Ni yoga ni homeopatía en hospitales: Valencia lanza una ofensiva contra las pseudociencias

Ofensiva de la Generalitat valenciana contra las terapias médicas alternativas. La 'consellera' de Sanidad ha remitido una instrucción a todo el personal sanitario en la que recuerda que la homeopatía, el quiromasaje o la medicina naturista no forman parte de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud y no pueden ser prescritos como tratamientos sustitutivos de los que están reconocidos científicamente y para los que hay justificación de uso clínico. Incluye además la prohibición de promoción, publicidad, presencia o desarrollo de estas actividades en centros sanitarios públicos, desde hospitales a centros de atención primaria. La limitación afecta a otras muchas terapias consideradas como pseudociencias, como son la naturopatía, la medicina tradicional china, la acupuntura, ayurveda, shiatsu y sotai, osteopatía, quiropraxia, quiromasajes, drenajes linfáticos, yoga, meditación, oración, curación mental, kinesiología o sofronización, entre otras.

"La buena práctica médica está ligada a la evidencia científica. Desde la Administración, debemos diferenciar claramente entre los productos que cuentan con un respaldo de medicina basado en la evidencia respecto a todos aquellos productos y prácticas que no han demostrado su eficacia", ha destacado la 'consellera' Carmen Montón. "No se deben sustituir prácticas que en algunos casos puedan aportar bienestar físico o emocional por tratamientos con eficacia terapéutica o curativa contrastada", ha añadido en una comparecencia ente los medios de comunicación.

La instrucción enviada a todo el personal sanitario se ha hecho coincidir con una carta remitida a la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, en la que Montón le pide que retire el reconocimiento de la homeopatía como medicamento, tal como recoge el Real Decreto Legislativo 1/2015, que desarrolla la ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. Según la 'consellera' valenciana, esta norma puede dar lugar a "confusión" al admitir como remedio farmacéutico productos que no están reconocidos como tales en la cartera de servicios comunes de prestación del sistema público en España. "La evidencia científica disponible concluye que la homeopatía no ha probado su eficacia en ninguna indicación o situación clínica concreta, y esto se constata en que todos los productos homeopáticos se han aprobado sin indicaciones terapéuticas aprobadas y, por tanto, no se les ha exigido demostrar su eficacia terapéutica", se incluye en la misiva. Asimismo, en la carta se insta al ministerio a que tramite ante las autoridades europeas la modificación de la Directiva 2004/27 del Parlamento Europeo sobre medicamentos de uso humano, que también hace referencia a la homeopatía.

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La 'consellera' de Sanidad se ha reunido con representantes de los consejos autonómicos de médicos, farmacéuticos, enfermería, técnicos superiores sanitarios y psicólogos, y del Instituto Médico Valenciano. También de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas, la Federación Valenciana de Municipios y Provincias, y el Consejo de Salud, entre otros, a los que ha explicado el contenido de la instrucción, que desde el departamento de Sanidad se ha enviado también a todo el personal directivo de la 'conselleria' y de las direcciones territoriales. Al encuentro también han asistido el secretario autonómico de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público, Narcís Vázquez, el director general de Asistencia Sanitaria, Rafael Sotoca, y la directora general de Farmacia, Patricia Lacruz.

"Conscientes de la realidad social actual", señala el documento remitido en forma de orden al personal sanitario, "en la que se están introduciendo prácticas sin evidencia científica, que no curan y generan confusión, se han elaborado las presentes instrucciones como un instrumento dirigido a sentar criterios uniformes". "La homeopatía carece de evidencia que justifique su utilización clínica", dice también la carta remitida al Ministerio de Sanidad. "La consideración de homeopatía como medicamento supone un riesgo real que influye directamente en la protección y el restablecimiento de la salud, en tanto que incide en la información objetiva que tanto profesionales como la ciudadanía reciben sobre las alternativas terapéuticas disponibles, dado que puede provocar que se utilicen los productos homeopáticos en lugar de los medicamentos que han demostrado su efecto y se ponga en riesgo el derecho a la salud como derecho fundamental de la persona", añade.