Ximo Puig reabrirá la 'embajada' valenciana en Madrid para hacer ‘lobby’ a Rajoy

Ximo Puig quiere que la Generalitat valenciana tenga más presencia en Madrid. El ‘president’ ha llegado a la conclusión de que para dar recorrido a su agenda de reivindicaciones con el Gobierno central no vale con repetir una y mil veces los mensajes del Pantano de Contreras hacia Valencia. Influir en la toma de decisiones requiere tener presencia donde estas se producen y el contexto de un Ejecutivo en minoría en el Parlamento y una legislatura más abierta es propicio para intentarlo.

El Consell del Botánico ha intensificado en las últimas semanas esa presencia en la capital de España para intentar colocar su libro (necesidad de reforma para un modelo de financiación más justo, Corredor Mediterráneo, etc.) con conferencias de Mónica Oltra en el Fórum Europa y entrevistas en televisiones o la participación de Ximo Puig en el desayuno informativo organizado por Europa Press. El pasado 5 de octubre, Puig y Oltra protagonizaron un acto en el Círculo de Bellas Artes en defensa de un nuevo sistema de reparto de recursos entre territorios para tratar de evidenciar la infrafinanciación que sufre la comunidad valenciana. Fue un acto fallido, porque apenas atrajo la atención de empresarios y agentes sociales valencianos, que ya conocen el problema. En definitiva, fue una reunión de convencidos que sirvió para reafirmarse en su posición, pero no está claro que sumase nuevos adeptos a la causa.

Con la intención de tener una antena permanente en Madrid, disponer de un espacio propio para los miembros del Gobierno valenciano en sus desplazamientos y ofrecer un lugar de encuentro y reunión a las organizaciones empresariales y sectoriales, Puig planea reabrir la antigua “embajada” de la Generalitat en la capital de España, según ha podido saber El Confidencial de fuentes del Consell. Se trata de un edificio del siglo XIX en la calle Españoleto, en el barrio de Almagro, de más de 1.000 metros cuadrados de superficie útil.

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El inmueble no está cerca de los centros de poder, pero se ubica en un céntrico entorno residencial cotizado, cerca de la embajada de Suecia y el Hotel Santo Mauro. La sede se cerró tras acceder Alberto Fabra a la Generalitat la pasada legislatura para incluirlo en los planes de enajenación de patrimonio público en plena crisis económica. En 2011, Francisco Camps ya había casado a la última delegada de la Generalitat en Madrid, Soledad Martínez, dentro de los planes de austeridad ordenados en el primer Ejecutivo de Mariano Rajoy. En 2012 se pusieron a la venta las dos plantas de oficinas y cinco plantas de garaje con un valor de tasación de 3,6 millones de euros, pero nadie pujó por ellas en la subasta. Finalmente se optó por licitar los distintos espacios para el alquiler por lotes.

En 2014 se arrendó la planta superior a la asesoría financiera Óptima Corporate, pero la planta baja sigue estando vacía y en desuso. Este espacio es el que Puig pretende reabrir como sede de la delegación valenciana en Madrid. Serviría, de momento, como oficina multiusos para miembros del Govern valenciano, pero también para organizaciones sectoriales o agentes sociales que quieran disponer de un lugar para mantener encuentros y reuniones en sus desplazamientos en Madrid. Quien sí podría disponer de un despacho y oficina permanente en el edificio es la Fundación Conexus, el 'lobby' de empresarios que preside el abogado Manuel Broseta, dedicado a tratar de estrechar lazos económicos entre la Comunidad Valenciana y Madrid. Conexus pretendía ocupar gratis una parte del edicio, pero finalmente se ha acordado que abone un aquiler y colabore con los gastos de mantenimiento si finalmente se reabre la “embajada”.

El 'lobby' de empresarios valencianos Conexus podría ocupar una parte del edificio, pero a cambio de un alquiler y no gratis como pretendía

La presencia de los gobiernos autonómicos en Madrid con sede físicas es bastante habitual. Galicia conserva desde 1992 una delegación administrativa en la calle Casado del Alisal, en la que además organiza exposiciones y actividades de fomento de la cultura gallega. La Generalitat de Cataluña desplazó en 2006 la sede de su delegación madrileña de la calle Montalbán a la cuarta planta de un edificio en la calle de Alcalá. El 'exconseller' de Cultura, Ferran Mascarell, es el actual delegado, con rango de director general.