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Podemos Galicia se enzarza en una seria crisis a escasos meses de las autonómicas
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BICEFALIA: Breogán Riobóo y José María Buitrón

Podemos Galicia se enzarza en una seria crisis a escasos meses de las autonómicas

La última semana ha sido un carrusel de dimisiones, disolución de órganos directivos y nombramientos provisionales. En medio, el secretario general se resiste a abandonar

Foto: Mitin de Pablo Iglesias en Vigo con Breogán Riobóo (i), Irene Montero (c) y Carmen Quiroga (2d). (EFE)
Mitin de Pablo Iglesias en Vigo con Breogán Riobóo (i), Irene Montero (c) y Carmen Quiroga (2d). (EFE)

Cualquier cambio de color político es un acontecimiento histórico en una Xuntaprácticamente monopolizada desde sus inicios por el PP. Los resultados de las últimas generales aproximan a los populares a la puerta de salida del Gobierno gallego, con la Marea de Podemos como probable líder del cambio. Lejos de sellar fisuras, la posibilidad de conquistar el poder ha enturbiado las aguas en el partido morado,a escasos meses de las autonómicas, hasta el punto de desencadenar la primera gran crisis de la formación en Galicia.

La última semana ha sido un carrusel de dimisiones, disolución de órganos directivos y nombramientos provisionales. En orden cronológico, comenzó con nuevas renuncias de dirigentes, siguió con la disolución de la comisión de garantías ydel consejo ciudadanoautonómicos y concluyó con la designación de una gestora liderada por el senador José María García Buitrón. Pero en medio se ha producido la resistencia a abandonar el cargo de su secretario general, Breogán Riobóo, que no se da por aludido ante la elección de un nuevo máximo representante de Podemos Galicia. Y lo que es más grave: su rechazo a promover un proceso de renovación que afecte a la secretaría general. “Yo ya fui elegido por quien tiene el poder de decidir”, zanja Riobóo.

La crisis de Podemos Galicia estalló por el debate, forzado de forma inesperada por Riobóo a principios de enero, sobre la idoneidad de repetir en las elecciones gallegas de 2016 la fórmula de En Marea (con los nacionalistas de Anova e Izquierda Unida), que tan buenos resultados obtuvo el pasado 20 de diciembre. Entre críticas a la campaña de las generales por su sesgo nacionalista o por promover actos con “formatos de la vieja política”, Riobóo se descolgó con la advertencia de que su partido podría acudir a las autonómicas sin compañeros de viaje. Sus palabras fueron rápidamente enmendadas por Pablo Iglesias, pero pocas personas en el entorno de las Mareas gallegas creen que la fórmula que elija Podemos para concurrir a la nueva cita con las urnas sea la auténtica cuestión de fondo.

La formación morada cuenta ahora con dos cabezas visibles: Breogán Riobóo y José María Buitrón, líder de la nueva gestora

En Podemosconviven dos sectores, es tan sencillo como eso”, explica un dirigente próximo a la confluencia de fuerzas. Dos sectores que coinciden en el fondo en la necesidad de reeditar algo parecido a En Marea, pero que discrepan sobre la forma de hacerlo y, principalmente, sobre su grado de independencia del equipo de Iglesias. De un lado estarían los representantes del partido en el Congreso y en el Senado, próximos a la dirección estatal, que son precisamente los que con sus dimisiones aislaron a Riobóo y forzaron estatuariamente la disolución del consejo ciudadano y la comisión de garantías, una vez que ya no alcanzan la mitad más uno de sus miembros originales.

Y del otro… “¿Las bases? Eso se sabrá cuando se produzca la renovación de órganos”, sostiene la misma fuente. Como partido nuevo y asambleario que es, Podemos tiene un factor de imprevisibilidad importante. Riobóo se comporta como si diera por descontado que las bases le apoyan, cuando es sabido que la bendición de Pablo Iglesias, a través de Carolina Bescansa, fue fundamental para su designación.

Con independencia de cómo funcione la bicefalia y cómo se resuelva la cuestión de la secretaría general, es un hecho que los inscritos en Podemos deberán pronunciarse para renovar al menos los dos órganos disueltos. Un núcleo, el más próximo a Madrid, toma cuerpo en torno al nuevo portavoz de la gestora y a Antón Gómez Reino. Otro lo conforma el sector menos cómodo con la forma que tiene Iglesias de gobernar el partido. Ahí está Riobóo, pero también otras militantes destacadas como Carmen Santos y Ana Pérez, las que lograron más apoyos en las primarias de hace un año, que abandonaron sus cargos en disconformidad con el sistema de elección de candidatos a las generales que impuso Podemos estatal.

El partido de Pablo Iglesias no esperó al fin de semana para aislar a su secretario general en Galicia. Este viernes dio por constituido un “equipo técnico” al que confió el proceso de renovación; una gestora que “se ocupará de la gestión de Podemos en la comunidad y pondrá las bases de cara al restablecimiento de la normalidad institucional dentro del partido”. Esto es: hasta la celebración de primarias para “renovar los cargos elegidos por la asamblea general de Galicia”. Junto a Buitrón, conforman el grupo los secretarios generales municipales de A Coruña, Ourense, Lugo y Santiago y representantes de los círculos de Pontevedra, Ferrol y Vigo.

La elección de un líder para la gestora conduce a Podemos Galicia a unasituación de bicefaliaque, al menos de momento, no parece amedrentar a Riobóo. “Sigue siendo secretario general”, subrayan fuentes próximas al hasta ahora máximo representante del partido. Tampoco queda claro si ese proceso para restablecer la normalidad incluirá la renovación de la secretaría general. La gestora sostiene que sí, mientras que el entorno de Riobóo, y el propio secretario general el pasado lunes, afirman lo contrario.

La crisis enturbia el plácido ambiente que había sucedido a las elecciones generales, cuando la confluencia en la que participó Podemos se convirtió en segunda fuerza política en Galicia. Su coalición con IU y Anova, el partido del ex del BNG Xosé Manuel Beiras, obtuvo casi el 25% de los votos. Fue la lista más votada en Vigo, la mayor ciudad de Galicia, y se situó a muy escasos votos del PP en A Coruña, Santiago y Ferrol, donde ya gobiernan alcaldes de las Mareas. Incluso la imposibilidad de formar un grupo parlamentario propio, a pesar de que se daba por descontado, fue incapaz de enturbiar los ánimos tanto como lo ha hecho la pugna del secretario general con la dirección estatal.

La resistencia de Riobóo al aislamiento al que lo somete Madrid multiplica los deberes de Podemos Galicia en un año electoral, ya que a su renovación interna suma la necesidad de renegociar una plataforma electoral con sus socios de En Marea y la elección de un candidato a la presidencia de la Xunta. Cuestiones nada irrelevantes, cuando la posibilidad de liderar el Gobierno gallego no tiene nada de quimera.

Cualquier cambio de color político es un acontecimiento histórico en una Xuntaprácticamente monopolizada desde sus inicios por el PP. Los resultados de las últimas generales aproximan a los populares a la puerta de salida del Gobierno gallego, con la Marea de Podemos como probable líder del cambio. Lejos de sellar fisuras, la posibilidad de conquistar el poder ha enturbiado las aguas en el partido morado,a escasos meses de las autonómicas, hasta el punto de desencadenar la primera gran crisis de la formación en Galicia.

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