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Caso Gürtel: un notario pone sobre la pista de la fortuna china del exalcalde de Boadilla
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el notario fue premiado por el ayuntamiento

Caso Gürtel: un notario pone sobre la pista de la fortuna china del exalcalde de Boadilla

El exregidor, imputado, se presentó en una notaría acompañando a un supuesto testaferro que quería mover dinero de China a Suiza. Su denuncia ha ayudado en la investigación de la Audiencia

Foto: Arturo González Panero.
Arturo González Panero.

El mundo es un pañuelo. Y cuando eres un personaje conocido, todavía más. Por eso parece lógico que si ese personaje se presenta en una notaría, el notario le reconozca. El 6 de mayo de 2013, Arturo González Panero, alias ‘el Albondiguilla’, exalcalde de Boadilla del Monte y uno de los principales imputados en el caso ‘Gürtel’, se presentó en la notaría de Benito Martín Ortega, situada en el municipio de Torrelodones, en la sierra madrileña. Acompañaba a una persona, Luis Gutiérrez Llorente, que curiosamente era el dueño de la empresa en la que trabajaba Panero. El exalcalde llevaba entonces cuatro años imputado en el caso, y el notario, que había sido vecino de Boadilla, enseguida reconoció a la visita que entraba en su despacho.

Luis Gutiérrez Llorente quería legalizar su firma en la participación que tenía en un fondo chino, el Chinese Liberty Bone. Necesitaba ese "certificado de firma" para vender su participación, una operación que se iba a realizar en Suiza. El notario, según la ley, debe notificar esa operación al Órgano Centralizado de Prevención (OCP), creado en diciembre de 2005 por el Consejo General del Notariado, una herramienta que sirve a los notarios para comunicar todos aquellos actos jurídicos en los que participan y en los que detectan indicios de blanqueo de capitales. Luego el OCP remite la información al Servicio de Blanqueo del Banco de España. En este caso, el notario incluyó en su comunicación a la OCP que el firmante, Gutiérrez Llorente, iba acompañado de un imputado en un grave caso de corrupción, por lo que podía tratarse de un "testaferro" que intentaba mover fondos depositados en China a un banco suizo.

La OCP pasó la información al Banco de España, y este a la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) de la Agencia Tributaria, que intenta seguir el rastro en el extranjero del dinero de González Panero. La Audiencia Nacional le acusa de recibir 635.000 euros tanto en efectivo como en regalos de la trama Gürtel. Gracias a la denuncia del notario, que ha testificado en julio de este año en la Audiencia Nacional, los investigadores del caso han podido confirmar sus sospechas: parte de la fortuna de González Panero ha acabado en China. Gutiérrez Llorente, por su parte, declaró en calidad de imputado el 16 de septiembre y es uno de los protagonistas del último informe de la ONIF aportado a la causa. Martín Ortega no ha querido hacer declaraciones porque el caso está bajo investigación judicial pero ha confirmado los hechos.

La persona que acompañó a 'el albondiguilla' a la notaría fue llamado a declarar como imputado por la Audiencia Nacional a mediados de septiembre

La clave es la empresa LongRidge International, creada en Panamá en mayo de 2005 por la exmujer de Panero, Elena Villarroya, también imputada. Esta empresa abrió en junio de 2005 una cuenta en el banco suizo HSBC. LongRidge International (es decir, Panero y su exesposa) llega a acumular en esa cuenta 531.000 euros en el año 2005; 657.000 en el año 2006; 295.000 euros en el año 2007 y 284.000 euros en el año 2008, periodo de cuatro ejercicios en el que Panero fue alcalde de Boadilla. En esos cuatro años, la cuenta suiza del matrimonio tuvo 29 ingresos.

Compra de muebles chinos

Desde Suiza, el dinero se mueve. Unos 919.000 euros van a parar a dos empresas (Tuetex y Solarus) que tienen cuentas en un banco holandés, el Fortis Bank. Otros 309.000 euros se quedan en Suiza, pero en otro banco, el EFG Private Bank. Esta última cuenta se ha nutrido además, según Hacienda, de "dos desinversiones inmobiliarias que el matrimonio Panero-Villarroya tuvo en EEUU" que suman 687.000 dólares. El dinero se vuelve a mover desde el EFG Private Bank. En octubre y noviembre de 2012 se realizan dos transferencias por valor de 774.000 euros a una banco de China, el Construction Bank Corporation.

Para justificar esas transferencias, "se remitieron al banco suizo unas facturas de materiales de construcción", que implicaban la compra de 16.400 tableros de madera, 15.000 soportes de mesa y 8.000 sillas de abedul macizo. Hacienda investigó si esa mercancía entró realmente al puerto de Valencia procedente del de Shanghái, y "no hay constancia de que realizara esas importaciones a territorio nacional". Fue en el marco de esta investigación cuando Hacienda también miró con lupa a Luis Gutiérrez Llorente y a tres empresas relacionadas con él: Grey Enterprises, Innovaciones Llambrich y Efficientia Energy (es en esta última donde Panero trabajó como comercial).

La ONIF sospecha que la venta de la participación del fondo chino que Gutiérrez Llorente quería hacer en Suiza, descubierta por el notario, podría ser en realidad un traspaso de fondos cuyo verdadero dueño es González Panero. Las pesquisas continúan. El notario, por su parte, ha sido galardonado recientemente por el Ayuntamiento de Boadilla (acusación en el caso) para que "sirva de testimonio ejemplarizante y concienciar a la ciudadanía de la importancia de su colaboración en el descubrimiento de este tipo de casos".


El mundo es un pañuelo. Y cuando eres un personaje conocido, todavía más. Por eso parece lógico que si ese personaje se presenta en una notaría, el notario le reconozca. El 6 de mayo de 2013, Arturo González Panero, alias ‘el Albondiguilla’, exalcalde de Boadilla del Monte y uno de los principales imputados en el caso ‘Gürtel’, se presentó en la notaría de Benito Martín Ortega, situada en el municipio de Torrelodones, en la sierra madrileña. Acompañaba a una persona, Luis Gutiérrez Llorente, que curiosamente era el dueño de la empresa en la que trabajaba Panero. El exalcalde llevaba entonces cuatro años imputado en el caso, y el notario, que había sido vecino de Boadilla, enseguida reconoció a la visita que entraba en su despacho.

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