Joan Ribó la lía con los semáforos paritarios: entre la falda y la capa de 'superwoman'

“Años intentando quitar en los uniformes la obligatoriedad de la falda y ahora van y te lo ponen en los semáforos”, bramaba este lunes una usuaria de Twitter. “Es un gesto simbólico para dar visibilidad a la presencia de las mujeres en la ciudad”, señalaba la exministra de Cultura Carmen Alborch. La iniciativa del Ayuntamiento de Valencia de situar semáforos paritarios introduciendo la silueta de una mujer con falda ha desatado un debate sobre si se trata de una medida que favorece la igualdad o logra un efecto inverso, que es constreñir la apariencia física de la mujer.

Las redes sociales bullían hoy con este dilema: si la iniciativa es una chorrada gestual o representa de verdad un papel simbólico justo cuando este 8 de marzo se celebra el Día de la Mujer Trabajadora. Sea como sea, lo que es seguro es que más allá del impacto mediático que ha tenido, el semáforo elegido para iniciar el cambio no pasará desapercibido. Está justo en el cruce entre la céntrica calle Ruzafa de Valencia y la Plaza de Toros, por donde estas Fallas discurrirán centenares de miles de personas. En total, son 20 las calles de la capital valenciana que ya disponen de esta señalética, en uno de cuyos lados está la silueta femenina en los colores rojo y verde, y en el otro se mantiene el tradicional símbolo masculino.

"Se ha adoptado esta medida para visibilizar a la otra mitad de la humanidad, que somos las mujeres", ha destacado la concejala de Igualdad, Isabel Lozano, quien ha añadido que se ha optado por una silueta con falda porque es un icono que universalmente reconoce la figura femenina y que tiene “coste cero” porque el cambio de luces ya estaba presupuestado. "Pero nada tiene que ver con si las mujeres llevan falda o pantalón, o tienen el pelo largo o corto", ha matizado en declaraciones recogidas por EFE. "Hace pensar, porque no todo tiene que ser en masculino. Las mujeres somos la mitad del cielo y la mitad de la tierra”, ha abundado Alborch.

En el lado contrario ha sido muchos los viandantes y ciudadanos que ven en el hecho de recurrir a un silueta con falda el efecto contrario al pretendido y hablan incluso de machismo. “Si eres tía y no llevas falda, no puedes cruzar”, se escribía en las redes sociales. Otros recordaban que en Valencia no hay apenas semáforos sonoros que guíen a invidentes o que en algunos puntos negros de la ciudad están estropeados y no han sido reparados.

Lozano y Alborch no han hecho referencia, porque quizá no lo saben y les hubiera servido de argumento para contrarrestar el alud de críticas, a que hay una corriente feminista que reivindica la silueta que el equipo de gobierno de Ribó ha situado en unos contados semáforos, pero no como mujer vestida con falda, sino con una capa de superhéroe que la representa como una 'superwoman' batallando en una sociedad que parece trabar de obstáculos su desarrollo personal y profesional. Esta idea tiene su origen en una campaña denominada #itwasneveradress (nunca fue un vestido) que lanzó Tania Katan, una activista de Arizona, programadora de profesión, que modificó el tradicional cartel que representa a las mujeres en los baños públicos. La campaña cuenta con el respaldo de la compañía informática para la que trabaja Katan y pretende convertirse en un movimiento neofeminista que reivindica el papel de la mujer en los entornos profesionales.

La iniciativa, destinada a modificar la percepción de la mujer y su habilidades en ciencia, tecnología, artes, matemáticas, política o su rol en el hogar, ha contado con el respaldo de medios de comunicación como el New York Times, la CNN, la revista Time o el buscador Yahoo.

Sea como sea, la del ayuntamiento de Joan Ribó tampoco es una idea nueva. Son varios los municipios de España que ya hacen esa distinción, como Fuenlabrada, Sagunto o Jerez. En otras capitales como Viena o Múnich, también emplean la silueta femenina con la falda.