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El tesoro inmobiliario que Suescun ha salvado de los acreedores de Dermoestética
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El tesoro inmobiliario que Suescun ha salvado de los acreedores de Dermoestética

El fundador de la compañía de cirugía estética colocó decenas de locales comerciales y propiedades millonarias por toda España en una sociedad fuera del concurso de acreedores

Foto: Suescun, rodeado de actrices disfrazadas de enfermeras, en la salida a bolsa de Dermoestética en 2005. (EFE)
Suescun, rodeado de actrices disfrazadas de enfermeras, en la salida a bolsa de Dermoestética en 2005. (EFE)

Corporación Dermoestética, la compañía que prometía cumplir los sueños estéticos de miles de españoles durante los años de vino y rosas, camina hacia la extinción. El titular del juzgado número 1 de Valencia, Salvador Vilata, decretó el pasado 29 de marzo la liquidación de la sociedad ante la imposibilidad que hubiese un acuerdo entre propietario y mayoría de acreedores. Lejos, muy lejos, quedaba la salida a Bolsa de 2005, cuando la enseña fundada por José María Suescun se estrenó a 9,1 euros por acción. Cuando en 2013 su dueño lanzó una recompra de títulos para excluirla del parqué, ya en números rojos y al borde de la quiebra, lo hizo a 0,33 céntimos.

Por el camino Suescun había construido una fortuna personal millonaria, principalmente derivada del pelotazo de la salida a Bolsa, que ha quedado fuera del traumático procedimiento concursal. El empresario ha puesto a salvo un ingente patrimonio personal que le permite seguir llevando un imponente tren de vida. Se desplaza en avión privado y financia a todo tren la boda de lujo de su hija Andrea en el Palau de les Arts de la Ciudad de las Ciencias de Valencia, con viaje de novios a la Polinesia incluido, hace muy pocas semanas.

placeholder Concentración a las puertas de una clínicas por el ERE de extinción a más de 350 trabajadores. (EFE)
Concentración a las puertas de una clínicas por el ERE de extinción a más de 350 trabajadores. (EFE)

Casado en segundas nupcias con Lucía Medina, hija de José Medina, presidente de la conocida bodega jerezana Williams & Humbert, Suescun es dueño de un ático-dúplex de 268 metros cuadrados en un edificio construido por Reyal Urbis a muy poca distancia de la sede de Denominación de Origen del vino ‘brandy’ de Jerez.

Locales alquilados a su propia empresa

Sin embargo, ni el lujoso inmueble ni las cuatro plazas de garaje asociadas que Suescun compró a tocateja en 2008, meses antes de su segunda boda, sin hipotecas de por medio, están a su nombre. Figuran en el inmovilizado de Soul Corporación, una sociedad limitada cien por cien en manos del fundador de Dermoestética, en cuyo balance guarda numerosas propiedades, la gran mayoría asociadas a la actividad de la empresa de tratamientos estéticos, según la información registral obtenida por El Confidencial tras un trabajo de campo.

Se trata de una decena de locales comerciales de más de 400 metros cuadrados cada uno repartidos por toda España que albergaban las clínicas de Corporación Dermoestética, que pagaba por el uso del espacio un alquiler a Soul Corporación, algo más de dos millones de euros al año en los últimos ejercicios. La joya de la corona de la cartera de ‘Real Estate’ de Suescun es un edificio de 2.000 metros cuadrados ubicado en la céntrica calle Pizarro de Valencia que albergaba la clínica enseña y las oficinas centrales de Dermoestética. Se trata de un inmueble con sótano garaje, planta baja y entreplanta, que se levanta sobre seis pisos más y que Soul Corporación adquirió en diciembre de 2001. Actualmente no tiene ni una sola carga. Está limpio de polvo y paja y su valor en el mercado puede alcanzar entre tres y cuatro millones de euros, según el precio medio por metro cuadrado de oficinas por la zona.

placeholder Imagen captada en Polinesia por la hija de Suescun, viaje de regalo de bodas. (EC)
Imagen captada en Polinesia por la hija de Suescun, viaje de regalo de bodas. (EC)

La relación que este edificio mantenía con Dermoestética, a la que Soul cobraba una renta, es similar a de otros locales en Cartagena, Granada, Sevilla, Elche, Cádiz, Tarragona, Las Palmas de Gran Canaria, Tarragona y Aranjuez. Todos estos espacios se ubican en buenas zonas urbanas y tienen una superficie cercana a los 500 metros cuadrados. El de mayor tamaño, que se ubica en la calle Luis Morote de Las Palmas, se extiende más allá de los 800 metros cuadrados. Muchos de ellos llevan asociadas plazas de garaje, once en total sin contar las de Jerez de la Frontera.

La joya de la corona de la cartera 'Real Estate' de Suescun es el edificio de 2.000 metros de la céntrica calle Pizarro de Valencia. Era la sede de Dermoestética

Cuando los extrabajadores de Dermoestética amenazaron con ejecutar la declaración de grupo empresarial incluyendo en él a Soul Corporación, Suescun pactó el desembolso de 3,8 millones de euros en indemnizaciones. Lo hizo una mañana primaveral el año pasado en los despachos de Garrigues en Madrid mediante una trasferencia de una cuenta personal a otra pactada con los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y UGT. A cambio pidió a su antigua plantilla que le cediese los derechos de cobro del Fogasa por la insolvencia de su propia empresa.

Foto: Dermoestética, zombie en bolsa: la sicav de su dueño ya ‘vale’ el doble

¿Fue el temor de Suescun a que Soul Corporación pudiese ser incorporada al concurso lo que le llevó a sellar la paz con los extrabajadores? “Nunca se sabe qué podría pasar, pero él estaba muy presionado, la gente le llamaba. Es verdad que durante un tiempo intentó salvar la empresa y puso mucho dinero, pero al final se cansó. Pagó porque tenían un bronca gorda”, señala una persona ligada a CCOO que participó en las negociaciones. Según esta fuente, la negociación del año pasado fue un verdadero pulso, aunque cree que es muy difícil que el concurso sea calificado no fortuito o culpable, lo que obligaría a Suescun a afrontar toda la deuda con su patrimonio personal.

placeholder Dermoestética estaba especializada en cirugía estética. (Corbis)
Dermoestética estaba especializada en cirugía estética. (Corbis)

Según los informes de la administración concursal (Broseta Abogados), Corporación Dermoestética ha dejado un agujero de más de 11 millones de euros. Su masa activa es de 9,1 millones, mientras que el pasivo exigible supera los 20,9 millones de euros. Excluidos el grueso de trabajadores, que ya han cobrado, y algunos pacientes que han arrancado la devolución de tratamientos pagados pero no ejecutados (Dermoestética firmó contratos cuando ya estaba en quiebra, lo que podría acarrear denuncias por estafa), la lista de acreedores es larga e incluye a la Seguridad Social, pasando por la Agencia Tributaria (más de 800.000 euros) y proveedores de material como Allergan o Saesco Medical, el suministrador de los conocidos balones gástricos del tratamiento POSE, con más de 670.000 euros pendientes de cobro.

Soul Corporación figura como acreedora de Corporación por alquileres impagados. También Suescun hizo préstamos participativos

A estos se suma una larga lista de médicos cirujanos, anestesistas y otros profesionales que facturaban de forma externa a la empresa de Suescun y que tienen cantidades pendientes de cobro. Iberdrola, Vodafone o el Grupo Quirón (deuda cercana al millón), completan la relación de acreedores, en la que figuran el propio Suescun y Soul Corporación, por los alquileres pendientes. El accionista hegemónico hizo préstamos participativos en 2013 por 9 millones. La parte que no esté amortizada no la cobrará.

Acuerdos con grupos de acreedores

El empresario ha alcanzado acuerdos puntuales con algunos de los acreedores, los que más han amenazado su arquitectura patrimonial. El resto es muy probable que nunca reciba su dinero por la insolvencia de Dermoestética y la inexistencia de bienes suficientes en su masa activa.

Ninguna de las otras sociedades vinculadas a Suescun, no sólo Soul Corporación, sino también Suver Inversiones, Naviera Pizarro o Inversiones Siena, se ha visto, de momento, salpicada por el mediático concurso de acreedores. En el pequeño imperio empresarial e inmobiliario de su fundador, Corporación Dermoestética ya es casi un recuerdo del pasado.

Corporación Dermoestética, la compañía que prometía cumplir los sueños estéticos de miles de españoles durante los años de vino y rosas, camina hacia la extinción. El titular del juzgado número 1 de Valencia, Salvador Vilata, decretó el pasado 29 de marzo la liquidación de la sociedad ante la imposibilidad que hubiese un acuerdo entre propietario y mayoría de acreedores. Lejos, muy lejos, quedaba la salida a Bolsa de 2005, cuando la enseña fundada por José María Suescun se estrenó a 9,1 euros por acción. Cuando en 2013 su dueño lanzó una recompra de títulos para excluirla del parqué, ya en números rojos y al borde de la quiebra, lo hizo a 0,33 céntimos.

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