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Decenas de millones de la Xunta caen con la quiebra de Caramelo
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la xunta cifra en más de 30 millones su inversión en ayudas

Decenas de millones de la Xunta caen con la quiebra de Caramelo

La aventura textil de Manuel Jove acaba con la liquidación de la emblemática firma, una de las más patrocinadas por la Administración autonómica

Foto: Desfile de moda de la marca textil Caramelo. (EFE)
Desfile de moda de la marca textil Caramelo. (EFE)

Cuando se aproximaba a cumplir 40 años de historia, la histórica Caramelo, todo un emblema del sector en los años noventa, ha iniciado su proceso de liquidación. Es el final de la aventura textil de Manuel Jove, multimillonario desde la venta de la inmobiliaria Fadesa a Manuel Martín por 4.000 millones de euros en 2006, que destinó una parte de ese dinero a comprar en 2008 una empresa en apuros, aunque con una imagen asociada a la sastrería sencilla pero de calidad. Dos expedientes de empleo y un concurso de acreedores después, Jove ha dicho basta. Con su inversión se caen ayudas millonarias de la Xunta, que el actual Gobierno de Feijóo llegó a cuantificar en más de 30 millones de euros.

Buena parte de las ayudas de la Xunta parten de la etapa del Gobierno bipartito de socialistas y BNG (2005-2009), cuando la salida de la crisis parecía cosa de un par de años. Según aseguró en 2009 el primer consejero de Economía de Feijóo, Javier Guerra, sus predecesores habían respaldado con 30 millones el proyecto textil de Jove sin exigir garantías de mantenimiento del empleo. Nunca se pudo comprobar si esa cifra era exacta, pero sí que seis meses después el propio Guerra inyectaba silenciosamente otros cinco millones de euros, y que la actual liquidación, autorizada ya por el juez, entierra de forma definitiva 15 millones en préstamos participativos. La Xunta es de hecho la titular del 7% de las acciones de Caramelo S.A.

La quiebra de la empresa coruñesa se produce apenas tres años después de salir del concurso de acreedores, al que llegó con una deuda de 100 millones de euros de la que el 43% correspondía a la banca y el resto a distintos proveedores y al propio Manuel Jove, que perdió buena parte de los 8,8 millones que prestó al proyecto. La quita fue del 80%, con tres años de carencia en los pagos. Los representes de los 169 trabajadores que quedan en la empresa –en la que trabajaban desde hace solo siete años cerca de un millar de personas– apenas han podido ocultar su sorpresa: como ocurre en buena parte de las liquidaciones o concursos de acreedores, la noticia llegaba precedida de una catarata de datos económicos que invitaban al optimismo.

Entre esas señales supuestamente esperanzadoras se encuentran los resultados del año 2014, que Caramelo se apresuró a vender como positivos. En realidad, aquellos 12 millones de beneficio eran una cifra irreal, distorsionada por la inclusión como ingreso financiero de la quita del 80% de la deuda del convenio. El resultado de explotación arrojaba en realidad unas pérdidas de 6,1 millones, por 9,1 millones también en número rojos del ejercicio anterior. Pero el agujero de 2015 se cifraba en apenas medio millón de euros negativo, mientras la presidenta, Felipa Jove, hija del dueño de Inveravante, aparecía en las páginas de economía de periódicos y revistas para explicar el fenómeno Caramelo.

La actual liquidación entierra definitivamente 15 millones de euros en préstamos participativos. La Xunta es titular del 7% de las acciones de Caramelo

De los 169 empleados que perderán su empleo, 70 trabajan en los 37 'corners' de El Corte Inglés, 38 en tiendas propias y 61 en la fábrica de Vío (A Coruña), a la que se trasladó a principios de año desde el polígono coruñés de A Grela. En Galicia la liquidación supondrá el cierre de 18 tiendas y el desempleo para 69 trabajadores. Son los que quedan tras dos eres sucesivos. El de 2009 le costó el empleo a 248 personas. Solo cuatro años más tarde, y pese a la supuesta vinculación de las ayudas de la Xunta al mantenimiento del empleo, el segundo se llevó por delante otros 200 puestos de trabajo.

El panorama no es muy halagüeño para ellos, ya que Caramelo carece casi por completo de bienes con los que hacer frente a sus deudas. Según Arnela, la sociedad que canaliza la participación de Jove en la textil, a 31 de diciembre pasado existía un patrimonio neto negativo de cerca de 11 millones de euros.

El material textil y la maquinaria de la fábrica actual son los únicos activos relevantes de Caramelo S.A. No lo son las enormes instalaciones originales de A Grela, sobre la que pesaba una hipoteca de Abanca y que, tras el concurso, acabó revendida a Jove a través de Starco Invest, en la que participa junto a los empresarios José Collazo y Modesto Rodríguez. En O Vío, Caramelo está en régimen de alquiler, que paga también a Inveravante, dueño de la Sociedad Promotora de Vío con el propio José Collazo. Caramelo fue el primer inquilino de este polígono industrial, el de más reciente construcción en A Coruña.

La quiebra de Caramelo afecta a una participación de la Xunta de 3,1 millones de euros, gestionados a través de XesGalicia, la sociedad de capital riesgo del Gobierno gallego. Es todo lo que restaba de los dos préstamos participativos de la Administración autonómica pendientes de cobro, uno por valor de 1,87 millones y el otro de 13 millones, que se vieron afectados por el proceso concursal y considerados ya irrecuperables. Con el traspaso de Caramelo Gestión a Caramelo S.A. tras el concurso, solo 371.000 euros se consideraban deuda viva.

Foto: Manuel Jove, junto a sus hijos en la salida a bolsa de Fadesa.

La crisis de la emblemática textil, vecina de la pujantísima Inditex, es una de las principales razones de la dramática situación de los fondos inversores de la Administración autonómica. Pocas empresas han tenido mayor patrocinio de la Xunta que Caramelo. Sumada esa participación a la de otras como Filmax, Vieirasa, el Grupo Copo, T-Solar, Alimentos Lácteos o la filial de Pescanova Frinova, la crisis se salda con pérdidas de más de 50 millones de euros, lo que ha obligado al Ejecutivo de Feijóo a dejar a cero algunos de sus principales fondos.

Cuando se aproximaba a cumplir 40 años de historia, la histórica Caramelo, todo un emblema del sector en los años noventa, ha iniciado su proceso de liquidación. Es el final de la aventura textil de Manuel Jove, multimillonario desde la venta de la inmobiliaria Fadesa a Manuel Martín por 4.000 millones de euros en 2006, que destinó una parte de ese dinero a comprar en 2008 una empresa en apuros, aunque con una imagen asociada a la sastrería sencilla pero de calidad. Dos expedientes de empleo y un concurso de acreedores después, Jove ha dicho basta. Con su inversión se caen ayudas millonarias de la Xunta, que el actual Gobierno de Feijóo llegó a cuantificar en más de 30 millones de euros.

Manuel Jove Concurso de acreedores
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