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El fantasma del 'golpe' de octubre se cuela en el cara a cara entre Puig y su rival sanchista
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El fantasma del 'golpe' de octubre se cuela en el cara a cara entre Puig y su rival sanchista

Rafa García trata de usar la baza del apoyo del ‘president’ a Susana Díaz para recuperar iniciativa en una campaña interna que se le ha vuelto en contra pese al tímido respaldo último de Ferraz

Foto: Ximo Puig y Rafa García, en el debate moderado por Noa de la Torre, presidenta de la Unió de Periodistas. (EFE)
Ximo Puig y Rafa García, en el debate moderado por Noa de la Torre, presidenta de la Unió de Periodistas. (EFE)

Las campaña de las primarias de la federación socialista valenciana, la única en donde hay un choque real entre aspirantes de las que tiene ahora en marcha el PSOE, ha puesto en evidencia cómo la política puede moverse en dos dimensiones completamente distintas en función de los objetivos de los interesados. La que enfrenta al ‘president’ valenciano, Ximo Puig, y al sanchista alcalde de Burjassot, Rafa García, sirve de ejemplo.

Así se ha visto en el cara a cara celebrado en la sede del PSPV, moderado por la presidenta de la Unió de Periodistes Valencians, Noa de la Torre, y abierto a los medios de comunicación. Rafa García ha tratado en varios de los bloques del debate de poner sobre el tapete el apoyo que Puig dio a la candidatura de Susana Díaz y su participación en el ‘golpe’ de los barones que desembocó en el comité federal del 1 de octubre en el que Pedro Sánchez tuvo que dimitir como secretario general. “No es posible que un compañero que no ha dado explicaciones a la militancia de lo que ha sucedido se presente a secretario general con tu discurso. La gente está avergonzada de lo que pasó el 1 de octubre y el partido no ha dado explicaciones. No somos capaces de explicar por qué era mejor que en este país gobernara el PP”, ha señalado en el bloque dedicado a modelo de partido.

placeholder Ximo Puig, con parte de su equipo, a su llegada a la sede del PSPV en la calle Blanqueries de Valencia. (EFE)
Ximo Puig, con parte de su equipo, a su llegada a la sede del PSPV en la calle Blanqueries de Valencia. (EFE)

Puig ha esquivado en todo momento ese debate. Ha reconocido errores sobre aquel movimiento político. Pero se mueve en otro plano muy distinto, en el de que el proceso federal no tiene nada que ver con el autonómico y que, en este, lo que está en juego es reforzar o no la figura de la presidencia de la Generalitat y la gestión de izquierdas realizada en el marco del Pacto del Botánico. Aun así, el barón territorial no ha podido evitar encenderse por las alusiones a la abstención de su partido en favor de la investidura de Mariano Rajoy. “Yo nunca he defendido al Partido Popular. Enfrentarme al PP me ha costado que mi familia pagara los platos rotos de mi militancia política”, ha señalado en referencia a sus muchos años de pugna política con el expresidente de la Diputación de Castellón Carlos Fabra.

Puig: “Yo nunca he defendido al Partido Popular. Enfrentarme al PP me ha costado que mi familia pagara los platos rotos de mi militancia política”

Las alusiones al apoyo a Susana Díaz han vuelto a emerger en el tramo destinado al federalismo, cuando García ha recordado la resistencia de la presidenta andaluza a admitir las tesis de la plurinacionalidad aprobadas en el congreso del PSOE, y ha tratado de situar a Puig en la misma posición. “Nadie se cree eso que has dicho”, le ha replicado el que fue alcalde de Morella, que ha recordado a su contrincante interno que si alguien ha defendido las tesis federalistas en el partido ha sido él junto a otros barones que no respaldaron a Díaz, como la presidenta balear, Francina Armengol. “Tengo una trayectoria bien clara respecto a la defensa de los intereses valencianos y la defensa de la identidad de nuestro país”, ha asestado para llevar el terreno al debate autonómico.

placeholder El alcalde de Burjassot y rival sanchista de Ximo Puig en las primarias del PSPV, Rafa García. (EFE)
El alcalde de Burjassot y rival sanchista de Ximo Puig en las primarias del PSPV, Rafa García. (EFE)

Ha habido algunos ganchos de derecha, como cuando García ha hecho responsable a Puig de que el PSPV haya pasado de 30.000 militantes a 18.000 y este le ha recordado que en Burjassot, donde, además de alcalde, el aspirante es secretario local, la lista de afiliados se ha jibarizado desde más de 400 a apenas 167 en los últimos años. “Y eso no es un problema tuyo, es un problema de todos y tenemos que revertir esa situación”, ha señalado en su réplica.

La defensa del Gobierno del Botánico, la necesidad de reforzarlo y no debilitarlo y la reivindicación de sus políticas de izquierdas, con la bajada de tasas universitarias como última medida, son las principales bazas de Puig para convencer a la militancia. “El Pacto del Botánico ha permitido superar 20 años del PP. Es la salida democrática progresista para hacer políticas de izquierdas. No he escuchado a ningún militante que haya dicho que haya sido un error”, ha afirmado en referencia a unas declaraciones efectuadas por García en las que pone en duda el papel del PSPV en la coalición con Compromís y la salud del acuerdo. “Yo nunca he criticado el Pacto del Botánico. Otra cosa es que yo diga que creo que cualquier pacto debe decidirlo la militancia”, ha tratado de justificarse el aspirante.

Último empujón

Este cara a cara ha sido el último gran hito de una campaña con la que el equipo de Ximo Puig confía en haber revertido el resultado del proceso que enfrentó a Pedro Sánchez con Susana Díaz. En la campaña de García parecen haber pesado el hecho de haberse enfrentado a un presidente de su partido que gobierna en minoría y algunos ataques bastante agresivos lanzados por algunos de sus seguidores en redes sociales.

Aunque ha contado con el apoyo de una parte de la infraestructura que sirvió a Sánchez en las federales, Ferraz tampoco se ha implicado abiertamente para evitar que, en caso de derrota, pueda interpretarse que había tomado partido claramente. La distancia clara en la recogida de avales, donde la candidatura de Puig obtuvo casi el doble que el alcalde de Burjassot, ha extendido la sensación de que ahora lo que habrá que analizar es por cuánto ganará el actual secretario general y cómo gestionará su victoria.

Aun así, el cartel de García ha recibido algún empujón final de miembros de la ejecutiva federal. La semana pasada fue respaldado en un acto por Odón Elorza y para este miércoles afines a la candidatura de Rafa Garcia habían difundido que Adriana Lastra, vicesecretaria federal y persona de confianza de Pedro Sánchez, iba a participar en un acto con militantes en Alicante. Sin embargo, ese acto no ha llegado a producirse.

Las campaña de las primarias de la federación socialista valenciana, la única en donde hay un choque real entre aspirantes de las que tiene ahora en marcha el PSOE, ha puesto en evidencia cómo la política puede moverse en dos dimensiones completamente distintas en función de los objetivos de los interesados. La que enfrenta al ‘president’ valenciano, Ximo Puig, y al sanchista alcalde de Burjassot, Rafa García, sirve de ejemplo.

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