red de Metro incrementará una media del 50% el número de trenes en los periodos de tráfico cerrado en el centro de Madrid, y en el caso de las líneas más concurridas se prevén refuerzos hasta del 100%.

El plan de Ahora Madrid para humanizar la ciudad y reducir la contaminación comprende otra serie de medidas más ambiciosas incluidas dentro de futuro plan de Calidad del Aire, que todavía se está debatiendo con el resto de partidos y actores sociales. Entre estas propuestas destaca la creación de un gran área en el centro de la ciudad donde se restringirá el acceso a los vehículos y la limitación de la velocidad en toda la M-30 y accesos a un máximo de 70 km/h. Propuestas que se someterán a un proceso participativo con organizaciones sociales y partidos políticos para mejorar y modificar estas grandes líneas estratégicas con el fin de reducir los niveles de contaminación y humanizar la ciudad.

El área de acceso restringido a los vehículos privados, donde se priorizarán la movilidad peatonal, la bicicleta y el transporte público, estará definida por las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, paseo de Recoletos, paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, calle Bailén, Cuesta de San Vicente y Princesa. Las medidas contempladas en esta área "estarán dirigidas a un reparto del espacio de aparcamiento en superficie exclusivamente para residentes y usos dotacionales, garantizando el acceso de los vehículos de no residentes a los aparcamientos de uso público en el interior del área".

Toda esta serie de medidas, de tipo "estructural", se acompañarán de intervenciones en las calles de fácil penetración, reduciendo el espacio dedicado al automóvil a favor de los medios más sostenibles, mejorando los espacios peatonales y ampliando la red ciclista con nuevos carriles bici y extendiendo la red de Bicimad. La construcción de aparcamientos disuasorios, en la corona metropolitana, facilitando el trasvase del vehículo al transporte público, también está recogida en este primer borrador del plan.