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Crónica de un despilfarro: conejos, mosquitos y una película en la Ciudad de la Justicia
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Crónica de un despilfarro: conejos, mosquitos y una película en la Ciudad de la Justicia

Diputados de la comisión de deuda visitan el único edificio del complejo para ver qué se ha hecho y se encuentran con un sorprendido Arturo Valls rodando su última película

Foto: El Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de la Justicia
El Instituto de Medicina Legal de la Ciudad de la Justicia

El día era gris y frío, triste. Triste como el edificio que la comisión de estudio de la deuda de la Comunidad de Madrid ha visitado este jueves en Valdebebas, junto a la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Porque la Ciudad de la Justicia (un gran proyecto del PP para reubicar en un solo complejo todas las sedes judiciales de Madrid) es hoy un triste inmueble abandonado de 8.700 metros cuadrados y siete plantas en un páramo de 250.000 metros cuadrados donde solo hay conejos, mosquitos, muchos hierbajos, glorietas y glorietas para poder llegar y... sorpresa, el rodaje de una película, con el cómico, actor y presentador Arturo Valls como principal protagonista, que de repente se encontró con una publicidad gratuita que no esperaba al ver toda una comitiva de diputados, periodistas y cámaras.

Los parlamentarios (había de los cuatro grupos con representación en la Asamblea de Madrid) querían ver in situ el estado de las obras del único edificio construido: el Instituto de Medicina Legal, un gran inmueble circular con grandes ventanales que ocupa 8.700 metros cuadrados en una parcela de 12.000 metros. Pero se encontraron nada más llegar con una tienda de campaña militar con un 'catering' ya preparado. "Pero ¿qué es esto?", preguntó una diputada del PSOE. "Es el rodaje de una película", contestó un guardia de seguridad.

Los diputados no salían de su asombro, mientras que los anfitriones que había elegido la Consejería de Justicia, que solo esperaba a parlamentarios y no a periodistas, se presentaban: José, un arquitecto funcionario que se notaba que se había tenido que aprender rápido la lección, "porque yo no he llevado este edificio", y Alfonso Vich, subdirector general de Infraestructuras judiciales de la Consejería. Entrados en faena, el objetivo del edificio, si estuviera abierto, es reunir en un solo inmueble el Instituto Anatómico Forense, una clínica médico forense, laboratorios, zonas de docencia y "un espacio reservado de futuro crecimiento por si hay necesidad".

De momento, no parece que la haya. El edificio lleva varios años levantado pero sin terminar. "Está al 90%", apuntó el arquitecto. La crisis hizo paralizar un complejo que iba a tener 15 sedes singulares, pero que solo tiene una que ha costado 22 millones, aunque la inversión total en el Campus de la Justicia es de 130 millones. "¿Dónde está el depósito de aguas?", pregunta una diputada del PSOE. "No sabría decirle", contesta el arquitecto. "Ha costado cerca de 60.000 euros y estaba adjudicado", inquiere la diputada. No se sabe, no hay depósito.

Rodaje en un túnel

La visita se inicia por un túnel. Mide un kilómetro y tiene dos niveles, uno inferior, donde irían todas las instalaciones eléctricas, saneamiento y de abastecimiento si finalmente la Ciudad de la Justicia se lleva a cabo, y uno superior para que circulen vehículos. Es una especie de arteria principal que daría servicio a todo el complejo. Por el nivel superior, por ejemplo, pueden circular los autobuses que llevarían a los detenidos a los juzgados. José, el arquitecto, intenta explicar a la diputada socialista Mercedes Gallizo que estos autobuses tienen un giro amplio y que por eso el túnel es alto y mide 8,5 metros de ancho. "Gracias. Sé cómo se traslada un detenido", responde Gallizo, que ha sido la responsable nacional de las prisiones con gobiernos socialistas.

De repente, un tipo interrumpe a la comitiva a la entrada del túnel. "Silencio, vamos a rodar". Perplejidad y risas se reparten por igual. Dentro del túnel, a medio terminar, los diputados se encuentran un camerino improvisado, camiones de efectos especiales, técnicos y todo el atrezo del rodaje. Y al fondo un sorprendido Arturo Valls, el protagonista. "¿Y toda esta gente?", pregunta con la sonrisa en la boca. Estupendo, publicidad gratuita. El filme se llamará 'Los del túnel', muy apropiado. Un portavoz asegura que la Consejería de Justicia ha cedido gratuitamente el espacio para el rodaje, como hace con todas las peticiones de películas, y que la productora cuenta con todos los permisos.

La comitiva deja el túnel y entra al edificio, mientras en el exterior los mosquitos y algún que otro conejo campan a sus anchas. El arquitecto intenta explicar las funciones que tendrían los distintos departamentos del interior. En las dos plantas subterráneas hay una treintena de plantas de garaje y 127 cámaras frigoríficas para conservar cadávares. "Que nadie se pierda, por favor, que luego es difícil salir", explica el arquitecto mientras él y un par de vigilantes de seguridad alumbran con sus linternas.

Cinco millones para ponerlo en marcha

Los diputados lo miran todo, preguntan e incluso alguno pasa el dedo sobre un laboratorio que parece recién pintado. "¿Pero se siguen haciendo obras?", pregunta. A la salida, las críticas son unánimes: "Esto es un cementerio de ladrillo, un despilfarro que ha quedado para rodar películas", señala Podemos. "Esto es un gasto irreponsable y vamos a pedir cuentas", asegura Ciudadanos. "Hay que pedir la relación de gastos y costes y ver qué se ha hecho y qué está pagado", afirma el PSOE. El PP intenta dar una visión positiva. "El edificio está hecho. Es una inversión ya hecha que se puede utilizar. Hay que esperar. Se le pueden dar otros usos". En la comisión de deuda celebrada en la Asamblea, el último apoderado de la Ciudad de la Justicia aseguró que poner en marcha este edificio supondría un nuevo coste de cinco millones de euros.

Lorena Ruiz-Huertas, diputada de Podemos y presidenta de la comisión, sale al paso. "No creo que se le pueda dar un uso distinto para el que está hecho. Los médicos forenses trabajan con expedientes judiciales, y estos no pueden salir de un juzgado, por lo que no tiene sentido trasladar aquí a los médicos forenses si no están construidos los juzgados". La visita termina y los responsables de la película respiran tranquilos. Ya hay silencio para rodar.

El día era gris y frío, triste. Triste como el edificio que la comisión de estudio de la deuda de la Comunidad de Madrid ha visitado este jueves en Valdebebas, junto a la Ciudad Deportiva del Real Madrid. Porque la Ciudad de la Justicia (un gran proyecto del PP para reubicar en un solo complejo todas las sedes judiciales de Madrid) es hoy un triste inmueble abandonado de 8.700 metros cuadrados y siete plantas en un páramo de 250.000 metros cuadrados donde solo hay conejos, mosquitos, muchos hierbajos, glorietas y glorietas para poder llegar y... sorpresa, el rodaje de una película, con el cómico, actor y presentador Arturo Valls como principal protagonista, que de repente se encontró con una publicidad gratuita que no esperaba al ver toda una comitiva de diputados, periodistas y cámaras.

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